Consumo de pescado y suicidio

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El contenido de mercurio en el pescado podría ayudar a explicar la conexión entre su consumo y las enfermedades mentales, la depresión y el suicidio.

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La depresión es una enfermedad mental seria y común, causante de la mayoría de suicidios; pero como ya traté previamente, se ha encontrado que el consumo de frutas, vegetales y antioxidantes ocurrentes de manera natural en los alimentos, está relacionado con una protección a la depresión. Por lo tanto, se ha concluído que es posible tanto prevenir la depresión, como disminuir sus efectos negativos mediante una intervención dietética. 

Pero no tan rápido. Este fue un estudio transversal, lo cual significa que es como una instantánea en el tiempo. Por lo tanto, no puede determinarse si una dieta pobre antecede al desarrollo de la depresión o si la depresión causa un empobrecimiento alimenticio. La depresión y los tratamientos para esta pueden afectar tanto tu apetito, como qué comes. Quizá las personas que se creen una basura, comen basura, en vez de lo contrario. Lo que se necesita es un estudio prospectivo, un ensayo longitudinal en el tiempo, donde comienzas con personas que no estaban deprimidas y las estudias durante 6 años, y aquellos con mayores niveles de carotenoides en su sangre, lo cual es considerado un buen indicador de consumo de frutas y verduras, presentaron un riesgo un 28% menor de contraer depresión con el paso del tiempo. Así, los investigadores concluyeron que tener niveles bajos de estos sanos fitonutrientes podría predecir el desarrollo de nuevos síntomas de depresión, ¿pero y qué pasa con el suicidio?

Un millón de personas se suicidan cada año en todo el mundo. En esta comparación de países europeos, Grecia tiene la tasa más baja de suicidios. Tal vez sea a causa de su clima agradable, pero también puede tener que ver con su alimentación. 10.000 personas la han seguido durante años, y aquellos que mantienen una dieta mediterránea tienen menos probabilidades de contraer depresión. ¿Qué tiene esta dieta que la hace preventiva? No se trata ni del vino tinto, ni del pescado; se trata de la fruta, los frutos secos, las legumbres y un ratio mayor de grasa de origen vegetal contra animal. A la inversa, una tendencia significativamente negativa fue observada con el consumo de lácteos y carnes. 

Un patrón alimenticio protector similar fue encontrado en Japón; un alto consumo de verduras, frutas, hongos y productos de soja fue asociado con una disminución de los síntomas de depresión. No se caracterizaba con un alto consumo de pescado y marisco. 100.000 hombres y mujeres japoneses fueron estudiados durante hasta 10 años, y no se mostró evidencia de que un mayor consumo de pescado o de omega 3 (DHA y EPA) de cadena larga fueran un factor de protección contra el suicidio. De hecho, hallaron un riesgo significativamente más elevado de suicidio entre hombres abstemios con un alto consumo de pescado y marisco, ricos en omega 3. Tal vez haya sido una coincidencia, pero se halló un resultado similar en el Mediterráneo. Un alto consumo de pescado (de base) junto con un aumento en su consumo fueron asociados con un incremento en el riesgo de padecer problemas mentales. 

Una posible explicación podría ser el contenido de mercurio en el pescado. Una acumulación de mercurio podría aumentar el riesgo de sufrir depresión. Sabemos que el mercurio en el pescado puede provocar daños neurológicos, tales como efectos negativos en la enfermedad del Alzheimer, pérdida de memoria, y autismo, así como también depresión. 

Por lo tanto, el mayor riesgo de suicidio entre las personas que consumen una mayor cantidad de pescado podría ser atribuido a los efectos nocivos del mercurio en el pescado. 

El cohorte de estudios de Harvard obtuvo resultados similares; cientos de miles seguidos por hasta 20 años, y en ninguno hay evidencia de que el consumo de aceite de pescado o el consumo de pescado disminuyan el riesgo de suicidio, sino que reflejan una tendencia al suicidio aún mayor

¿Y qué sucede con el tratamiento para la depresión? Ni el EPA ni el DHA han demostrado mayor efectividad que un placebo, y lo mismo ocurre con todos los ensayos clínicos realizados hasta la fecha. Solíamos pensar que los suplementos de omega-3 eran beneficiosos, pero muchos de los nuevos estudios han inclinado la balanza hacia el otro lado. Parece que la eficacia que se observa en casi todas las publicaciones podría atribuirse a la existencia de imparcialidades; la mayoría de los ensayos donde no se establecía tal beneficio nunca eran publicados, por eso todo lo que se encontraba eran estudios a favor, porque los que mostraban resultados negativos fueron enterrados. 

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Marina Rivelis y Ángela Graña Varela.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Jared Keener via Flickr.

La depresión es una enfermedad mental seria y común, causante de la mayoría de suicidios; pero como ya traté previamente, se ha encontrado que el consumo de frutas, vegetales y antioxidantes ocurrentes de manera natural en los alimentos, está relacionado con una protección a la depresión. Por lo tanto, se ha concluído que es posible tanto prevenir la depresión, como disminuir sus efectos negativos mediante una intervención dietética. 

