El polvo de talco y los fibromas

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¿Qué papel juega la dieta y el talco de bebé en el desarrollo de fibromas y cáncer de ovario?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Vanessa Vega y Leslie Salas voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Si se selecciona aleatoriamente a un grupo de mujeres y se les realiza un ultrasonido en el útero, la mayoría de ellas tendrán tumores fibroides si tienen más de 50 años, y cuando digo “mayoría” me refiero a más del 80% de las mujeres afroamericanas y casi el 70% de las mujeres blancas. 50% de las mujeres blancas ya presentan fibromas a los 40 años y lo mismo podría decirse de las mujeres afroamericanas de entre 30 y 40 años.

Después de superar lo impactante que son estos números, la siguiente pregunta que surge es ¿por qué la disparidad racial? ¿Se trata de la dieta, el estrés, la exposición ambiental? Tal vez la causa de la disparidad racial podría darnos una pista sobre la causa de los fibromas. Por ejemplo, de acuerdo con el Estudio de Salud Femenina Afroamericana, las mujeres afroamericanas suelen consumir menos frutas y verduras, y las frutas y verduras parecen proteger contra los fibromas, especialmente los cítricos; aunque aparentemente no pasa lo mismo solo con el jugo de cítricos.

Es interesante. Si se miden los niveles de betacaroteno en muestras de tejido quirúrgico fresco de fibromas uterinos y tejido adyacente normal obtenido durante histerectomías, se encuentran concentraciones significativamente menores en los fibromas. De hecho, el betacaroteno ni siquiera fue detectable en la mitad de las muestras de fibromas. Lo mismo se observó en el caso del cáncer. La mayoría de los tejidos cancerosos probados tenían niveles indetectables de betacaroteno, en comparación con el tejido normal justo al lado del tumor. Entonces, ¿tal vez los niveles disminuidos de betacaroteno de alguna manera juegan un papel en causar estas condiciones? Suena un poco exagerado, sin embargo no lo podemos descartar hasta ponerlo a prueba. Pero nunca ha habido un estudio clínico aleatorizado y controlado sobre el efecto de las frutas y verduras en los fibromas, hasta… nunca. Se ha hecho una prueba aleatorizada y controlada con una fruta-verdura, el tomate, pero para la prevención de fibromas en la codorniz japonesa. Sin embargo, la mayoría de mis pacientes no son japonesas, ni tampoco son codornices.

La acción del licopeno, el pigmento rojo en los tomates, “en un modelo de un animal podría no representar con precisión la acción del licopeno en los humanos”. Y, de hecho, el Estudio de las Enfermeras de Harvard no encontró un vínculo aparente entre el consumo de licopeno y los fibromas. Entonces, las frutas y, al menos, las verduras verdes pueden tener un efecto protector, pero no lo sabremos con certeza hasta que se pongan a prueba.

La vitamina D podría ser otra posible razón por la cual las afroamericanas sufren desproporcionadamente de fibromas. Las mujeres con piel más oscura tienen más probabilidades de ser deficientes en vitamina D; hasta el 80% de las mujeres afroamericanas pueden tener niveles inadecuados de vitamina D, en comparación con solo 1 de cada 5 mujeres blancas.

La vitamina D inhibe la proliferación de las células de los fibromas, en una placa de Petri. Puede ser que reduzca los tumores en tu rata mascota, pero ¿qué pasa con las personas? Un estudio poblacional encontró que las mujeres con niveles suficientes de vitamina D en la sangre tienen 33% menos fibromas, lo que coincide con el hallazgo de que las mujeres que reportan mucha exposición al sol también parecen estar protegidas. Pero hasta que haya un estudio clínico intervencionista en donde las participantes sean asignadas al azar a un grupo en donde se les administre vitamina D o a un grupo placebo, no sabremos con certeza si la vitamina D desempeña un papel en la prevención o el tratamiento de fibromas.

Las mujeres afroamericanas también son más propensas a rociar talco de bebé en sus genitales, el cual puede no solo duplicar la probabilidad de desarrollar fibromas, sino que también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, el cáncer ginecológico más mortal. Memorandos internos muestran que Johnson & Johnson sabía sobre el riesgo de cáncer, pero aún así decidió que los afroamericanos serían su nicho de mercado. “Piense en nosotros”, decía Johnson & Johnson, “como amigos de la familia de toda la vida”, una vida acortada, quizás, por su talco de bebé, o al menos eso fue lo que dijo un jurado, que recientemente le otorgó a una familia $110 millones por daños y perjuicios. Además de los $200 millones en veredictos del año pasado, con miles de demandas pendientes luego de que los memorandos internos revelaran que desde hace décadas, sus propios toxicólogos contratados advirtieron a la compañía que hay múltiples estudios que muestran un vínculo cancerígeno. Cualquiera que niegue tal riesgo sin duda será percibido por el público de la misma manera que aquellos que negaron un vínculo entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón: “Negando lo que es obvio, a pesar de tener todas las pruebas en contra”.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Iconos creados por Anniliese Ahrens del The Noun Project.

