Cómo reforzar tu sistema inmune con alga wakame

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Comer ensalada de algas podría mejorar la eficacia de las vacunas y ayudar a tratar el herpes simple tipo I y II, el virus de Epstein-Barr y la culebrilla.

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La siguiente transcripción es una aproximación del audio contenido en el video. Para ver gráficos, imágenes o citas a los que el Doctor Greger refiere ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Ana Esquivel y Diana Montejano.

Todos los años, se cosechan miles de millones de algas, cuyo consumo “se ha vinculado con una menor incidencia de enfermedades crónicas”, tanto físicas como mentales. Por ejemplo, las mujeres que comen más algas durante el embarazo parecen tener menos depresión y menos síntomas de alergias estacionales. Sin embargo, el problema con estos estudios transversales correlacionales es que no pueden probar que haya causa y efecto. Puede ser que el consumo de algas no sea más que un indicador de que la gente en general está siguiendo “hábitos alimentarios tradicionales japoneses”, que tienen muchos factores que podrían proteger contra la enfermedad. Para saber con seguridad si las algas pueden modular la función inmune, hay que ponerlo a prueba.

Por lo general, los investigadores comienzan haciendo estudios in vitro, es decir, en un tubo de ensayo o una placa de petri, lo que hace que los experimentos sean más rápidos, más baratos y más fáciles. Por ejemplo, en un estudio se usaron ocho tipos de algas diferentes, las usaron para hacer tés y dejaron caer gotitas en una placa de petri que tenía células del sistema inmune humano. Estudios como este demostraron que el alga wakame, que es el tipo de alga que se usa en una ensalada de algas, puede cuadruplicar el potencial de replicación de las células T, que son una parte importante de nuestra defensa inmunitaria contra virus como el del herpes simple.

En realidad, nadie le dio algas a las personas con herpes hasta un estudio publicado en 2002. Los investigadores les dieron a personas con diferentes infecciones de herpes unos dos gramos por día de polvo de alga wakame puro, que es el equivalente de aproximadamente un cuarto de taza de ensalada de algas. “Los quince pacientes que tenían infecciones provocadas por el virus herpes” —incluido el virus del herpes tipo 1, que es el que causa úlceras bucales; el herpes tipo 2, que causa herpes genital; el herpes tipo 3, que causa la culebrilla y varicela; y el herpes tipo 4, también conocido como virus de Epstein-Barr, que causa mononucleosis— “experimentaron una disminución significativa o desaparición de los síntomas”, como puedes ver en el minuto 2:06 de mi video. En el estudio no hubo un grupo de control, pero ya que comer algas no tiene ninguna desventaja, ¿por qué no intentarlo?

Los investigadores también descubrieron que el alga wakame mejoraba la producción de anticuerpos, por lo que la pregunta es si podría ser útil para aumentar la eficacia de las vacunas. Los ancianos son especialmente vulnerables a tener gripe y a morir a causa de esa enfermedad. Mientras que la vacuna para la gripe puede ayudar, irónicamente, los ancianos son los que menos probabilidades tienen de obtener beneficios de ella, ya que la función inmune tiende a disminuir a medida que envejecemos. Así que los investigadores seleccionaron a 70 voluntarios de más de 60 años. Como puedes ver en el minuto 2:50 de mi video, el nivel de anticuerpos de referencia, en comparación con el del virus de la gripe, fue de aproximadamente 10 MGT. Lo que se busca en una vacuna es obtener una respuesta dos veces y media mayor, por lo que quisiéramos ver un nivel de anticuerpos de 25 MGT, como mínimo, para decir que es una respuesta efectiva. Sin embargo, la vacuna solo mejoró los niveles de 15 a 20 MGT. ¿Qué ocurrió después de que a los sujetos les dieran extracto de alga wakame todos los días durante un mes antes de que se colocaran la vacuna? Sus niveles pasaron de 30 a 35 MGT. Los investigadores usaron un extracto en pastilla, en lugar del alga en sí, para poder hacer este estudio aleatorizado controlado con placebo. Después de todo, es bastante difícil hacer una ensalada de algas que sea convincente como placebo.

“Se espera que las algas populares que consumen a diario en Japón, aunque casi desconocidas para el mundo fuera de los restaurantes japoneses, se consuman (…) con fines de inmunopotenciación” —es decir, para potenciar el sistema inmune— “y para atenuar la carga de las enfermedades infecciosas en los ancianos”.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagen: mroach via flickr. La imagen ha sido modificada

Video: Tyler McReynolds, Teetotalin LLC.

La siguiente transcripción es una aproximación del audio contenido en el video. Para ver gráficos, imágenes o citas a los que el Doctor Greger refiere ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Ana Esquivel y Diana Montejano.

