¿Protege el pan de centeno contra el cáncer?

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Los lignanos presentes en el centeno podrían explicar por qué la ingesta de centeno se asocia con un menor riesgo de cáncer de mama y próstata.

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En vídeos anteriores,  he explorado los efectos beneficiosos de las semillas de lino en el cáncer de próstata, así como también en la prevención y la supervivencia del cáncer de mama. Se cree que esta acción protectora se debe a los lignanos presentes en las semillas de lino, que son compuestos vegetales anticancerígenos que se encuentran en el vino tinto, cereales integrales, verduras de hoja verde (vegetales crucíferos) pero especialmente en las semillas de sésamo y en las semillas de lino, la fuente mas concentrada de lignanos del planeta. Pero esto es por unidad de peso. La gente come muchos más cereales que semillas.

Y de los cereales que más come la gente, el que tiene mayor concentración de lignanos es el centeno. De manera que surge la pregunta, puede el consumo de centeno disminuir el riesgo de cáncer de mama? Teóricamente sí, pero a diferencia de las semillas de lino, del centeno no se han hecho estudios.

Si se miden los niveles de lignanos en sangre de mujeres que viven en una región donde se come gran cantidad de centeno, las probabilidades de tener cáncer de mama parecen reducirse a la mitad para las mujeres con los niveles más altos. Pero los lignanos también se encuentran en el té y las bayas, de manera que no se puede estar seguro de donde venía la protección. Por lo tanto, los investigadores decidieron medir los metabolitos de alquilresorcinol, una clase de fitonutrientes relativamente únicos a los cereales integrales. Recogieron orina de mujeres con y sin cáncer de mama, y las afectadas por el cáncer de mama tenían niveles significativamente más bajos que las mujeres sin cáncer de mama, ya fueran omnívoras o vegetarianas. Esto sugiere que las mujeres con mayor riesgo de cáncer de mama consumen cantidades significativamente menores de cereales integrales como el centeno.

Pero si se estudian mujeres mayores, de entre 50 a 60 años de edad, no se ve asociación entre la ingesta de cereales integrales y el riesgo de cáncer de mama. Resultados similares se encontraron en hombres mayores; el consumo de cereales integrales en personas de entre 50 y 60 años, no parece estar relacionado con el riesgo de cáncer de próstata. ¿Significa esto, que a esa edad ya es demasiado?

Bueno, sabemos de estudios sobre los productos lácteos que la dieta en las primeras etapas de la vida puede ser importante en el desarrollo del cáncer de próstata, especialmente alrededor de la pubertad, cuando la próstata crece y madura. Y, si volvemos hacia atrás y observamos lo que estos hombres bebían durante en su adolescencia, parece que el consumo diario de leche triplica el riesgo de padecer cáncer de próstata avanzado más tarde en la vida. Considerando esto, los investigadores estudiaron el consumo diario de pan de centeno durante la adolescencia y, de hecho se vio que, aquellos que consumían diariamente pan de centeno de niños,  podrían haber reducido a la mitad las probabilidades de sufrir cáncer de próstata avanzado. Esto es consistente con los estudios de inmigrantes que sugieren que las dos primeras décadas de vida pueden ser las más importantes para establecer el patrón del desarrollo de cáncer en etapas posteriores de la vida.

Ciertamente esto es importante para saber cómo debemos alimentar a nuestros hijos, pero si ya somos de mediana edad, ¿es demasiado tarde para cambiar de rumbo de nuestra salud? Para responder a esta pregunta, investigadores de Suecia hicieron un estudio. ¿Qué tal si escogemos hombres que ya tienen cáncer de próstata y los dividimos en dos grupos? La mitad de ellos consumen un montón de pan de centeno; la otra mitad consume un montón de pan de trigo de alto contenido de fibra, pero bajo de lignanos, y vemos qué pasa. Ha habido alguna evidencia indirecta de que el centeno puede tener cierta acción contra el cáncer de próstata, como indices de cáncer más bajos en regiones con alto consumo de centeno, pero nunca se había investigado directamente, hasta este estudio.

