Los fitoestrógenos de la soja para los sofocos de la menopausia

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¿Es posible explicar por qué las mujeres japonesas tienen menos bochornos en la menopausia gracias a su consumo de soja?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Elizondo y Tatiana Fernández voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Cuando las mujeres llegan a la menopausia y sus ovarios dejan de funcionar, se presenta una caída del 95% en el nivel de estrógeno de su cuerpo. Esta es una buena noticia para el endometrio, que es el recubrimiento del útero. Porque de lo contrario, una constante señal de estrógeno eventualmente podría provocar cáncer de endometrio. De hecho, tal vez por eso evolucionamos para tener la menopausia: para proteger al útero del cáncer. Los niveles más bajos de estrógeno también son buenos para disminuir el riesgo de cáncer de mama. En las mujeres posmenopáusicas, los niveles relativamente altos de estrógeno en la sangre se asocian con un riesgo de más del doble de padecer cáncer de mama. Los niveles de estrógeno caen un 95% en la menopausia, pero no llegan a cero porque otros tejidos también pueden producir estrógeno, como lo hacen nuestras propias células grasas. Esto probablemente explica el aumento en el riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas obesas. Más tejido graso implica una mayor producción de estrógeno.

Recientemente hemos aprendido que los fitoestrógenos de soja pueden bloquear la producción de estrógeno; tanto así que al beber un vaso de leche de soja en cada comida se pueden reducir los niveles de estrógeno a la mitad en mujeres premenopáusicas. Pero los niveles de estrógeno en las mujeres posmenopáusicas ya están por debajo del 95% y debido a eso, muchas mujeres sufren de bochornos. ¿Podrían empeorar aún más los síntomas menopáusicos si se redujeran los niveles de estrógeno con soja?

El tratamiento con estrógenos es muy efectivo para reducir los síntomas menopáusicos. Desafortunadamente éste no solo tiene como desventaja el cáncer uterino, sino que también aumenta el riesgo de coágulos en la sangre, apoplejías y deterioro cognitivo. Ingerir compuestos de progesterona junto con estrógeno previene el cáncer de útero, pero aumenta el riesgo de ataques al corazón, accidente cerebrovascular, cáncer de mama, coágulos y demencia.

Entonces, ¿qué debe hacer una mujer? Bueno, la cifra que indica una prevalencia de bochornos de un 80% no es universal. En mujeres europeas y estadounidenses tal vez es de un 80 a un 85%, pero en lugares como Japón puede ser tan baja como de solo un 15%. De hecho, no hay ni siquiera una palabra que describa estos síntomas en japonés, lo que respalda lo relativamente raro que es. ¿Quizás son los fitoestrógenos de la soja los que estarían ayudando?

La relación entre la ingesta de productos de soja y la incidencia de bochornos fue examinada haciéndole un seguimiento a través del tiempo a mil mujeres japonesas antes de que comenzaran la menopausia para ver quiénes desarrollaban bochornos y quiénes no. Y aquellas mujeres que se alimentaban con 4 onzas de tofu al día parecieron reducir su riesgo a la mitad, en comparación con las mujeres que solo se alimentaron con una o dos onzas al día, sugiriendo que los productos de soja son protectores. Pero ¿tal vez la ingesta de soja en general es solo un indicador para una dieta más saludable?

Un estudio en China descubrió que el consumo de alimentos de plantas enteras en general parecía estar asociado con una disminución de los síntomas menopáusicos. Así que para confirmar si la soja era realmente algo especial era necesario ponerla a prueba.

Estudios como éste, con fitoestrógenos de soja en forma de pastillas, mostraron resultados extraordinarios; una disminución significativa en la presencia de bochornos, en su cantidad y su gravedad: del 100% de mujeres que sufrían bochornos al inicio del estudio, después de 3 meses, solo un 31% los continuó padeciendo. El número promedio de bochornos se redujo: desde aproximadamente 120 casos al mes hasta 12 casos al mes. Pero el problema con estudios como estos es que no hay un grupo de control para descartar el efecto placebo. Si observas todos los ensayos clínicos realizados con hormonas, te darás cuenta de que incluso las mujeres que recibieron las píldoras de azúcar (placebo) tuvieron una reducción de hasta un 60% en los bochornos a través de los años.

