A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Leonardo Alanís y Leslie Salas voluntarios activos en NutritionFacts.org.
Esta nueva revisión sistemática sobre la ingesta de frutos rojos y sus pigmentos de colores llamativos, llamados antocianinas, señala que cuatro de cada cinco estudios sugieren que una mayor ingesta de frutos rojos está asociada significativamente con una reducción del riesgo de la enfermedad coronaria (la principal causa de muerte entre hombres y mujeres) de entre el 12 y el 32%. Ese rango inferior es de estudios de personas mayores; mientras que se observó una mayor reducción del riesgo en poblaciones más jóvenes. Entonces, cuanto antes comencemos a comer frutos rojos, ¿mejor? Y quizás cuanto más, mejor, pues también se observó una disminución del 47% en el riesgo de ataques cardiacos para el 10% de los participantes que consumían más frutos rojos. Es casi una relación uno a uno: por cada aumento de 15 mg al día, una disminución del 17% en el riesgo. Entonces, ¿cómo puedes obtener 100 mg al día? Comiendo menos de media taza de arándanos al día, que es mi recomendación en la Docena Diaria para la ingesta de frutos rojos.
Pero, ¿a qué se debe la disminución en el riesgo? ¿Qué tienen que ver los frutos rojos con el corazón? Se han realizado más de 20 ensayos controlados aleatorizados poniendo a los frutos rojos a prueba en más de 1000 personas. Los estudios reportan que los frutos rojos ayudan a controlar el colesterol malo, la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre, el peso corporal, la diabetes y la inflamación. Ahora, muchos alimentos de origen vegetal tienen propiedades similares. ¿Tienen algo especial los frutos rojos? Todos los alimentos integrales de origen vegetal tienen fibra. La fibra reduce el colesterol. Pero incluso el té de arándano puede reducir el colesterol, incluso en niños que están genéticamente predispuestos tener altos niveles de colesterol.
Solíamos pensar que solo 1 de cada 500 personas tenía este gen del colesterol alto, pero ahora nos damos cuenta de que puede ser tanto como 1 de cada 250. Aun así, para los otros 249 que piensan que tener el colesterol alto es algo normal en sus familias, es más probable que más bien se trate de malos hábitos alimenticios que han ido pasando de generación en generación. Ahora veamos qué pasa en el caso de los niños que tienen el gen cuando toman té de arándano. El té consiste simplemente en arándanos en polvo en una bolsa de té sumergida en agua caliente por cinco minutos, así que ni siquiera están consumiendo el alimento integral. Bueno, como puedes imaginarte, el que el agua se vuelva azul significa que los pigmentos de los arándanos se filtran en el agua. Y, en efecto, la capacidad antioxidante en sus torrentes sanguíneos aumentó durante los seis meses que estuvieron en el estudio.
Hay dos cosas que hay que notar aquí. En primer lugar, no se observaron cambios en el grupo de control, como se esperaba. Pero también hay que tener en cuenta que el té tardó tres meses para tener un efecto significativo y que, luego, seis meses de que los participantes dejaron de tomar el té, estaban de vuelta a donde empezaron. De acuerdo, pero ¿qué pasó con sus niveles de colesterol? No hubo cambios reales en el grupo de control, mientras que se observó una disminución del 30% en el LDL en grupo del té. Es aproximadamente el efecto que se vería si los niños hubieran tomado estatinas y, en su lugar, solo tuvieron que beber un delicioso té. Pero, por supuesto, cuando dejaron de tomar el té, su colesterol regresó a sus niveles originales.
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