Contaminación por microplástico y la seguridad del pescado

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¿Podrían llegar a tu torrente sanguíneo las partículas de plástico que ingieren los peces?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Elizondo y Viviana García voluntarios activos en NutritionFacts.org.

En 1869 se obtuvo la patente para una nueva sustancia que podía sustituir el marfil de elefante en la producción de bolas de billar. Y así, nació la industria del plástico. Irónicamente, lo que comenzó como una medida orientada a la conservación se ha convertido en un problema ambiental. Cientos de miles de toneladas de billones de diminutas partículas de plástico flotan ahora en la superficie marina. Así es como funciona, a partir de objetos plásticos, como botellas de agua, que se desintegran en piezas cada vez más pequeñas o a través de microesferas de plástico que fluyen de nuestros lavabos a las alcantarillas.

Las microesferas de plástico se usan a menudo como agentes de limpieza en productos de cuidado personal y cosméticos, como limpiadores faciales, geles de ducha y pastas dentales y hasta 94000 microesferas pueden desaparecer por el desagüe en un solo lavado. Después, con la pesca de arrastre en los océanos, se pueden encontrar las mismas esferas que se encuentran en los exfoliantes faciales. Todos los días, se arrojan miles de millones de microesferas a los hábitats acuáticos en los Estados Unidos, en cuyo territorio se emiten suficientes microesferas para envolver el planeta, de extremo a extremo, más de siete veces.

La razón por la cual esto puede ser un problema es que el plástico entonces acumula compuestos tóxicos del agua y luego los transporta, junto con cualquier químico originalmente en el plástico, a los organismos marinos, concentrando estos en la cadena alimenticia, lo que eventualmente termina en nuestros platos. Los efectos potencialmente peligrosos para los seres humanos incluyen evidentemente “alteraciones en los cromosomas que conducen a la infertilidad, la obesidad y el cáncer”.

Espera, retrocedamos y revisemos la evidencia. El plástico se introduce en los océanos, pero ¿en realidad en los peces? Sí, se ha demostrado que los microplásticos son ingeridos por los peces y otros mariscos. Pero entonces ¿estamos comiendo peces que comen plástico? Sí, estamos consumiendo peces que comen plástico. Pero ¿no eliminamos el plástico cuando defecamos?

En realidad, las micropartículas, lo suficientemente pequeñas, pueden ser absorbidas a través de la pared intestinal y entrar a nuestro torrente sanguíneo. Esta “absorción de micropartículas ingeridas en los tejidos del intestino delgado y en los órganos secundarios ha pasado de ser un fenómeno anecdótico a un proceso reconocido y cuantificable”. Pero eso pasa en roedores. Solo porque se ha demostrado en una variedad de animales de laboratorio, no se puede saber si sucede lo mismo en las personas… hasta que se pone a prueba. Lo más cercano que tenemos es el análisis de placentas humanas después del parto y lo que descubrieron los investigadores es que las micropartículas de plástico sí pueden cruzar la barrera placentaria, desde el torrente sanguíneo materno; por lo tanto, si las micropartículas de plástico pudieron llegar a la circulación de una mujer embarazada, también podrían llegar a la de su bebé.

La razón por la cual esto es preocupante es que los desechos plásticos pueden ser una fuente de sustancias químicas tóxicas, tanto los aditivos químicos en el plástico en sí, como los contaminantes que el plástico absorbe del agua que luego pueden ser liberados en el cuerpo. El BPA es uno de los aditivos químicos que puede provenir del propio plástico. Dado que se han medido las concentraciones de BPA en desechos plásticos, los microplásticos pueden ser una fuente importante de BPA en los mariscos, pero nadie lo había investigado realmente… hasta ahora, cuando se investigaron los niveles de BPA en las partes comestibles de los mariscos.

Sí, el pescado y los mariscos presentan uno de los niveles más altos de contaminación por BPA, pero ¿es solo porque analizaron productos de pescado enlatado como el atún y las sardinas? Los fabricantes pueden usar BPA directamente en el revestimiento de las latas de alimentos. Sí, el BPA también puede filtrarse del plástico en los océanos, causando una contaminación directa del pescado. De hecho, algunos argumentan que, esta contaminación ambiental del BPA en el pescado podría ser peor que el BPA de las latas mismas, pero no lo sabes… hasta que lo pones a prueba.

Aquí están los niveles de BPA que se encontraron en los mariscos enlatados. Se puede ver que los niveles más altos se encontraban en el atún, berberechos, sardinas y jaibas, pero todos estaban enlatados. Por lo tanto, no se sabe cuánto BPA es de la lata en comparación con el del marisco en sí… hasta que se analiza el marisco no enlatado. Y algunas veces descubrieron niveles aún más altos de BPA en algunos moluscos, almejas, lenguados y bacalaos frescos.

Eso no es bueno, ya que los químicos plásticos como el BPA son conocidos como disruptores endocrinos, es decir, disruptores hormonales comprobados. Y además de eso, los contaminantes liposolubles del agua de mar pueden adherirse a las superficies microplásticas y, potencialmente, pueden presentar un riesgo adicional, sobre el cual trataremos a continuación.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de la imágen: efes vía pixabay. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Elizondo y Viviana García voluntarios activos en NutritionFacts.org.

