Alimentos que pueden ayudar a personas con autismo

Image Credit: Unsplash. Esta imagen ha sido modificada

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Elisabel Gómez.

En un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo se ha demostrado que el sulforafano presente en la cantidad equivalente a 5 centavos de dólar de brotes de brócoli puede resultar beneficioso para el autismo, de una manera que ningún fármaco ha conseguido hasta la fecha.

Tal vez recuerdes mi serie de videos en la que hablo acerca de la diana de rapamicina (TOR por sus siglas en inglés), la enzima que nos hace envejecer. Uno de los videos de esta serie es Prevenir que el cáncer use TOR. Los niños con autismo suelen tener mayor actividad TOR en su organismo, lo que indica que esta señalización hiperactiva de TOR podría estar relacionada con el origen del autismo. Esto quiere decir que se podría tratar el autismo si nos centramos en TOR, y en teoría podría incluso ser reversible si conseguimos inhibir ciertas señalizaciones de TOR, como por ejemplo la que se da entre TOR y S6K1, como puedes ver en el minuto 0:29 de mi video Los mejores alimentos para el autismo. De hecho, esta es una de las formas en las que el sulforafano, un compuesto presente en el brócoli y otros vegetales crucíferos, consigue eliminar las células del cáncer de próstata —a través de la inhibición de la transducción de señal entre TOR y S6K1. El sulforafano también es “un potente inhibidor” de las células del cáncer de mama, ya que “actúa sobre algunos elementos que forman parte de la vía de señalización [de TOR]”.

Por lo tanto, si el brócoli inhibe esta señalización de TOR y las personas con autismo lo consumen, tal vez se consiga bloquear parte de la disfunción sináptica responsable de las características del autismo —además de bloquear otros cuatro parámetros del autismo: el estrés oxidativo, una menor capacidad antioxidante, la disfunción mitocondrial y la neuroinflamación. Además, esto no solo ocurre en una placa de Petri. “Cabe destacar que el sulforafano tiene la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica”, lo que quiere decir que, tras consumir brócoli, el sulforafano llega rápidamente al cerebro “para así ejercer sus efectos protectores” —al menos en teoría. Pero claro, no lo sabemos con certeza hasta que lo ponemos a prueba.

Era de esperar que un estudio así llamara la atención de investigadores de importantes instituciones como Harvard o Johns Hopkins, y que se publicara en una de las revistas científicas más prestigiosas, como lo es la revista científica estadounidense PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences). ¿A qué conclusiones llegaron? Pero, primero, ¿qué es lo que hicieron? “En un estudio controlado con placebo, doble ciego y aleatorizado, a chicos de entre 13 y 27 años con TEA [autismo] desde moderado a severo, se les administró” sulforafano proveniente de brotes de brócoli, o una pastilla idéntica de azúcar a modo de placebo. La dosis recibida variaba en función del peso corporal de cada chico: los que pesaban menos de 45 kg recibieron una cucharada (unos 14 gramos) de sulforafano proveniente de brotes de brócoli al día, lo que equivale aproximadamente a una taza de brócoli (unos 70 gramos); los que pesaban entre 45 y 90 kg recibieron el equivalente a dos tazas de brócoli o dos cucharadas de brotes de brócoli; y los que pesaban más de 90 kg recibieron el equivalente a unas tres tazas de brócoli al día, o unas tres cucharadas de brotes de brócoli. ¿Por qué se utilizó sulforafano en lugar de brócoli o brotes de brócoli? Si se hubiera utilizado brócoli, no habría sido un estudio ciego. Los pacientes, médicos y padres hubieran sabido quién estaba recibiendo el tratamiento especial y quién no, lo cual habría afectado el resultado del efecto placebo. En cambio, al realizar el estudio de esta manera, nadie supo hasta el final quién recibió el sulforafano y quién recibió el placebo.

Los investigadores eligieron sulforafano proveniente del brócoli por su capacidad de revertir la oxidación, disfunción e inflamación. Pero, cuando se puso a prueba, ¿funcionó? El placebo no tuvo ningún efecto. Se demostró que, si administramos placebo a jóvenes con autismo, no se produce ningún cambio. Pero, en el caso de aquellos que recibieron brócoli, se observaron mejorías importantes en parámetros como el comportamiento, la interacción social y la comunicación verbal. Sin embargo, estas mejorías desaparecieron cuando dejaron de consumir el brócoli. Como puedes ver en el minuto 3:25 de mi video, en la lista de comportamientos anormales, que incluye características como comportamientos repetitivos, no se observó un gran cambio en el grupo que había recibido el placebo, que de hecho es lo que se esperaba; pero estos comportamientos anormales disminuyeron de manera drástica en el grupo que había consumido sulforafano —el sulforafano equivalente a 5 centavos de dólar de brotes de brócoli al día. El estudio duró 18 semanas y, un mes después, se empezó a observar un retroceso hacia la situación anterior.

Se realizaron hallazgos similares en la escala de sensibilidad social (SRS por sus siglas en inglés): se observaron mejorías significativas hasta que finalizó el tratamiento, y a partir de ahí los participantes volvían a mostrar los mismos comportamientos que al principio, y los mismos que se observaron en el grupo que recibió el placebo. Y no estamos hablando de simples calificaciones escritas en un papel. “Esas mejorías significativas… eran evidentes” —tanto los médicos como los padres y los cuidadores podían ver claramente esas mejorías en los chicos. Hasta la fecha, no se ha conseguido este tipo de resultados con ningún fármaco. Además, los chicos de este estudio eran jóvenes, desde los 13 años de edad. Lo más seguro es que funcione igual de bien o incluso mejor en niños más jóvenes, ya que sus cerebros aún están en desarrollo. Y, ¿hay alguna desventaja? “Los brotes de brócoli son un alimento que se consume ampliamente en todo el mundo y no se han observado efectos adversos”, pero ten en cuenta que estamos hablando de alimentos naturales, no de suplementos de sulforafano.

De hecho, los brotes de brócoli son efectivos, pero los suplementos comerciales de brotes de brócoli apenas funcionan. Como puedes ver en el minuto 4:55 de mi video, el brócoli contiene sulforafano. En las flores es más abundante que en los tallos, y los brotes de brócoli contienen una cantidad de sulforafano diez veces mayor. En comparación, el brócoli en forma de pastilla, polvo o suplemento tiene muy poco sulforafano o ninguno. El brócoli y otros vegetales crucíferos son buenos para todos los niños, tengan autismo o no; y también para las embarazadas, ya que podría ayudar a prevenir que se origine el autismo durante la etapa prenatal.

Este artículo constituye el broche de oro a mi serie de tres videos acerca del autismo. Si quieres conocer el contexto que llevó a estos investigadores a realizar estos estudios, te invito a que veas los videos Los beneficios de la fiebre para el autismo en un alimento y Combatir la inflamación cerebral por autismo con alimentos. También puedes ver el video Flashback Friday: Luchar contra la inflamación del cerebro autista y Los mejores alimentos para el autismo

Entendemos que pueda haber ciertas limitaciones en algunos casos, como el reto que supone satisfacer un paladar exigente, la sensibilidad sensorial o a la textura de los alimentos, o niños que se muestran reacios a probar alimentos nuevos. Pero esperamos que este artículo basado en pruebas científicas sirva de ayuda a padres y profesionales de la salud. 


Hablo sobre el autismo en estos videos:

Un saludo,

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