Es por eso que cualquier terapia que pretenda reducir estos síntomas debe evaluarse en ensayos ciegos versus un placebo ya que existe este gran efecto placebo y además debido a que los síntomas de la menopausia a menudo disminuyen por su cuenta a medida que pasa el tiempo.

Entonces, si viste un estudio como éste, donde a las mujeres les dio una proteína de soja en polvo y se vio una gran disminución en el número de bochornos en las siguientes 12 semanas, pensarás que es muy efectivo, pero ese es el grupo de los polvos de placebo. Aquí está lo que obtuvo el grupo de la soja, significativamente mejor que el placebo. Pero es importante reconocer lo poderoso que puede ser el efecto placebo. Durante los últimos 20 años, más de 50 estudios clínicos han evaluado los efectos de los alimentos y suplementos de soja para el alivio de los bochornos. Recopilando los mejores estudios, se observó que los grupos de placebo tuvieron una caída de un 20% en la severidad del bochorno y los grupos de soja aproximadamente lograron una caída de un 45%. Entonces en promedio, la soja tiene una ventaja de un 25% sobre el grupo de control.

Se han realizado dos estudios que compararon frente a frente los fitoestrógenos de la soja y las hormonas. Y en realidad al compararlos con los efectos de los placebos, uno de los estudios los mostró bastante similares en términos de reducción de los bochornos, dolor muscular y articular y sequedad vaginal. Sin embargo en el otro, la soja se desempeñó mejor que el placebo. Pero la terapia con estrógenos y progesterona funciono mejor que ambos. Pero la soja tiene el beneficio de no aumentar el riesgo de cáncer, enfermedades del corazón y apoplejías.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de la imagen: Frank Farm vía flickr. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Elizondo y Tatiana Fernández voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Cuando las mujeres llegan a la menopausia y sus ovarios dejan de funcionar, se presenta una caída del 95% en el nivel de estrógeno de su cuerpo. Esta es una buena noticia para el endometrio, que es el recubrimiento del útero. Porque de lo contrario, una constante señal de estrógeno eventualmente podría provocar cáncer de endometrio. De hecho, tal vez por eso evolucionamos para tener la menopausia: para proteger al útero del cáncer. Los niveles más bajos de estrógeno también son buenos para disminuir el riesgo de cáncer de mama. En las mujeres posmenopáusicas, los niveles relativamente altos de estrógeno en la sangre se asocian con un riesgo de más del doble de padecer cáncer de mama. Los niveles de estrógeno caen un 95% en la menopausia, pero no llegan a cero porque otros tejidos también pueden producir estrógeno, como lo hacen nuestras propias células grasas. Esto probablemente explica el aumento en el riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas obesas. Más tejido graso implica una mayor producción de estrógeno.

Recientemente hemos aprendido que los fitoestrógenos de soja pueden bloquear la producción de estrógeno; tanto así que al beber un vaso de leche de soja en cada comida se pueden reducir los niveles de estrógeno a la mitad en mujeres premenopáusicas. Pero los niveles de estrógeno en las mujeres posmenopáusicas ya están por debajo del 95% y debido a eso, muchas mujeres sufren de bochornos. ¿Podrían empeorar aún más los síntomas menopáusicos si se redujeran los niveles de estrógeno con soja?

El tratamiento con estrógenos es muy efectivo para reducir los síntomas menopáusicos. Desafortunadamente éste no solo tiene como desventaja el cáncer uterino, sino que también aumenta el riesgo de coágulos en la sangre, apoplejías y deterioro cognitivo. Ingerir compuestos de progesterona junto con estrógeno previene el cáncer de útero, pero aumenta el riesgo de ataques al corazón, accidente cerebrovascular, cáncer de mama, coágulos y demencia.