Se hicieron biopsias de sus tumores antes y después de tres semanas de comer pan, y se contó el número de células cancerosas que estaban muriendo. No hubo cambio en la depuración de células cancerosas del grupo de control, pero si un aumento del 180%  del número de células cancerígenas que estaban siendo destruidas/eliminadas en el grupo de pan de centeno. Un estudio posterior de seguimiento de seis semanas encontró una disminución del 14% en los niveles de PSA, un marcador de cáncer que sugiere una contracción del tumor.

Después se dieron cuenta de que se habían usado cantidades demasiado grandes del pan de centeno, y sigue por tanto sin determinarse si su consumo en niveles más normales tendría efectos de importancia clínica. Como típico americano (con sangre roja en las venas), mi ignorancia del sistema métrico hizo que no me diera cuenta de que 485 gramos de pan de centeno al día es algo fuera de lo común, ¡ya que eso se traduce en 15 rebanadas al día!  En vez de tener que comer una hogaza entera de pan al día, podemos encontrar la misma cantidad de lignanos se en una sola cucharadita de semillas de lino molido.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes, y citas a las que el Dr. Greger se refiere, ver el video anterior. Esto es sólo una aproximación del audio aportado por Katie Schloer.

Por favor considere la posibilidad de ser voluntario para ayudar a esta página

 

Nuestro agradecimientos por las imágenes a Carolannie via Flickr.

En vídeos anteriores,  he explorado los efectos beneficiosos de las semillas de lino en el cáncer de próstata, así como también en la prevención y la supervivencia del cáncer de mama. Se cree que esta acción protectora se debe a los lignanos presentes en las semillas de lino, que son compuestos vegetales anticancerígenos que se encuentran en el vino tinto, cereales integrales, verduras de hoja verde (vegetales crucíferos) pero especialmente en las semillas de sésamo y en las semillas de lino, la fuente mas concentrada de lignanos del planeta. Pero esto es por unidad de peso. La gente come muchos más cereales que semillas.

Y de los cereales que más come la gente, el que tiene mayor concentración de lignanos es el centeno. De manera que surge la pregunta, puede el consumo de centeno disminuir el riesgo de cáncer de mama? Teóricamente sí, pero a diferencia de las semillas de lino, del centeno no se han hecho estudios.

Si se miden los niveles de lignanos en sangre de mujeres que viven en una región donde se come gran cantidad de centeno, las probabilidades de tener cáncer de mama parecen reducirse a la mitad para las mujeres con los niveles más altos. Pero los lignanos también se encuentran en el té y las bayas, de manera que no se puede estar seguro de donde venía la protección. Por lo tanto, los investigadores decidieron medir los metabolitos de alquilresorcinol, una clase de fitonutrientes relativamente únicos a los cereales integrales. Recogieron orina de mujeres con y sin cáncer de mama, y las afectadas por el cáncer de mama tenían niveles significativamente más bajos que las mujeres sin cáncer de mama, ya fueran omnívoras o vegetarianas. Esto sugiere que las mujeres con mayor riesgo de cáncer de mama consumen cantidades significativamente menores de cereales integrales como el centeno.

Pero si se estudian mujeres mayores, de entre 50 a 60 años de edad, no se ve asociación entre la ingesta de cereales integrales y el riesgo de cáncer de mama. Resultados similares se encontraron en hombres mayores; el consumo de cereales integrales en personas de entre 50 y 60 años, no parece estar relacionado con el riesgo de cáncer de próstata. ¿Significa esto, que a esa edad ya es demasiado?

