Las dietas a base de plantas y la diabetes

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Hace más de medio siglo que sabemos que las dietas a base de plantas reducen el riesgo de diabetes, pero, ¿cuánto tenemos que reducir nuestro consumo de productos de origen animal y de comida basura?

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Décadas atrás se encontraron los primeros indicios de que una dieta a base de plantas podría tener un efecto protector contra la diabetes. Estudios que se remontan a medio siglo atrás encontraron que aquellos que comían carne uno o más días a la semana presentaban tasas significativamente más altas de diabetes, y cuanto más alta la frecuencia en el consumo de carne, más frecuente era la enfermedad. Y esto es después de controlar por peso. Incluso en personas del mismo peso, aquellos que consumían dietas a base a plantas tenían solo una fracción de las tasas de diabetes, a pesar de que lo esperado sería que los vegetarianos tuvieran mayor incidencia de diabetes simplemente porque parecen vivir mucho más tiempo, lo que les daría más tiempo para desarrollar este tipo de enfermedades crónicas, pero por el contrario, aparentemente las tasas de mortalidad y morbilidad son menores.

50 años más tarde, tenemos el estudio Adventista-2; examinando a 89000 personas vemos una disminución gradual en las tasas de diabetes a medida que se consumen más y más alimentos de origen vegetal, alcanzando una prevalencia 78% menor entre aquellas personas con una dieta estrictamente a base de plantas. La protección aumenta progresivamente al pasar de comer carne, a comer menos carne, a comer sólo carne de pescado, a no comer carne, y después a no consumir huevos ni lácteos tampoco.

Lo mismo sucede con otra de las principales causas de muerte: la presión arterial alta. Cuanto mayor es la proporción de alimentos de origen vegetal, menores son las tasas de hipertensión. Lo mismo con el exceso de grasa corporal. Todos los grupos dietéticos tienen sobrepeso en general, excepto aquellos que consumen dietas compuestas exclusivamente de alimentos de origen vegetal, pero nuevamente se observa una disminución progresiva cuanto más se reducen los productos de origen animal. Esto sugiere que no es todo o nada; cualquier paso que demos hacia una alimentación más sana puede resultar en beneficios significativos.

Si se realiza un seguimiento, las dietas vegetarianas se asocian con una incidencia sustancialmente menor de diabetes–un menor número de nuevos casos–indicando el alto potencial de estas dietas para detener la epidemia actual de diabetes.

¿Qué hay de comer una dieta muy saludable pero con un poco de carne? ¿O es mejor no comer absolutamente nada de carne? Tenemos nueva información este año proveniente de Taiwán. Las dietas asiáticas tienden en general a tener un contenido más bajo de carne y mayor contenido de alimentos vegetales en comparación con las dietas occidentales, pero no sabíamos si una dieta que evita por completo la carne y el pescado podría extender aun más el beneficio protector de una dieta a base de plantas. Hasta ahora.

Tradicionalmente, las poblaciones de Asia han tenido bajas tasas de diabetes, pero ha surgido una epidemia de diabetes que parece coincidir con un aumento en el consumo de carne, la proteína animal, y la grasa animal. Pero la occidentalización de la dieta asiática también trajo consigo una gran cantidad de comida rápida y comida basura. Por lo que los investigadores de la universidad nacional no quisieron comparar simplemente a los vegetarianos con los típicos comedores de carne; compararon vegetarianos budistas con no-vegetarianos budistas (con dietas tradicionales de Asia). Incluso los omnívoros tenían una dieta predominantemente a base de plantas, consumiendo poca carne y pescado, con las mujeres comiendo el equivalente a aproximadamente una sola porción a la semana, y los hombres comiendo una porción cada pocos días. Esto equivale a sólo el 8% del consumo de carne en los EE.UU., 3% en el caso de las mujeres. La pregunta es, ¿es mejor comer 3% o 0%?

Una vez más, ambos grupos se alimentaban de forma saludable–no tomaban refrescos, por ejemplo, en ningún grupo. A pesar de las similitudes en su dieta, y después de controlar por peso, historia familiar, ejercicio, y consumo de tabaco, las tasas de diabetes en los hombres vegetarianos eran de tan sólo la mitad, o una cuarta parte en el caso de las mujeres vegetarianas. Por lo que incluso en una población que consume una dieta a base de plantas con poca carne y pescado, los verdaderos vegetarianos que evitan por completo la carne animal, y consumen alimentos vegetales más saludables, tenían menores probabilidades de pre-diabetes y diabetes después de tener en cuenta otros factores de riesgo. Querían comparar entre veganos y ovo-lacto-vegetarianos tal como se hizo en el estudio Adventista-2, pero no hubo ningún caso de diabetes en el grupo con la dieta vegana.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Adriana Telias y Adrián Bravo López.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Jeff Filmore a través de Flickr.

