Tratar el asma con frutas y verduras

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Aumentar el consumo de frutas y verduras a siete porciones al día parece reducir las tasas de exacerbación del asma a la mitad, mientras que la restricción de su consumo a los niveles de la dieta occidental estándar conduce a un empeoramiento significativo de la función pulmonar y el control del asma.

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En el estudio internacional sobre asma y alergias en la niñez de más de un millón de niños, “se observó una relación inversa consistente [que significa relación de protección] entre las tasas de prevalencia de asma, alergias y eccema, y la ingesta de plantas, almidón, granos, y verduras. Si estos hallazgos pudieran generalizarse, y si el consumo diario promedio de estos alimentos aumentara”, los investigadores especulaban hace más de una década que “se podría lograr una importante disminución en la prevalencia de los síntomas”. No hay necesidad de especular más, las plantas se pusieron finalmente a prueba.

Los investigadores habían propuesto que al comer menos y menos frutas y verduras, esto había “aumentado la susceptibilidad de la población en su conjunto a las sustancias inhaladas potencialmente dañinas mediante la reducción de las defensas antioxidantes” dentro de nuestros pulmones.

Esto tiene sentido; el delgado revestimiento de líquido que forma la “interfaz” entre el revestimiento pulmonar y el “entorno exterior” es nuestra “primera línea de defensa contra el daño oxidativo”, el cual tiene un papel importante en el asma, “contribuyendo a la contracción de las vías respiratorias, mucosidad”, e hipersensibilidad. “Sin embargo, los antioxidantes protegen contra el estrés oxidativo”, y el revestimiento del pulmón contiene una gama de antioxidantes que nuestro cuerpo crea por sí mismo, así como los “obtenidos de nuestra dieta, particularmente de frutas y verduras”.

De hecho, incluso se puede cuantificar el nivel de estrés oxidativo en las personas mediante la medición del nivel de productos de oxidación en su aliento exhalado, que disminuye a medida que comienzan a comer más frutas y verduras, y disminuye aun más cuando se combinan más plantas con menos alimentos de origen animal.

Así que, ¿los que tienen asma realmente tienen niveles más bajos de antioxidantes que las personas sin asma? “En comparación con los controles sanos, los sujetos con asma tienen niveles más bajos de carotenoides totales en sangre”, y cada uno de los fitonutrientes individuales que midieron: “criptoxantina, licopeno, luteína, alfa-caroteno y betacaroteno en comparación con los controles sanos”.

Por lo tanto, “la evidencia acumulada sugiere que la dieta tiene una influencia en la modulación de la respuesta del pulmón a los alérgenos inhalados y los irritantes”. Pero, espera un segundo; “es posible que los niveles reducidos de carotenoides en el asma sean el resultado de una  utilización incrementada en presencia de un exceso de radicales libres.” Así que es como la pregunta del huevo lo la gallina. O, en la expresión vernácula sin colesterol, ¿qué vino antes, el guisante o la vaina?

Sabemos que “las dietas ricas en antioxidantes se han asociado con la reducción de la prevalencia del asma. Sin embargo, la evidencia directa de que la alteración de la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes realmente afecta al asma era insuficiente”, hasta ahora.

Hay dos maneras de poner a prueba los efectos de las frutas y verduras en el asma. Añade frutas y verduras a las dietas de la gente y observa si su asma mejora. O, como lo hicieron aquí, coge a un grupo de asmáticos y elimina las frutas y verduras de sus dietas, y observa si empeoran.

Este fue el primer grupo de investigación en observar si “la alteración de la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes afecta directamente los resultados del asma. Poniendo a los sujetos con asma en una dieta baja en antioxidantes durante [sólo unos] días llevó a un empeoramiento significativo de la función pulmonar y el control del asma. Este hallazgo es altamente significativo para los sujetos con asma, ya que indica que la omisión de alimentos ricos en antioxidantes de la dieta, incluso durante un corto período de tiempo, tendrá un efecto perjudicial sobre los síntomas del asma”.