Entonces, ¿qué debe hacer una mujer? Bueno, la cifra que indica una prevalencia de bochornos de un 80% no es universal. En mujeres europeas y estadounidenses tal vez es de un 80 a un 85%, pero en lugares como Japón puede ser tan baja como de solo un 15%. De hecho, no hay ni siquiera una palabra que describa estos síntomas en japonés, lo que respalda lo relativamente raro que es. ¿Quizás son los fitoestrógenos de la soja los que estarían ayudando?

La relación entre la ingesta de productos de soja y la incidencia de bochornos fue examinada haciéndole un seguimiento a través del tiempo a mil mujeres japonesas antes de que comenzaran la menopausia para ver quiénes desarrollaban bochornos y quiénes no. Y aquellas mujeres que se alimentaban con 4 onzas de tofu al día parecieron reducir su riesgo a la mitad, en comparación con las mujeres que solo se alimentaron con una o dos onzas al día, sugiriendo que los productos de soja son protectores. Pero ¿tal vez la ingesta de soja en general es solo un indicador para una dieta más saludable?

Un estudio en China descubrió que el consumo de alimentos de plantas enteras en general parecía estar asociado con una disminución de los síntomas menopáusicos. Así que para confirmar si la soja era realmente algo especial era necesario ponerla a prueba.

Estudios como éste, con fitoestrógenos de soja en forma de pastillas, mostraron resultados extraordinarios; una disminución significativa en la presencia de bochornos, en su cantidad y su gravedad: del 100% de mujeres que sufrían bochornos al inicio del estudio, después de 3 meses, solo un 31% los continuó padeciendo. El número promedio de bochornos se redujo: desde aproximadamente 120 casos al mes hasta 12 casos al mes. Pero el problema con estudios como estos es que no hay un grupo de control para descartar el efecto placebo. Si observas todos los ensayos clínicos realizados con hormonas, te darás cuenta de que incluso las mujeres que recibieron las píldoras de azúcar (placebo) tuvieron una reducción de hasta un 60% en los bochornos a través de los años.

Es por eso que cualquier terapia que pretenda reducir estos síntomas debe evaluarse en ensayos ciegos versus un placebo ya que existe este gran efecto placebo y además debido a que los síntomas de la menopausia a menudo disminuyen por su cuenta a medida que pasa el tiempo.

Entonces, si viste un estudio como éste, donde a las mujeres les dio una proteína de soja en polvo y se vio una gran disminución en el número de bochornos en las siguientes 12 semanas, pensarás que es muy efectivo, pero ese es el grupo de los polvos de placebo. Aquí está lo que obtuvo el grupo de la soja, significativamente mejor que el placebo. Pero es importante reconocer lo poderoso que puede ser el efecto placebo. Durante los últimos 20 años, más de 50 estudios clínicos han evaluado los efectos de los alimentos y suplementos de soja para el alivio de los bochornos. Recopilando los mejores estudios, se observó que los grupos de placebo tuvieron una caída de un 20% en la severidad del bochorno y los grupos de soja aproximadamente lograron una caída de un 45%. Entonces en promedio, la soja tiene una ventaja de un 25% sobre el grupo de control.

Se han realizado dos estudios que compararon frente a frente los fitoestrógenos de la soja y las hormonas. Y en realidad al compararlos con los efectos de los placebos, uno de los estudios los mostró bastante similares en términos de reducción de los bochornos, dolor muscular y articular y sequedad vaginal. Sin embargo en el otro, la soja se desempeñó mejor que el placebo. Pero la terapia con estrógenos y progesterona funciono mejor que ambos. Pero la soja tiene el beneficio de no aumentar el riesgo de cáncer, enfermedades del corazón y apoplejías.

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Créditos de la imagen: Frank Farm vía flickr. La imagen ha sido modificada.

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Nota del Doctor

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