Cómo prevenir los cálculos renales con la dieta

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Estudios intervencionistas apoyan los datos poblacionales que demuestran que el consumo de proteína animal parece incrementar el riesgo de cálculos renales.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

Así es como se ve la superficie de un cálculo renal bajo un microscopio. Imagina a este cálculo raspando tu tracto urinario. Los cálculos renales afectan aproximadamente a una entre once personas en los Estados Unidos, aunque hace veinte años sólo afectaba a una cada veinte, lo que ha sido un incremento dramático en la prevalencia de esta enfermedad, la cual empezó a incrementar después de la Segunda Guerra Mundial. Se encontró una relación sorprendente entre la incidencia de cálculos y el consumo de proteína animal, lo cual fue nuestra primera pista de porqué se publicó en los años sesenta. Pero eso fue un estudio poblacional, así que no se pudo probar la causa y el efecto. Después, investigadores en Gran Bretaña hicieron un estudio intervencionista, añadieron proteína animal a su dieta, como por ejemplo una lata extra de atún a su dieta diaria y midieron los factores formadores de cálculos en su orina: cuánto calcio estaban orinando, la concentración de oxalate y ácido úrico en la orina antes y después de haber consumido la lata extra de atún. Su probabilidad de formar cálculos en general incrementó un 250% durante esos días donde añadieron la lata extra de pescado. Esa dieta alta en proteína animal fue suficiente para incrementar el consumo del americano promedio. El consumo promedio americano de carne parece incrementar el riesgo de cálculos renales.

¿Entonces qué pasa si no hay consumo de carne? Incluso a finales de los 70, sabíamos que el único factor dietético consistente asociado con los cálculos renales era la proteína animal. Cuanto mayor es la ingesta de proteína animal, más probable es que un individuo tenga varios cálculos, en lugar de un solo cálculo. En lo contrario, una dieta baja en proteína animal puede reducir bastante la probabilidad general de formar cálculos, lo cual puede explicar la aparente baja incidencia en sociedades vegetarianas. Entonces ser partidario por una dieta más vegetariana podría valer la pena como un medio para reducir el riesgo.

Pero no fue hasta el 2014 cuando vegetarianos de verdad fueron estudiados en detalle. Usando datos de admisiones hospitalarias, encontraron que los vegetarianos tenían un menor riesgo de ser hospitalizados por cálculos renales comparados a las personas que comían carne y entre los comedores de carne, un aumento en la ingesta del consumo de carne estuvo asociado con un riesgo más alto de desarrollar cálculos renales, mientras que un consumo alto de fruta fresca, fibra, y magnesio puede ayudar a reducir el riesgo. Podemos usar esta información para aconsejar al público sobre la prevención de la formación de los cálculos renales.

¿Qué consejo podríamos dar en términos de qué proteína animal es la peor? A pesar de pruebas convincentes de que el consumo de proteína animal excesivo aumenta el riesgo de la formación de los cálculos renales, el efecto que tienen las diferentes fuentes de proteína animal todavía no habían sido exploradas hasta este estudio publicado en 2014. La gente que forma cálculos renales son aconsejados comúnmente que restrinjan la ingesta de carne roja para disminuir el riesgo de formar cálculos, ¿pero qué pasa con el pollo y el pescado? No lo sabíamos hasta ahora. El salmón y el bacalao fueron comparados al pollo, a la carne de hamburguesa y al bistec. Encontraron que gramo por gramo, el pescado puede ser peor en términos de la producción del ácido único. Sin embargo, los efectos generales eran complejos. Las personas que forman cálculos deberían ser aconsejados a limitar la ingesta de todas las proteínas animales, y no limitarla solo un poquito. Sólo aquellos que disminuyen notablemente su ingesta de proteínas animales pueden esperar beneficiarse de estas recomendaciones dietéticas.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Millán.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Kempf EK via Wikimedia Commons.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