“Curiosamente, [irónicamente], la dieta baja en antioxidantes consumida por los sujetos”, donde se limitaban a una porción de fruta y máximo de hasta dos porciones de verduras al día, “es típica de las dietas occidentales”. En otras palabras, la dieta baja en antioxidantes que usaban para empeorar el asma de las personas, paralizando su función pulmonar, era como la dieta occidental estándar.

“Como aproximadamente la mitad de la población suele consumir una dieta con una ingesta de frutas y verduras equivalente a la dieta del estudio o menos, parece probable que este patrón dietético, que debe considerarse subóptimo para la salud pulmonar, puede tener un impacto significativo en el manejo del asma, lo que indica el potencial de los patrones dietéticos occidentales típicos para contribuir a un empeoramiento de la función pulmonar y el control del asma”.

En tan sólo unos días, reducir la ingesta de frutas y verduras puede perjudicar la función pulmonar. Pero ¿ayuda realmente añadir frutas y verduras con el asma? Esa fue la segunda fase del estudio.

Los asmáticos en la dieta occidental estándar en este estudio tenían aproximadamente un 40% de probabilidades de recaer en una exacerbación de asma en 3 meses. Pero, ponlos en siete porciones de frutas y verduras, en lugar de tres, y se reduce su tasa de exacerbación a la mitad; baja a un 20%, simplemente con unas pocas frutas y verduras.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes y citas a las que el Dr. Greger se refiere, ve el video. Esto es sólo una aproximación del audio. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Sonia Ramos y Adrián Bravo López.

Por favor, considera ofrecerte como voluntario para colaborar en la web.

Imágenes gracias a Baylor Health Care System vía Flickr.

En el estudio internacional sobre asma y alergias en la niñez de más de un millón de niños, “se observó una relación inversa consistente [que significa relación de protección] entre las tasas de prevalencia de asma, alergias y eccema, y la ingesta de plantas, almidón, granos, y verduras. Si estos hallazgos pudieran generalizarse, y si el consumo diario promedio de estos alimentos aumentara”, los investigadores especulaban hace más de una década que “se podría lograr una importante disminución en la prevalencia de los síntomas”. No hay necesidad de especular más, las plantas se pusieron finalmente a prueba.

Los investigadores habían propuesto que al comer menos y menos frutas y verduras, esto había “aumentado la susceptibilidad de la población en su conjunto a las sustancias inhaladas potencialmente dañinas mediante la reducción de las defensas antioxidantes” dentro de nuestros pulmones.

Esto tiene sentido; el delgado revestimiento de líquido que forma la “interfaz” entre el revestimiento pulmonar y el “entorno exterior” es nuestra “primera línea de defensa contra el daño oxidativo”, el cual tiene un papel importante en el asma, “contribuyendo a la contracción de las vías respiratorias, mucosidad”, e hipersensibilidad. “Sin embargo, los antioxidantes protegen contra el estrés oxidativo”, y el revestimiento del pulmón contiene una gama de antioxidantes que nuestro cuerpo crea por sí mismo, así como los “obtenidos de nuestra dieta, particularmente de frutas y verduras”.

De hecho, incluso se puede cuantificar el nivel de estrés oxidativo en las personas mediante la medición del nivel de productos de oxidación en su aliento exhalado, que disminuye a medida que comienzan a comer más frutas y verduras, y disminuye aun más cuando se combinan más plantas con menos alimentos de origen animal.

Así que, ¿los que tienen asma realmente tienen niveles más bajos de antioxidantes que las personas sin asma? “En comparación con los controles sanos, los sujetos con asma tienen niveles más bajos de carotenoides totales en sangre”, y cada uno de los fitonutrientes individuales que midieron: “criptoxantina, licopeno, luteína, alfa-caroteno y betacaroteno en comparación con los controles sanos”.