Décadas atrás se encontraron los primeros indicios de que una dieta a base de plantas podría tener un efecto protector contra la diabetes. Estudios que se remontan a medio siglo atrás encontraron que aquellos que comían carne uno o más días a la semana presentaban tasas significativamente más altas de diabetes, y cuanto más alta la frecuencia en el consumo de carne, más frecuente era la enfermedad. Y esto es después de controlar por peso. Incluso en personas del mismo peso, aquellos que consumían dietas a base a plantas tenían solo una fracción de las tasas de diabetes, a pesar de que lo esperado sería que los vegetarianos tuvieran mayor incidencia de diabetes simplemente porque parecen vivir mucho más tiempo, lo que les daría más tiempo para desarrollar este tipo de enfermedades crónicas, pero por el contrario, aparentemente las tasas de mortalidad y morbilidad son menores.

50 años más tarde, tenemos el estudio Adventista-2; examinando a 89000 personas vemos una disminución gradual en las tasas de diabetes a medida que se consumen más y más alimentos de origen vegetal, alcanzando una prevalencia 78% menor entre aquellas personas con una dieta estrictamente a base de plantas. La protección aumenta progresivamente al pasar de comer carne, a comer menos carne, a comer sólo carne de pescado, a no comer carne, y después a no consumir huevos ni lácteos tampoco.

Lo mismo sucede con otra de las principales causas de muerte: la presión arterial alta. Cuanto mayor es la proporción de alimentos de origen vegetal, menores son las tasas de hipertensión. Lo mismo con el exceso de grasa corporal. Todos los grupos dietéticos tienen sobrepeso en general, excepto aquellos que consumen dietas compuestas exclusivamente de alimentos de origen vegetal, pero nuevamente se observa una disminución progresiva cuanto más se reducen los productos de origen animal. Esto sugiere que no es todo o nada; cualquier paso que demos hacia una alimentación más sana puede resultar en beneficios significativos.

Si se realiza un seguimiento, las dietas vegetarianas se asocian con una incidencia sustancialmente menor de diabetes–un menor número de nuevos casos–indicando el alto potencial de estas dietas para detener la epidemia actual de diabetes.

¿Qué hay de comer una dieta muy saludable pero con un poco de carne? ¿O es mejor no comer absolutamente nada de carne? Tenemos nueva información este año proveniente de Taiwán. Las dietas asiáticas tienden en general a tener un contenido más bajo de carne y mayor contenido de alimentos vegetales en comparación con las dietas occidentales, pero no sabíamos si una dieta que evita por completo la carne y el pescado podría extender aun más el beneficio protector de una dieta a base de plantas. Hasta ahora.

Tradicionalmente, las poblaciones de Asia han tenido bajas tasas de diabetes, pero ha surgido una epidemia de diabetes que parece coincidir con un aumento en el consumo de carne, la proteína animal, y la grasa animal. Pero la occidentalización de la dieta asiática también trajo consigo una gran cantidad de comida rápida y comida basura. Por lo que los investigadores de la universidad nacional no quisieron comparar simplemente a los vegetarianos con los típicos comedores de carne; compararon vegetarianos budistas con no-vegetarianos budistas (con dietas tradicionales de Asia). Incluso los omnívoros tenían una dieta predominantemente a base de plantas, consumiendo poca carne y pescado, con las mujeres comiendo el equivalente a aproximadamente una sola porción a la semana, y los hombres comiendo una porción cada pocos días. Esto equivale a sólo el 8% del consumo de carne en los EE.UU., 3% en el caso de las mujeres. La pregunta es, ¿es mejor comer 3% o 0%?

Una vez más, ambos grupos se alimentaban de forma saludable–no tomaban refrescos, por ejemplo, en ningún grupo. A pesar de las similitudes en su dieta, y después de controlar por peso, historia familiar, ejercicio, y consumo de tabaco, las tasas de diabetes en los hombres vegetarianos eran de tan sólo la mitad, o una cuarta parte en el caso de las mujeres vegetarianas. Por lo que incluso en una población que consume una dieta a base de plantas con poca carne y pescado, los verdaderos vegetarianos que evitan por completo la carne animal, y consumen alimentos vegetales más saludables, tenían menores probabilidades de pre-diabetes y diabetes después de tener en cuenta otros factores de riesgo. Querían comparar entre veganos y ovo-lacto-vegetarianos tal como se hizo en el estudio Adventista-2, pero no hubo ningún caso de diabetes en el grupo con la dieta vegana.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Adriana Telias y Adrián Bravo López.

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Imágenes gracias a Jeff Filmore a través de Flickr.

Nota del Doctor

Más acerca de cómo prevenir y tratar esta terrible enfermedad:

El motivo por el que siempre vuelvo al estudio Adventista-2 no es solo por ser el mayor estudio de población con una dieta basada en plantas en Norteamérica, sino por ser el mayor estudio de ese tipo que se ha realizado en todo el mundo, en toda la historia. Debemos mucho a esos investigadores (¡sin mencionar a los 96741 participantes!). Una cosa que me alegra apoyar con mis impuestos (a través del Instituto Nacional del Cáncer y del Instituto Nacional de la Salud). Más sobre los Adventistas en La restricción calorica comparada con la restricción de proteína animal.

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