Bueno, sabemos de estudios sobre los productos lácteos que la dieta en las primeras etapas de la vida puede ser importante en el desarrollo del cáncer de próstata, especialmente alrededor de la pubertad, cuando la próstata crece y madura. Y, si volvemos hacia atrás y observamos lo que estos hombres bebían durante en su adolescencia, parece que el consumo diario de leche triplica el riesgo de padecer cáncer de próstata avanzado más tarde en la vida. Considerando esto, los investigadores estudiaron el consumo diario de pan de centeno durante la adolescencia y, de hecho se vio que, aquellos que consumían diariamente pan de centeno de niños,  podrían haber reducido a la mitad las probabilidades de sufrir cáncer de próstata avanzado. Esto es consistente con los estudios de inmigrantes que sugieren que las dos primeras décadas de vida pueden ser las más importantes para establecer el patrón del desarrollo de cáncer en etapas posteriores de la vida.

Ciertamente esto es importante para saber cómo debemos alimentar a nuestros hijos, pero si ya somos de mediana edad, ¿es demasiado tarde para cambiar de rumbo de nuestra salud? Para responder a esta pregunta, investigadores de Suecia hicieron un estudio. ¿Qué tal si escogemos hombres que ya tienen cáncer de próstata y los dividimos en dos grupos? La mitad de ellos consumen un montón de pan de centeno; la otra mitad consume un montón de pan de trigo de alto contenido de fibra, pero bajo de lignanos, y vemos qué pasa. Ha habido alguna evidencia indirecta de que el centeno puede tener cierta acción contra el cáncer de próstata, como indices de cáncer más bajos en regiones con alto consumo de centeno, pero nunca se había investigado directamente, hasta este estudio.

Se hicieron biopsias de sus tumores antes y después de tres semanas de comer pan, y se contó el número de células cancerosas que estaban muriendo. No hubo cambio en la depuración de células cancerosas del grupo de control, pero si un aumento del 180%  del número de células cancerígenas que estaban siendo destruidas/eliminadas en el grupo de pan de centeno. Un estudio posterior de seguimiento de seis semanas encontró una disminución del 14% en los niveles de PSA, un marcador de cáncer que sugiere una contracción del tumor.

Después se dieron cuenta de que se habían usado cantidades demasiado grandes del pan de centeno, y sigue por tanto sin determinarse si su consumo en niveles más normales tendría efectos de importancia clínica. Como típico americano (con sangre roja en las venas), mi ignorancia del sistema métrico hizo que no me diera cuenta de que 485 gramos de pan de centeno al día es algo fuera de lo común, ¡ya que eso se traduce en 15 rebanadas al día!  En vez de tener que comer una hogaza entera de pan al día, podemos encontrar la misma cantidad de lignanos se en una sola cucharadita de semillas de lino molido.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes, y citas a las que el Dr. Greger se refiere, ver el video anterior. Esto es sólo una aproximación del audio aportado por Katie Schloer.

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Nuestro agradecimientos por las imágenes a Carolannie via Flickr.

Nota del Doctor

¿Qué era eso de la leche y el cáncer de próstata? Vea mi vídeo Cáncer de Próstata y Leche Orgánica vs. Leche de Almendra.

Aquí está mi serie de vídeos sobre el papel de las semillas de lino en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama:

     Semillas de Lino y Prevención del Cáncer de Mama
     Supervivencia del cáncer de mama y consumo de lignanos
     Semillas de lino y Supervivencia del Cáncer de Mama Evidencias Epidemiológicas
     Sermillas de lino y Supervivencia del Cáncer de Mama: Evidencia Clínica

Las semillas de lino puede que también ayuden con el dolor de seno menstrual (semillas de lino para el dolor de seno), cáncer de próstata (lino vs cáncer de próstata), diabetes (semillas de lino vs diabetes) e hipertensión (semillas de lino para la hipertensión).

Más sobre las maravillas de los cereales integrales en:

     Los cereales integrales pueden funcionar tan bien como los medicamentos
     ¿Puede la avena revertir la Enfermedad cardíaca?
     ¿Puede la avena ayudar a la enfermedad de hígado graso?

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