Pero no tan rápido. Este fue un estudio transversal, lo cual significa que es como una instantánea en el tiempo. Por lo tanto, no puede determinarse si una dieta pobre antecede al desarrollo de la depresión o si la depresión causa un empobrecimiento alimenticio. La depresión y los tratamientos para esta pueden afectar tanto tu apetito, como qué comes. Quizá las personas que se creen una basura, comen basura, en vez de lo contrario. Lo que se necesita es un estudio prospectivo, un ensayo longitudinal en el tiempo, donde comienzas con personas que no estaban deprimidas y las estudias durante 6 años, y aquellos con mayores niveles de carotenoides en su sangre, lo cual es considerado un buen indicador de consumo de frutas y verduras, presentaron un riesgo un 28% menor de contraer depresión con el paso del tiempo. Así, los investigadores concluyeron que tener niveles bajos de estos sanos fitonutrientes podría predecir el desarrollo de nuevos síntomas de depresión, ¿pero y qué pasa con el suicidio?

Un millón de personas se suicidan cada año en todo el mundo. En esta comparación de países europeos, Grecia tiene la tasa más baja de suicidios. Tal vez sea a causa de su clima agradable, pero también puede tener que ver con su alimentación. 10.000 personas la han seguido durante años, y aquellos que mantienen una dieta mediterránea tienen menos probabilidades de contraer depresión. ¿Qué tiene esta dieta que la hace preventiva? No se trata ni del vino tinto, ni del pescado; se trata de la fruta, los frutos secos, las legumbres y un ratio mayor de grasa de origen vegetal contra animal. A la inversa, una tendencia significativamente negativa fue observada con el consumo de lácteos y carnes. 

Un patrón alimenticio protector similar fue encontrado en Japón; un alto consumo de verduras, frutas, hongos y productos de soja fue asociado con una disminución de los síntomas de depresión. No se caracterizaba con un alto consumo de pescado y marisco. 100.000 hombres y mujeres japoneses fueron estudiados durante hasta 10 años, y no se mostró evidencia de que un mayor consumo de pescado o de omega 3 (DHA y EPA) de cadena larga fueran un factor de protección contra el suicidio. De hecho, hallaron un riesgo significativamente más elevado de suicidio entre hombres abstemios con un alto consumo de pescado y marisco, ricos en omega 3. Tal vez haya sido una coincidencia, pero se halló un resultado similar en el Mediterráneo. Un alto consumo de pescado (de base) junto con un aumento en su consumo fueron asociados con un incremento en el riesgo de padecer problemas mentales. 

Una posible explicación podría ser el contenido de mercurio en el pescado. Una acumulación de mercurio podría aumentar el riesgo de sufrir depresión. Sabemos que el mercurio en el pescado puede provocar daños neurológicos, tales como efectos negativos en la enfermedad del Alzheimer, pérdida de memoria, y autismo, así como también depresión. 

Por lo tanto, el mayor riesgo de suicidio entre las personas que consumen una mayor cantidad de pescado podría ser atribuido a los efectos nocivos del mercurio en el pescado. 

El cohorte de estudios de Harvard obtuvo resultados similares; cientos de miles seguidos por hasta 20 años, y en ninguno hay evidencia de que el consumo de aceite de pescado o el consumo de pescado disminuyan el riesgo de suicidio, sino que reflejan una tendencia al suicidio aún mayor

¿Y qué sucede con el tratamiento para la depresión? Ni el EPA ni el DHA han demostrado mayor efectividad que un placebo, y lo mismo ocurre con todos los ensayos clínicos realizados hasta la fecha. Solíamos pensar que los suplementos de omega-3 eran beneficiosos, pero muchos de los nuevos estudios han inclinado la balanza hacia el otro lado. Parece que la eficacia que se observa en casi todas las publicaciones podría atribuirse a la existencia de imparcialidades; la mayoría de los ensayos donde no se establecía tal beneficio nunca eran publicados, por eso todo lo que se encontraba eran estudios a favor, porque los que mostraban resultados negativos fueron enterrados. 

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Marina Rivelis y Ángela Graña Varela.

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Imágenes gracias a Jared Keener via Flickr.

Nota del Doctor

Esto me recuerda a mi vídeo  ¿Es el Aceite de Pescado Sólo Aceite de Charlatanes? De la misma forma en la que suponíamos que los suplementos ricos en omega 3 podían ayudar con el estado de ánimo, también pensábamos que podrían ayudar con la salud del corazón, pero el balance de evidencia al respecto ha cambiado. Aún así, todavía recomiendo el consumo de ácidos grasos omega 3 de cadena larga, provenientes de fuentes sin contaminantes, para un buen desarrollo cognitivo – tengo un montón de vídeos preparados que explican el porqué. 

Para más información sobre la naturaleza neurotóxica de pescado y marisco contaminados con mercurio, ver:

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestro estado de ánimo? Ver:

¿Qué pasa con las drogas para la depresión? Muchas veces son necesarias para salvar vidas. Otras veces podrían hacer más daño que bien. Ve mi controvertido vídeo ¿Realmente funcionan los antidepresivos?

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