Crédito de la imagen: Mike Mozart vía Flickr. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Vanessa Vega y Leslie Salas voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Si se selecciona aleatoriamente a un grupo de mujeres y se les realiza un ultrasonido en el útero, la mayoría de ellas tendrán tumores fibroides si tienen más de 50 años, y cuando digo “mayoría” me refiero a más del 80% de las mujeres afroamericanas y casi el 70% de las mujeres blancas. 50% de las mujeres blancas ya presentan fibromas a los 40 años y lo mismo podría decirse de las mujeres afroamericanas de entre 30 y 40 años.

Después de superar lo impactante que son estos números, la siguiente pregunta que surge es ¿por qué la disparidad racial? ¿Se trata de la dieta, el estrés, la exposición ambiental? Tal vez la causa de la disparidad racial podría darnos una pista sobre la causa de los fibromas. Por ejemplo, de acuerdo con el Estudio de Salud Femenina Afroamericana, las mujeres afroamericanas suelen consumir menos frutas y verduras, y las frutas y verduras parecen proteger contra los fibromas, especialmente los cítricos; aunque aparentemente no pasa lo mismo solo con el jugo de cítricos.

Es interesante. Si se miden los niveles de betacaroteno en muestras de tejido quirúrgico fresco de fibromas uterinos y tejido adyacente normal obtenido durante histerectomías, se encuentran concentraciones significativamente menores en los fibromas. De hecho, el betacaroteno ni siquiera fue detectable en la mitad de las muestras de fibromas. Lo mismo se observó en el caso del cáncer. La mayoría de los tejidos cancerosos probados tenían niveles indetectables de betacaroteno, en comparación con el tejido normal justo al lado del tumor. Entonces, ¿tal vez los niveles disminuidos de betacaroteno de alguna manera juegan un papel en causar estas condiciones? Suena un poco exagerado, sin embargo no lo podemos descartar hasta ponerlo a prueba. Pero nunca ha habido un estudio clínico aleatorizado y controlado sobre el efecto de las frutas y verduras en los fibromas, hasta… nunca. Se ha hecho una prueba aleatorizada y controlada con una fruta-verdura, el tomate, pero para la prevención de fibromas en la codorniz japonesa. Sin embargo, la mayoría de mis pacientes no son japonesas, ni tampoco son codornices.

La acción del licopeno, el pigmento rojo en los tomates, “en un modelo de un animal podría no representar con precisión la acción del licopeno en los humanos”. Y, de hecho, el Estudio de las Enfermeras de Harvard no encontró un vínculo aparente entre el consumo de licopeno y los fibromas. Entonces, las frutas y, al menos, las verduras verdes pueden tener un efecto protector, pero no lo sabremos con certeza hasta que se pongan a prueba.

La vitamina D podría ser otra posible razón por la cual las afroamericanas sufren desproporcionadamente de fibromas. Las mujeres con piel más oscura tienen más probabilidades de ser deficientes en vitamina D; hasta el 80% de las mujeres afroamericanas pueden tener niveles inadecuados de vitamina D, en comparación con solo 1 de cada 5 mujeres blancas.

La vitamina D inhibe la proliferación de las células de los fibromas, en una placa de Petri. Puede ser que reduzca los tumores en tu rata mascota, pero ¿qué pasa con las personas? Un estudio poblacional encontró que las mujeres con niveles suficientes de vitamina D en la sangre tienen 33% menos fibromas, lo que coincide con el hallazgo de que las mujeres que reportan mucha exposición al sol también parecen estar protegidas. Pero hasta que haya un estudio clínico intervencionista en donde las participantes sean asignadas al azar a un grupo en donde se les administre vitamina D o a un grupo placebo, no sabremos con certeza si la vitamina D desempeña un papel en la prevención o el tratamiento de fibromas.

Las mujeres afroamericanas también son más propensas a rociar talco de bebé en sus genitales, el cual puede no solo duplicar la probabilidad de desarrollar fibromas, sino que también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, el cáncer ginecológico más mortal. Memorandos internos muestran que Johnson & Johnson sabía sobre el riesgo de cáncer, pero aún así decidió que los afroamericanos serían su nicho de mercado. “Piense en nosotros”, decía Johnson & Johnson, “como amigos de la familia de toda la vida”, una vida acortada, quizás, por su talco de bebé, o al menos eso fue lo que dijo un jurado, que recientemente le otorgó a una familia $110 millones por daños y perjuicios. Además de los $200 millones en veredictos del año pasado, con miles de demandas pendientes luego de que los memorandos internos revelaran que desde hace décadas, sus propios toxicólogos contratados advirtieron a la compañía que hay múltiples estudios que muestran un vínculo cancerígeno. Cualquiera que niegue tal riesgo sin duda será percibido por el público de la misma manera que aquellos que negaron un vínculo entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón: “Negando lo que es obvio, a pesar de tener todas las pruebas en contra”.

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Crédito de la imagen: Mike Mozart vía Flickr. La imagen ha sido modificada.

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Nota del Doctor

Puedes ver cómo comencé este video describiendo los efectos de la dieta y los suplementos en los tumores fibroides, pero luego me desvié con esa aterradora tangente sobre el cáncer de ovario. Me alegra haberlo hecho. ¡Vaya historia! No me extraña que las corporaciones estén trabajando arduamente para que se apruebe una reforma de responsabilidad extracontractual que limite la cantidad de daños que tienen que pagar por su negligencia o malversación. Si recuerdas, fue una serie de casos judiciales en los que también salieron a la luz comunicaciones internas de la industria tabacalera. Para más información sobre esa historia ve:

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