¿Qué especias combaten la inflamación?

De vez en cuando me encuentro con un estudio que tiene tanta información jugosa, que hago un video completo sobre él. Como en mis videos “¿Qué frutas combaten mejor el cáncer?”, “El mejor método de cocinar”, o ese estudio donde se comparan más de mil tipos de alimentos. Pues bien, este es uno de esos estudios

Un grupo de investigadores de la U of F Gainesville y Penn State, llevaron a cabo un elegante experimento. Sabemos con certeza que las hierbas y especias tienen unas de las más altas cantidades de actividad antioxidante conocidas, pero esto sólo se ha visto en un tubo de ensayo. Antes de que podamos saber si una hierba o especia tiene beneficios para la salud, es necesario primero determinar su nivel de biodisponibilidad. Esto nunca se ha hecho, hasta ahora.

Los científicos pudieron haber tomado el camino fácil y medir solamente el cambio en el nivel de antioxidantes en el torrente sanguíneo de una persona antes y después de la ingesta, pero el supuesto de que la aparición de actividad antioxidante en la sangre es un indicador de biodisponibilidad tiene un fallo. Puede que en realidad se absorba una cantidad mayor de la que pensamos, pero no aparece al medir el nivel de antioxidantes, porque las moléculas se encuentran unidas a proteínas o células. Por esta razón, los investigadores intentaron medir cambios fisiológicos en la sangre. Querían saber si “los compuestos absorbidos serían capaces de proteger a las células blancas contra un agente oxidante o una lesión inflamatoria”; si serían capaces de proteger a las hebras de nuestro ADN de rupturas provocadas por radicales libres. También se preguntaban si la ingesta de hierbas y especias podría alterar las respuestas celulares a la inflamación en presencia de un estímulo inflamatorio fisiológicamente relevante. ¿Qué significa todo esto?

Lo que hicieron fue hacer que un grupo de personas consumiera diferentes tipos de especias durante una semana. Hay tantos detalles realmente únicos en el diseño de este estudio, uno de ellos fue que la cantidad de especias que los voluntarios ingirieron se basó en los niveles que se consumirían habitualmente en alimentos reales. Por ejemplo, al grupo que comió orégano se le dio media cucharadita al día; los tipos de cantidades que, en práctica, la gente realmente consume de vez en cuando. Luego, al final de la semana, tomaron muestras de sangre del grupo de personas que había agregado pimienta negra a sus dietas durante esa semana y compararon los efectos de su sangre con los efectos de la sangre de las personas que consumieron cayena, o canela, o clavo, o comino. Tenían alrededor de 10 diferentes grupos de personas comiendo 10 especias diferentes.

Luego extrajeron el plasma de las muestras (la fracción líquida de la sangre) y lo pusieron en una placa de petri con células blancas humanas que habían sido expuestas a un estímulo inflamatorio. Los científicos querían escoger algo que causara una inflamación realmente significativa, así que eligieron colesterol oxidado, que es como lo que tendrías en el torrente sanguíneo después de comer algo como pollo frito. De modo que pusieron colesterol oxidado en las células blancas y después midieron la cantidad de TNF que estas produjeron en respuesta.

TNF (tumor necrosis factor), el factor de necrosis tumoral, es una potente citocina inflamatoria, infame por el papel que desempeña en enfermedades autoinmunes, como la enfermedad inflamatoria intestinal. En comparación con la sangre del grupo que no comió especias durante una semana, ¿fue la sangre de aquellos que comieron pimienta negra capaz de amortiguar significativamente la respuesta inflamatoria? No. ¿Qué pasó con las otras especias? El clavo, el jengibre, el romero, y la cúrcuma, fueron capaces de reducir significativamente la respuesta inflamatoria. Nótese que lo que los investigadores añadieron a la placa de petri con células blancas humanas no fueron las especias mismas, sino el plasma de las personas que las consumieron. Por lo tanto, este experimento representa lo que podría suceder cuando las células de nuestro cuerpo están expuestas a los niveles de especias que circulan en nuestro torrente sanguíneo después de la ingesta diaria normal. No megadosis en alguna píldora, sólo la cantidad que hace que tu salsa de espagueti sepa bien, o tu pastel de calabaza, o tu salsa de curry.

Existen medicamentos que pueden hacer lo mismo. Los factores de necrosis tumoral tienen un papel “tan importante como mediadores de las respuestas inflamatorias y de las enfermedades inflamatorias”, que hay fármacos en el mercado que pueden bloquear el TNF para tratar enfermedades inflamatorias -como la osteoartritis, enfermedad inflamatoria del intestino, psoriasis, espondilitis anquilosante- que, colectivamente, generan ganancias de más de $20 mil millones de dólares al año, porque las compañías farmaceúticas le cobran a la gente de $15000 a $20000 al año por estos medicamentos. A ese precio, los efectos secundarios deberían ser abrazos y arco iris. Pero no, estos fármacos tienen una etiqueta de advertencia de color negro debido a que pueden causar cosas como cáncer e insuficiencia cardiaca. Si tan sólo hubiera una solución más barata, más segura.

La curcumina, el pigmento amarillo de la cúrcuma, es una especia que es un poco más barata y más segura. Pero, ¿realmente funciona fuera de un tubo de ensayo? Existe evidencia de que puede ayudar en todas las enfermedades para las que se están utilizando actualmente bloqueadores de TNF. Así que, teniendo en cuenta factores tan importantes como la seguridad y el coste de la salud, esta especia de oro, la cúrcuma, puede ayudar a proporcionar la solución.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el video más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Leslie Salas y Adrián Bravo López.

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• S. S. Percival, J. P. V. Heuvel, C. J. Nieves, C. Montero, A. J. Migliaccio, J. Meadors. Bioavailability of herbs and spices in humans as determined by ex vivo inflammatory suppression and DNA strand breaks. J Am Coll Nutr. 2012 31(4):288 - 294.
• B. B. Aggarwal, S. C. Gupta, B. Sung. Curcumin: An orally bioavailable blocker of TNF and other pro-inflammatory biomarkers. Br. J. Pharmacol. 2013 169(8):1672 - 1692.

Imágenes gracias a SteamDave, Pacific Northwest National Laboratory – PNNL, Paolovalde, y Riy vía Flickr, y Saxluvr vía clker.com. Gracias a Ellen Reid por apoyarnos con su habilidad para encontrar imágenes, y a Jeff Thomas por su ayuda.

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