Todos los años, se cosechan miles de millones de algas, cuyo consumo “se ha vinculado con una menor incidencia de enfermedades crónicas”, tanto físicas como mentales. Por ejemplo, las mujeres que comen más algas durante el embarazo parecen tener menos depresión y menos síntomas de alergias estacionales. Sin embargo, el problema con estos estudios transversales correlacionales es que no pueden probar que haya causa y efecto. Puede ser que el consumo de algas no sea más que un indicador de que la gente en general está siguiendo “hábitos alimentarios tradicionales japoneses”, que tienen muchos factores que podrían proteger contra la enfermedad. Para saber con seguridad si las algas pueden modular la función inmune, hay que ponerlo a prueba.

Por lo general, los investigadores comienzan haciendo estudios in vitro, es decir, en un tubo de ensayo o una placa de petri, lo que hace que los experimentos sean más rápidos, más baratos y más fáciles. Por ejemplo, en un estudio se usaron ocho tipos de algas diferentes, las usaron para hacer tés y dejaron caer gotitas en una placa de petri que tenía células del sistema inmune humano. Estudios como este demostraron que el alga wakame, que es el tipo de alga que se usa en una ensalada de algas, puede cuadruplicar el potencial de replicación de las células T, que son una parte importante de nuestra defensa inmunitaria contra virus como el del herpes simple.

En realidad, nadie le dio algas a las personas con herpes hasta un estudio publicado en 2002. Los investigadores les dieron a personas con diferentes infecciones de herpes unos dos gramos por día de polvo de alga wakame puro, que es el equivalente de aproximadamente un cuarto de taza de ensalada de algas. “Los quince pacientes que tenían infecciones provocadas por el virus herpes” —incluido el virus del herpes tipo 1, que es el que causa úlceras bucales; el herpes tipo 2, que causa herpes genital; el herpes tipo 3, que causa la culebrilla y varicela; y el herpes tipo 4, también conocido como virus de Epstein-Barr, que causa mononucleosis— “experimentaron una disminución significativa o desaparición de los síntomas”, como puedes ver en el minuto 2:06 de mi video. En el estudio no hubo un grupo de control, pero ya que comer algas no tiene ninguna desventaja, ¿por qué no intentarlo?

Los investigadores también descubrieron que el alga wakame mejoraba la producción de anticuerpos, por lo que la pregunta es si podría ser útil para aumentar la eficacia de las vacunas. Los ancianos son especialmente vulnerables a tener gripe y a morir a causa de esa enfermedad. Mientras que la vacuna para la gripe puede ayudar, irónicamente, los ancianos son los que menos probabilidades tienen de obtener beneficios de ella, ya que la función inmune tiende a disminuir a medida que envejecemos. Así que los investigadores seleccionaron a 70 voluntarios de más de 60 años. Como puedes ver en el minuto 2:50 de mi video, el nivel de anticuerpos de referencia, en comparación con el del virus de la gripe, fue de aproximadamente 10 MGT. Lo que se busca en una vacuna es obtener una respuesta dos veces y media mayor, por lo que quisiéramos ver un nivel de anticuerpos de 25 MGT, como mínimo, para decir que es una respuesta efectiva. Sin embargo, la vacuna solo mejoró los niveles de 15 a 20 MGT. ¿Qué ocurrió después de que a los sujetos les dieran extracto de alga wakame todos los días durante un mes antes de que se colocaran la vacuna? Sus niveles pasaron de 30 a 35 MGT. Los investigadores usaron un extracto en pastilla, en lugar del alga en sí, para poder hacer este estudio aleatorizado controlado con placebo. Después de todo, es bastante difícil hacer una ensalada de algas que sea convincente como placebo.

“Se espera que las algas populares que consumen a diario en Japón, aunque casi desconocidas para el mundo fuera de los restaurantes japoneses, se consuman (…) con fines de inmunopotenciación” —es decir, para potenciar el sistema inmune— “y para atenuar la carga de las enfermedades infecciosas en los ancianos”.

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Imagen: mroach via flickr. La imagen ha sido modificada

Video: Tyler McReynolds, Teetotalin LLC.

Nota del Doctor

¿Qué más puede hacer la ensalada de algas (además de ser deliciosa)? Mira mi video Ensalada de algas wakame para reducir la presión arterial.

Por lo general, los vegetales marinos son buenas fuentes de yodo, como explico en Suplementos de yodo antes, durante, y después del embarazo, y también podrían ser una de las razones de que las mujeres japonesas, tradicionalmente, tengan índices tan bajos de cáncer de mama.

¿Qué más se puede hacer para mejorar inmunidad? No te pierdas:

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