Así es como se ve la superficie de un cálculo renal bajo un microscopio. Imagina a este cálculo raspando tu tracto urinario. Los cálculos renales afectan aproximadamente a una entre once personas en los Estados Unidos, aunque hace veinte años sólo afectaba a una cada veinte, lo que ha sido un incremento dramático en la prevalencia de esta enfermedad, la cual empezó a incrementar después de la Segunda Guerra Mundial. Se encontró una relación sorprendente entre la incidencia de cálculos y el consumo de proteína animal, lo cual fue nuestra primera pista de porqué se publicó en los años sesenta. Pero eso fue un estudio poblacional, así que no se pudo probar la causa y el efecto. Después, investigadores en Gran Bretaña hicieron un estudio intervencionista, añadieron proteína animal a su dieta, como por ejemplo una lata extra de atún a su dieta diaria y midieron los factores formadores de cálculos en su orina: cuánto calcio estaban orinando, la concentración de oxalate y ácido úrico en la orina antes y después de haber consumido la lata extra de atún. Su probabilidad de formar cálculos en general incrementó un 250% durante esos días donde añadieron la lata extra de pescado. Esa dieta alta en proteína animal fue suficiente para incrementar el consumo del americano promedio. El consumo promedio americano de carne parece incrementar el riesgo de cálculos renales.

¿Entonces qué pasa si no hay consumo de carne? Incluso a finales de los 70, sabíamos que el único factor dietético consistente asociado con los cálculos renales era la proteína animal. Cuanto mayor es la ingesta de proteína animal, más probable es que un individuo tenga varios cálculos, en lugar de un solo cálculo. En lo contrario, una dieta baja en proteína animal puede reducir bastante la probabilidad general de formar cálculos, lo cual puede explicar la aparente baja incidencia en sociedades vegetarianas. Entonces ser partidario por una dieta más vegetariana podría valer la pena como un medio para reducir el riesgo.

Pero no fue hasta el 2014 cuando vegetarianos de verdad fueron estudiados en detalle. Usando datos de admisiones hospitalarias, encontraron que los vegetarianos tenían un menor riesgo de ser hospitalizados por cálculos renales comparados a las personas que comían carne y entre los comedores de carne, un aumento en la ingesta del consumo de carne estuvo asociado con un riesgo más alto de desarrollar cálculos renales, mientras que un consumo alto de fruta fresca, fibra, y magnesio puede ayudar a reducir el riesgo. Podemos usar esta información para aconsejar al público sobre la prevención de la formación de los cálculos renales.

¿Qué consejo podríamos dar en términos de qué proteína animal es la peor? A pesar de pruebas convincentes de que el consumo de proteína animal excesivo aumenta el riesgo de la formación de los cálculos renales, el efecto que tienen las diferentes fuentes de proteína animal todavía no habían sido exploradas hasta este estudio publicado en 2014. La gente que forma cálculos renales son aconsejados comúnmente que restrinjan la ingesta de carne roja para disminuir el riesgo de formar cálculos, ¿pero qué pasa con el pollo y el pescado? No lo sabíamos hasta ahora. El salmón y el bacalao fueron comparados al pollo, a la carne de hamburguesa y al bistec. Encontraron que gramo por gramo, el pescado puede ser peor en términos de la producción del ácido único. Sin embargo, los efectos generales eran complejos. Las personas que forman cálculos deberían ser aconsejados a limitar la ingesta de todas las proteínas animales, y no limitarla solo un poquito. Sólo aquellos que disminuyen notablemente su ingesta de proteínas animales pueden esperar beneficiarse de estas recomendaciones dietéticas.

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Nota del Doctor

Hacer nuestra orina más alcalina puede ayudar a prevenir la formación de los cálculos renales (e incluso puede ayudar a disolver los cálculos de ácido úrico) ¿Cómo puedes saber cuál es el pH de tu orina Mira mi vídeo Examinando tu dieta con la orina y el repollo morado.

El ácido úrico también puede cristalizarse en tus articulaciones, pero la buena noticia es que hay tratamientos naturales. Mira Tratamiento de la gota con una cereza encima y Tratar la gota con zumo de cereza.

Los cálculos renales son una razón más por la cual La proteína vegetal es preferible.

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