Suplementos alimenticios para el autismo

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La vitamina C, la vitamina D y los suplementos de aceite de pescado omega-3 son puestos a prueba para mejorar los principales síntomas del trastorno del espectro autista.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Claudia Escorza y Hermes Roca voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Los suplementos alimenticios comúnmente se administran a niños con autismo. ¿Ayudan en algo? Uno de los más comunes es la grasa omega-3 en forma de aceite de pescado, basado en estudios como este que muestran una marcada reducción en los niveles de omega-3 en los niveles sanguíneos entre niños autistas. Pero tal vez se trata de causalidad inversa, en lugar de que niveles bajos de omega-3 causen autismo, tal vez el autismo causó niveles bajos de omega-3. Tal vez los niños autistas son simplemente más quisquillosos al comer y no consumen tanto pescado o semillas de linaza. No lo sabes… hasta que lo pones a prueba.

Seis meses de 200 mg al día de DHA, uno de los omega-3 de cadena larga, y… ningún efecto. Así que aquí todos estos niños lo están tomando, a pesar de la falta de evidencia de que en realidad sirve de algo. ¿Quizá simplemente no consumieron lo suficiente? Bien, ¿qué tal un ensayo aleatorio, controlado con placebo de 1,500 mg de omega-3 de cadena larga? Y… una dosis alta tampoco funcionó. Si consideras todos los estudios, la suplementación de omega-3 simplemente no parece tener algún efecto en el autismo.

Aquí hay un ensayo preliminar publicado sobre suplementos de vitamina C para el autismo que sugirió beneficios en al menos algunos niños, pero esto no debería interpretarse como una recomendación general de administrar suplementos de vitamina C, especialmente a dosis tan altas como la que usaron, que podrían aumentar el riesgo de sufrir cálculos renales.

En pocas palabras, si lees una reseña de 2017 en el diario de la Academia de Pediatría, hay poca evidencia que apoye el uso de suplementos alimenticios para niños con autismo, aunque la información sobre la vitamina D no fue evaluada.

La historia de la vitamina D comenzó como la historia del omega-3, con evidencia clara de que los niveles sanguíneos de vitamina D eran significativamente más bajos en niños con autismo en comparación con otros niños y de una correlación entre los niveles más bajos de vitamina D y los niveles más severos de autismo, pero la vitamina D es la vitamina del sol. En lugar de que la vitamina D desempeñe algún papel en el autismo, ¿no es más probable que los niños autistas simplemente no estén recibiendo suficiente luz del sol?

Aunque existieron algunos informes de casos prometedores. Por ejemplo, un niño de dos años con autismo, deficiente en vitamina D, cuyo autismo pareció mejorar después de la administración de suplementos de esa vitamina. Pero, no sabes si es una casualidad… hasta que lo pones a prueba.

Según un estudio sobre la eficacia de la suplementación de vitamina D en 83 niños autistas… el 80% mejoró, en términos de su comportamiento, contacto visual y capacidad de atención, lo que concluye que la vitamina D es barata, disponible, segura y puede tener efectos benéficos. Pero, este fue un ensayo abierto, es decir, no hubo ningún grupo de control con placebo. Por lo tanto, no sabemos en qué medida la mejora fue solo por el efecto placebo. Ahora, a veces, los ensayos abiertos son inevitables, por ejemplo, si estás estudiando los efectos de la terapia física o algo así, es difícil crear un masaje placebo. Pero puedes poner vitamina D en una pastilla. Entonces, ¿por qué no hacer un ensayo aleatorio, doble ciego y controlado con placebo?

La excusa típica que se escucha es que no sería ético. Si tienes un niño con deficiencia de vitamina D, ¿cómo podrías simplemente darle una pastilla de azúcar? Sí, pero si la vitamina D realmente funciona, ¿a cuántos niños condenas a seguir sufriendo innecesariamente al publicar un diseño de estudio que no es ideal?

Hay muchos mecanismos sostenibles a través de los cuales la vitamina D podría ayudar a los niños con autismo: mejora en la reparación del ADN, acciones antiinflamatorias, protección mitocondrial, etc. Es por eso que se necesitan con urgencia ensayos aleatorios y controlados, pero nunca han existido tales estudios… hasta ahora.

Un ensayo aleatorio y controlado de suplementación de vitamina D en niños con autismo, y ya era hora. Le dieron a los niños hasta 5,000 unidades internacionales al día, dependiendo de su peso, contra un placebo. Los medicamentos que tenemos para el autismo realmente solo ayudan con algunos de los síntomas asociados, es decir, podemos darles a los niños pastillas para dormir o algo así, pero no hay un medicamento que realmente aborde los síntomas principales del autismo.

Entonces, hay grupos de investigación en todo el mundo buscando algo mejor, y este grupo pareció encontrarlo. La suplementación de vitamina D reveló efectos significativos en las manifestaciones centrales del trastorno del espectro autista, mejoras significativas no solo en irritabilidad e hiperactividad, también en aislamiento social, conductas repetitivas y lenguaje inapropiado, el primer ensayo doble ciego, aleatorio y controlado que demuestra la eficacia de la vitamina D en pacientes con autismo.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de la imagen: CC0 Public Domain vía pxhere. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Claudia Escorza y Hermes Roca voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Los suplementos alimenticios comúnmente se administran a niños con autismo. ¿Ayudan en algo? Uno de los más comunes es la grasa omega-3 en forma de aceite de pescado, basado en estudios como este que muestran una marcada reducción en los niveles de omega-3 en los niveles sanguíneos entre niños autistas. Pero tal vez se trata de causalidad inversa, en lugar de que niveles bajos de omega-3 causen autismo, tal vez el autismo causó niveles bajos de omega-3. Tal vez los niños autistas son simplemente más quisquillosos al comer y no consumen tanto pescado o semillas de linaza. No lo sabes… hasta que lo pones a prueba.

