Why Do We Age?
A bacteria discovered on Easter Island may hold the key to the proverbial fountain of youth by producing rapamycin, which inhibits the engine-of-aging enzyme TOR.
A bacteria discovered on Easter Island may hold the key to the proverbial fountain of youth by producing rapamycin, which inhibits the engine-of-aging enzyme TOR.
El flujo de sangre dentro de los corazones de las personas con dietas bajas en carbohidratos fue comparado con aquellas que tenían dietas a base de plantas.
Tan sólo unas cuantas porciones pequeñas de frutos secos por semana podrían incrementar nuestra longevidad y reducir el riesgo de cáncer.
La ingesta de antioxidantes que provienen de los alimentos (y no de suplementos) se asocia con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
¿Qué papel ha jugado la inactividad en la epidemia de obesidad y cuánto ejercicio deberíamos estar haciendo?
Los consejos de que comamos pescado con mucha grasa, o tomemos aceite de pescado, para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, de apoplejía, o de mortalidad, ya no son respaldados por la cantidad de evidencia disponible.
What does the best available science say about the role multivitamins may play in heart disease, cancer, and longevity?
Ensayo controlado aleatorio que compara la seguridad y la eficacia de los medicamentos vs. la curcumina, el pigmento amarillo en la especia cúrcuma, para el tratamiento de la artritis reumatoide inflamatoria autoinmune.
Un solo huevo a la semana puede incrementar el riesgo de diabetes, que es la causa principal de amputaciones de extremidades inferiores, insuficiencia renal y nuevos casos de ceguera.
Many of our most common diseases found to be rare, or even nonexistent, among populations eating plant-based diets.
The consumption of phosphorus preservatives in junk food, and injected into meat, may damage blood vessels, accelerate the aging process, and contribute to osteoporosis.
Si los médicos pueden eliminar algunos de nuestros principales asesinos al tratar las causas subyacentes de la enfermedad crónica de mejor forma que casi cualquier otra intervención médica, ¿por qué no lo hacen más médicos?
Una de las razones por las que el consumo de soja está asociado con mayor supervivencia y tasas de recurrencia más bajas en pacientes con cáncer de mama, puede ser porque los fitonutrientes de la soja parecen mejorar la expresión de genes BRCA supresores de tumores.
El consumo de legumbres —frijoles, garbanzos, guisantes partidos y lentejas— puede ser el factor pronóstico alimentario más importante para una larga esperanza de vida. Pero ¿qué sucede con la preocupación sobre los gases intestinales?
Las dietas a base de plantas tienden a ser alcalinas. Esto puede ayudar a proteger la masa muscular, y reducir el riesgo de gota y cálculos renales. El pH de nuestra orina se puede estimar con pigmentos naturales, utilizando la química de la cocina.
Antes de los diez años, casi todos los niños tienen líneas de grasa en sus arterias. Este es el primer signo de ateroesclerosis, la principal causa de muerte en los Estados Unidos. Así que, el interrogante, para la mayoría de nosotros, no es si deberíamos comer sano para prevenir la enfermedad cardiaca, sino si queremos revertir la enfermedad cardiaca que probablemente ya tenemos.
Las dietas basadas en plantas pueden demostrar ser una estrategia nutricional útil en el control del crecimiento del cáncer, así como en la prolongación de la esperanza de vida, ya que son dietas bajas en metionina.
En solo tres semanas, hombres que comían pistachos experimentaron una mejora significativa en el flujo de sangre en el pene, acompañado de erecciones más firmes. Tal vez esto sea debido al antioxidante presente en los pistachos, la arginina, y el contenido de fitosteroles.
Dado que las arterias del pene tienen tan solo la mitad del tamaño de las arterias coronarias, la disfunción eréctil puede ser un predictor poderoso de eventos cardíacos como la muerte súbita.
