
El papel de los alimentos procesados en la epidemia de obesidad
El aumento en el consumo de calorías en los Estados Unidos, responsable de la epidemia de obesidad, no solo se trata de comer más, sino también del tipo de comida.
El aumento en el consumo de calorías en los Estados Unidos, responsable de la epidemia de obesidad, no solo se trata de comer más, sino también del tipo de comida.
Tenemos una habilidad increíble para distinguir la densidad calórica de los alimentos, pero solo en un rango natural
El aumento de peso no es una enfermedad o una falta de voluntad, sino una respuesta normal del cuerpo a una situación fuera de lo normal.
El “gen de la grasa grande” representa menos del 1% de la diferencia de talla entre personas.
Las típicas explicaciones que suelen dar la industria alimentaria y los políticos sobre la causa de la epidemia de obesidad, como la inactividad o la falta de fuerza de voluntad, no solo son falacias erróneas, sino que son muy dañinas.
Los efectos del ayuno en la hipertensión en comparación con la medicación, la reducción del consumo de alcohol, la carne, la sal, comer más frutas y verduras o comer a base de plantas.
Las cajas de cereales de desayuno pretenden distraernos con promesas nutricionales para que no pensemos en lo incongruente que es que nuestros hijos desayunen marshmallows de colores.
Las autoridades de salud pública continúan bajando el límite tolerable de ingesta diaria de azúcar añadido.
Una lista de “recomendaciones específicas para la prevención de la obesidad mediante la mejora de la salud del sistema circadiano”.
Consejos para los trabajadores con turnos irregulares para disminuir los efectos adversos de la disrupción del ritmo circadiano.
La exposición a luz fuerte sincroniza el reloj circadiano en nuestro cerebro, mientras que comer a ciertas horas sincroniza los relojes de nuestros genes en el resto del cuerpo.
Dependiendo de la hora, comer un mismo alimento puede duplicar el nivel de azúcar en sangre.