Testimonios del estudio del Dr. Ornish sobre la reversión de la progresión del alzhéimer

El viernes publiqué un video que perfila el nuevo estudio del Dr. Dean Ornish publicado en la revista más importante sobre investigación translacional del alzhéimer, un ensayo aleatorizado que mostró que una alimentación vegetal y un programa de estilo de vida pueden mejorar significativamente la cognición y la funcionalidad después de 20 semanas en muchos pacientes con alzhéimer en etapa temprana. Cerca del 70 % se mantuvieron estables o incluso mejoraron en el grupo de intervención con la alimentación vegetal, mientras que, en el grupo de control, cerca del 70 % empeoraron y no hubo ni una sola persona que mejorara. Pero no importa cuán significativos sean los resultados, las estadísticas secas no transmiten el impacto humano.

Muchos pacientes que experimentaron mejoría indicaron haber recuperado la cognición y la funcionalidad que habían perdido, pero ¿eso qué significa en la vida real? Bueno, por ejemplo, muchos pacientes en el grupo de intervención reportaron que no podían leer un libro o ver una película porque olvidaban lo que acababan de leer o ver y tenían que empezar de nuevo, pero después de la intervención con dieta vegetal y estilo de vida mejoraron tanto, que ahora podían leer y ver películas nuevamente y retener casi todo. Una persona afirmó que solía tardar semanas en terminar de leer un libro, pero, después de participar en el estudio, pudo hacerlo en cuestión de días.

Otro participante del estudio, que había sido ejecutivo de negocios, reportó haber recuperado la habilidad de manejar sus propias finanzas e inversiones. Señaló: “Era una parte muy importante de mi vida, de quién soy y quién era, y fue difícil aceptar que había perdido esa parte de mí. Pero ahora he vuelto a reconciliar nuestras finanzas mensuales y mantengo nuestras inversiones al día. Mi autoestima ha vuelto”.

Otra persona dijo que llevaba cinco años sin poder preparar los informes financieros del negocio familiar, pero ahora los puede hacer con precisión. “Siento que estoy recuperando mi identidad. Se me ha dado una nueva oportunidad en la vida y, al mismo tiempo, es algo que me resulta muy familiar, algo de lo que siempre me he sentido orgullosa. He vuelto a ser como era antes del diagnóstico de alzhéimer. Siento que he vuelto a ser yo; una versión más vieja, pero mejor.

Pero incluso con palabras es difícil describir tales transformaciones. Uno de los participantes del estudio del Dr. Ornish nos permitió compartir su historia. Dan Jones, un músico de eventos y desfiles militares que fue diagnosticado con alzhéimer.

“¿Qué notas que puedes hacer ahora que antes no podías?”.

“Bueno, para empezar, tenía un conjunto de ocho canciones que tocaba en los desfiles y podía tocarlas una tras otra sin ningún problema. Llegué a tocar por una hora y media sin parar. Creo que estuvo bastante cerca. El desfile se movía muy lento y se quedaban atrás; tenía que parar y esperar a que me alcanzaran”.

“¿Eso era diferente?”.

“Sí”.

“¿Por qué?”.

“Pues, podía recordar el orden. Podía hacer la transición de una canción a otra sin equivocarme y confundirme sobre qué canción estaba tocando. Son el tipo de problemas que solía tener cuando tocábamos en la ceremonia de graduación. Olvidaba la siguiente canción. Ahí me preocupaba y empezaba a cometer errores. Pero esto fue perfecto. Tiene mucho que ver con la práctica, pero esas canciones las había tocado cientos de veces, y no paraba de confundirme. En un desfile, apenas cometía ningún error”.

“¿Y te equivocabas porque te costaba recordar?”.

“Porque tenía problemas para recordar. Me confundía de canción. Fue realmente una experiencia muy desagradable. Fue tan desagradable que un buen día me fui a casa y lo dejé. Pero, ahora, hace un par de semanas sentí que tenía la gaita muy bien afinada. Era en la tarde, estaba afuera de mi casa tocando y fue tan hermoso. Toqué por dos horas. Simplemente me quedé ahí tocando”.

“¿Cómo te sientes ahora?”.

“Feliz, muy feliz. Las mujeres siempre dicen que lloran de felicidad. Yo estoy llorando de felicidad. Fue tan agradable poder hacerlo de nuevo”.

“¿Eso te dio mayor seguridad en ti mismo?”.

“Sin duda”.

“¿En qué sentido?”.

“Simplemente sentí que podía hacer algo. Tenía valía de nuevo, por así decirlo. Me fue devuelto algo que era importante para mí”.

Esto es lo que dijo el jefe del centro de investigación cerebral de Harvard en el hospital Mass General: “Las farmacéuticas han invertido miles de millones en un esfuerzo por encontrar medicamentos para tratar esta enfermedad, pero solo se han aprobado dos medicamentos para el alzhéimer en 20 años. Uno de ellos ya fue retirado del mercado y el otro tiene solo efectos mínimos y es extremadamente costoso, además de presentar a menudo desagradables efectos secundarios como inflamación cerebral o sangrado en el cerebro. En contraste, los cambios en el estilo de vida implementados en este estudio demostraron mejorar la cognición y la funcionalidad al precio de un brócoli, y los únicos efectos secundarios son positivos”.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.