Por lo tanto, “la evidencia acumulada sugiere que la dieta tiene una influencia en la modulación de la respuesta del pulmón a los alérgenos inhalados y los irritantes”. Pero, espera un segundo; “es posible que los niveles reducidos de carotenoides en el asma sean el resultado de una  utilización incrementada en presencia de un exceso de radicales libres.” Así que es como la pregunta del huevo lo la gallina. O, en la expresión vernácula sin colesterol, ¿qué vino antes, el guisante o la vaina?

Sabemos que “las dietas ricas en antioxidantes se han asociado con la reducción de la prevalencia del asma. Sin embargo, la evidencia directa de que la alteración de la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes realmente afecta al asma era insuficiente”, hasta ahora.

Hay dos maneras de poner a prueba los efectos de las frutas y verduras en el asma. Añade frutas y verduras a las dietas de la gente y observa si su asma mejora. O, como lo hicieron aquí, coge a un grupo de asmáticos y elimina las frutas y verduras de sus dietas, y observa si empeoran.

Este fue el primer grupo de investigación en observar si “la alteración de la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes afecta directamente los resultados del asma. Poniendo a los sujetos con asma en una dieta baja en antioxidantes durante [sólo unos] días llevó a un empeoramiento significativo de la función pulmonar y el control del asma. Este hallazgo es altamente significativo para los sujetos con asma, ya que indica que la omisión de alimentos ricos en antioxidantes de la dieta, incluso durante un corto período de tiempo, tendrá un efecto perjudicial sobre los síntomas del asma”.

“Curiosamente, [irónicamente], la dieta baja en antioxidantes consumida por los sujetos”, donde se limitaban a una porción de fruta y máximo de hasta dos porciones de verduras al día, “es típica de las dietas occidentales”. En otras palabras, la dieta baja en antioxidantes que usaban para empeorar el asma de las personas, paralizando su función pulmonar, era como la dieta occidental estándar.

“Como aproximadamente la mitad de la población suele consumir una dieta con una ingesta de frutas y verduras equivalente a la dieta del estudio o menos, parece probable que este patrón dietético, que debe considerarse subóptimo para la salud pulmonar, puede tener un impacto significativo en el manejo del asma, lo que indica el potencial de los patrones dietéticos occidentales típicos para contribuir a un empeoramiento de la función pulmonar y el control del asma”.

En tan sólo unos días, reducir la ingesta de frutas y verduras puede perjudicar la función pulmonar. Pero ¿ayuda realmente añadir frutas y verduras con el asma? Esa fue la segunda fase del estudio.

Los asmáticos en la dieta occidental estándar en este estudio tenían aproximadamente un 40% de probabilidades de recaer en una exacerbación de asma en 3 meses. Pero, ponlos en siete porciones de frutas y verduras, en lugar de tres, y se reduce su tasa de exacerbación a la mitad; baja a un 20%, simplemente con unas pocas frutas y verduras.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes y citas a las que el Dr. Greger se refiere, ve el video. Esto es sólo una aproximación del audio. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Sonia Ramos y Adrián Bravo López.

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Nota del Doctor

Para más información sobre ese estudio en millones de niños, ve mi último video Prevención del asma con frutas y verduras.

Si la manipulación de la ingesta de antioxidantes mediante el aumento de la ingesta de frutas y hortalizas puede reducir tan poderosamente las tasas de exacerbación del asma, ¿por qué simplemente no tomar pastillas antioxidantes en su lugar? Cubro eso en mi siguiente video, ¿Tratar el asma con plantas vs. suplementos?

Y si un par de porciones adicionales de frutas y verduras pueden hacer ese tipo de diferencia, ¿qué pasa con una dieta compuesta completamente de alimentos de origen vegetal? Cierro esta serie de 4 partes con Tratamiento de Asma y Eczema con Dietas Basadas en Plantas.

¿Qué otras dietas ricas en antioxidantes pueden ayudar? Ve:

¿A cuántos antioxidantes debemos aspirar? Ve:

 

¿Dónde se encuentran más antioxidantes?

 

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