Aquellos que comen dietas más a base de vegetales pueden tener naturalmente un sistema mejorado de defensas antioxidantes, para contrarrestar el daño en el ADN causado por los radicales libres producidos por el ejercicio de alta intensidad.
Two kiwi fruit an hour before bedtime may improve sleep quality and duration, without the side effects associated with sleeping pills.
Casi 5000 muertes por cáncer de mama al año pueden ser atribuidas al consumo leve de alcohol (hasta una sola bebida al día).
The story behind the first U.S. dietary recommendations report explains why, to this day, the decades of science supporting a more plant-based diet have yet to fully translate into public policy.
Lignan intake is associated with improved breast cancer survival in three recent population studies following a total of thousands of women after diagnosis.
La ingesta inadecuada de fibra parece ser un factor de riesgo para el cáncer de mama, lo cual explica por qué las mujeres con dietas a base de vegetales pueden tener un riesgo menor.
A similar exponential increase in carotid artery plaque buildup was found for smokers and egg eaters.
El inicio temprano de la pubertad en las niñas asociado con el consumo de proteína animal podría deberse a un químico contaminante que perturba el sistema endocrino que se encuentra en el suministro de carne.
Vitamin D3—sourced from sunlight exposure, animal, and plant sources—may be preferable to vitamin D2 sourced from fungi.
Prolonged daily sitting is associated with a shorter lifespan, even in those who exercise regularly. Standing and treadmill desks are two potential solutions for office workers.
Congenital IGF-1 deficiency can lead to Laron Syndrome (a type of dwarfism); but with such low growth hormone levels, those with the condition have dramatically lower cancer rates. This raises the question of whether one can achieve the best of both worlds—by ensuring adequate IGF-1 levels during childhood, while then suppressing excess growth promotion in adulthood.
Insulin-like growth factor (IGF-1) is a natural human growth hormone instrumental in normal growth during childhood, but in adulthood can promote abnormal growth—the proliferation, spread (metastasis), and invasion of cancer.
La muerte en los EE. UU. es, en gran medida, una enfermedad alimentaria. El Dr. Greger, enfocándose en estudios publicados durante el año anterior, en revistas médicas revisadas por pares, ofrece recomendaciones prácticas sobre cómo alimentarnos nosotros mismos y a nuestras familias, para prevenir, tratar e incluso revertir muchas de las 15 principales causas de muerte en los Estados Unidos.
One mechanism by which caloric restriction may extend one’s lifespan is by upregulating dehydroepiandrosterone (DHEA), the most abundant steroid hormone in the human body. DHEA supplements are discouraged, but there may be a natural way to conserve levels as we age.
Though our life expectancy is improving, our health expectancy is not. In fact we are living fewer years without serious disease and disability.
A competing risks analysis of the Harvard Nurses’ Health Study compares the danger of smoking cigarettes to the danger of animal product consumption (cholesterol), and the benefits of plant foods (fiber) to the benefits of exercise.
Given how vascular our kidneys are, it should comes as no surprise that animal protein, animal fat, and cholesterol are associated with declining kidney function (microalbuminurea—loss of protein in the urine), which can be an early warning sign not only for kidney failure, but also for heart disease and a shortened lifespan.
Inadequate fruit and vegetable intake may help explain the loss of immune function associated with aging that is linked to an increased risk of dying from pneumonia and influenza.
The consumption of dark fish (such as salmon, swordfish, bluefish, mackerel, and sardines) may increase our risk of atrial fibrillation—an irregular heartbeat rhythm associated with stroke, dementia, heart failure, and a shortened lifespan.
Monday, March 12, 2012: The Harvard Health Professionals Follow-up Study and the Harvard Nurses’ Health Study concluded that red meat consumption was associated with living a significantly shorter life—increased cancer mortality, increased heart disease mortality, and increased overall mortality.
Harvard study found that men and women eating low carb diets live significantly shorter lives, but what about the “eco-Atkins diet,” a plant-based, low carbohydrate diet?