Seis meses de 200 mg al día de DHA, uno de los omega-3 de cadena larga, y… ningún efecto. Así que aquí todos estos niños lo están tomando, a pesar de la falta de evidencia de que en realidad sirve de algo. ¿Quizá simplemente no consumieron lo suficiente? Bien, ¿qué tal un ensayo aleatorio, controlado con placebo de 1,500 mg de omega-3 de cadena larga? Y… una dosis alta tampoco funcionó. Si consideras todos los estudios, la suplementación de omega-3 simplemente no parece tener algún efecto en el autismo.

Aquí hay un ensayo preliminar publicado sobre suplementos de vitamina C para el autismo que sugirió beneficios en al menos algunos niños, pero esto no debería interpretarse como una recomendación general de administrar suplementos de vitamina C, especialmente a dosis tan altas como la que usaron, que podrían aumentar el riesgo de sufrir cálculos renales.

En pocas palabras, si lees una reseña de 2017 en el diario de la Academia de Pediatría, hay poca evidencia que apoye el uso de suplementos alimenticios para niños con autismo, aunque la información sobre la vitamina D no fue evaluada.

La historia de la vitamina D comenzó como la historia del omega-3, con evidencia clara de que los niveles sanguíneos de vitamina D eran significativamente más bajos en niños con autismo en comparación con otros niños y de una correlación entre los niveles más bajos de vitamina D y los niveles más severos de autismo, pero la vitamina D es la vitamina del sol. En lugar de que la vitamina D desempeñe algún papel en el autismo, ¿no es más probable que los niños autistas simplemente no estén recibiendo suficiente luz del sol?

Aunque existieron algunos informes de casos prometedores. Por ejemplo, un niño de dos años con autismo, deficiente en vitamina D, cuyo autismo pareció mejorar después de la administración de suplementos de esa vitamina. Pero, no sabes si es una casualidad… hasta que lo pones a prueba.

Según un estudio sobre la eficacia de la suplementación de vitamina D en 83 niños autistas… el 80% mejoró, en términos de su comportamiento, contacto visual y capacidad de atención, lo que concluye que la vitamina D es barata, disponible, segura y puede tener efectos benéficos. Pero, este fue un ensayo abierto, es decir, no hubo ningún grupo de control con placebo. Por lo tanto, no sabemos en qué medida la mejora fue solo por el efecto placebo. Ahora, a veces, los ensayos abiertos son inevitables, por ejemplo, si estás estudiando los efectos de la terapia física o algo así, es difícil crear un masaje placebo. Pero puedes poner vitamina D en una pastilla. Entonces, ¿por qué no hacer un ensayo aleatorio, doble ciego y controlado con placebo?

La excusa típica que se escucha es que no sería ético. Si tienes un niño con deficiencia de vitamina D, ¿cómo podrías simplemente darle una pastilla de azúcar? Sí, pero si la vitamina D realmente funciona, ¿a cuántos niños condenas a seguir sufriendo innecesariamente al publicar un diseño de estudio que no es ideal?

Hay muchos mecanismos sostenibles a través de los cuales la vitamina D podría ayudar a los niños con autismo: mejora en la reparación del ADN, acciones antiinflamatorias, protección mitocondrial, etc. Es por eso que se necesitan con urgencia ensayos aleatorios y controlados, pero nunca han existido tales estudios… hasta ahora.

Un ensayo aleatorio y controlado de suplementación de vitamina D en niños con autismo, y ya era hora. Le dieron a los niños hasta 5,000 unidades internacionales al día, dependiendo de su peso, contra un placebo. Los medicamentos que tenemos para el autismo realmente solo ayudan con algunos de los síntomas asociados, es decir, podemos darles a los niños pastillas para dormir o algo así, pero no hay un medicamento que realmente aborde los síntomas principales del autismo.

Entonces, hay grupos de investigación en todo el mundo buscando algo mejor, y este grupo pareció encontrarlo. La suplementación de vitamina D reveló efectos significativos en las manifestaciones centrales del trastorno del espectro autista, mejoras significativas no solo en irritabilidad e hiperactividad, también en aislamiento social, conductas repetitivas y lenguaje inapropiado, el primer ensayo doble ciego, aleatorio y controlado que demuestra la eficacia de la vitamina D en pacientes con autismo.

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Créditos de la imagen: CC0 Public Domain vía pxhere. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video.

Nota del Doctor

Este es el último de una serie extendida de videos sobre tratamientos naturales para el autismo (para aquellos que desean ser tratados). Por favor, mira el resto si estás interesado:

Los resultados decepcionantes con el aceite de pescado reflejan lo que ahora sabemos sobre su uso para las enfermedad cardíacas. Mira, por ejemplo, ¿Es el aceite de pescado solo aceite de serpiente? y Los Omega-3 y el cuento del pescado esquimal.

¿Qué hay de la vitamina C y los cálculos renales? Mira ¿Los suplementos de vitamina C previenen los resfriados, pero causan cálculos renales?

Para más información sobre lo que la vitamina D puede y no puede hacer, mira:

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