En 1869 se obtuvo la patente para una nueva sustancia que podía sustituir el marfil de elefante en la producción de bolas de billar. Y así, nació la industria del plástico. Irónicamente, lo que comenzó como una medida orientada a la conservación se ha convertido en un problema ambiental. Cientos de miles de toneladas de billones de diminutas partículas de plástico flotan ahora en la superficie marina. Así es como funciona, a partir de objetos plásticos, como botellas de agua, que se desintegran en piezas cada vez más pequeñas o a través de microesferas de plástico que fluyen de nuestros lavabos a las alcantarillas.

Las microesferas de plástico se usan a menudo como agentes de limpieza en productos de cuidado personal y cosméticos, como limpiadores faciales, geles de ducha y pastas dentales y hasta 94000 microesferas pueden desaparecer por el desagüe en un solo lavado. Después, con la pesca de arrastre en los océanos, se pueden encontrar las mismas esferas que se encuentran en los exfoliantes faciales. Todos los días, se arrojan miles de millones de microesferas a los hábitats acuáticos en los Estados Unidos, en cuyo territorio se emiten suficientes microesferas para envolver el planeta, de extremo a extremo, más de siete veces.

La razón por la cual esto puede ser un problema es que el plástico entonces acumula compuestos tóxicos del agua y luego los transporta, junto con cualquier químico originalmente en el plástico, a los organismos marinos, concentrando estos en la cadena alimenticia, lo que eventualmente termina en nuestros platos. Los efectos potencialmente peligrosos para los seres humanos incluyen evidentemente “alteraciones en los cromosomas que conducen a la infertilidad, la obesidad y el cáncer”.

Espera, retrocedamos y revisemos la evidencia. El plástico se introduce en los océanos, pero ¿en realidad en los peces? Sí, se ha demostrado que los microplásticos son ingeridos por los peces y otros mariscos. Pero entonces ¿estamos comiendo peces que comen plástico? Sí, estamos consumiendo peces que comen plástico. Pero ¿no eliminamos el plástico cuando defecamos?

En realidad, las micropartículas, lo suficientemente pequeñas, pueden ser absorbidas a través de la pared intestinal y entrar a nuestro torrente sanguíneo. Esta “absorción de micropartículas ingeridas en los tejidos del intestino delgado y en los órganos secundarios ha pasado de ser un fenómeno anecdótico a un proceso reconocido y cuantificable”. Pero eso pasa en roedores. Solo porque se ha demostrado en una variedad de animales de laboratorio, no se puede saber si sucede lo mismo en las personas… hasta que se pone a prueba. Lo más cercano que tenemos es el análisis de placentas humanas después del parto y lo que descubrieron los investigadores es que las micropartículas de plástico sí pueden cruzar la barrera placentaria, desde el torrente sanguíneo materno; por lo tanto, si las micropartículas de plástico pudieron llegar a la circulación de una mujer embarazada, también podrían llegar a la de su bebé.

La razón por la cual esto es preocupante es que los desechos plásticos pueden ser una fuente de sustancias químicas tóxicas, tanto los aditivos químicos en el plástico en sí, como los contaminantes que el plástico absorbe del agua que luego pueden ser liberados en el cuerpo. El BPA es uno de los aditivos químicos que puede provenir del propio plástico. Dado que se han medido las concentraciones de BPA en desechos plásticos, los microplásticos pueden ser una fuente importante de BPA en los mariscos, pero nadie lo había investigado realmente… hasta ahora, cuando se investigaron los niveles de BPA en las partes comestibles de los mariscos.

Sí, el pescado y los mariscos presentan uno de los niveles más altos de contaminación por BPA, pero ¿es solo porque analizaron productos de pescado enlatado como el atún y las sardinas? Los fabricantes pueden usar BPA directamente en el revestimiento de las latas de alimentos. Sí, el BPA también puede filtrarse del plástico en los océanos, causando una contaminación directa del pescado. De hecho, algunos argumentan que, esta contaminación ambiental del BPA en el pescado podría ser peor que el BPA de las latas mismas, pero no lo sabes… hasta que lo pones a prueba.

Aquí están los niveles de BPA que se encontraron en los mariscos enlatados. Se puede ver que los niveles más altos se encontraban en el atún, berberechos, sardinas y jaibas, pero todos estaban enlatados. Por lo tanto, no se sabe cuánto BPA es de la lata en comparación con el del marisco en sí… hasta que se analiza el marisco no enlatado. Y algunas veces descubrieron niveles aún más altos de BPA en algunos moluscos, almejas, lenguados y bacalaos frescos.

Eso no es bueno, ya que los químicos plásticos como el BPA son conocidos como disruptores endocrinos, es decir, disruptores hormonales comprobados. Y además de eso, los contaminantes liposolubles del agua de mar pueden adherirse a las superficies microplásticas y, potencialmente, pueden presentar un riesgo adicional, sobre el cual trataremos a continuación.

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Créditos de la imágen: efes vía pixabay. La imagen ha sido modificada.

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