Después de que el Dr. Dean Ornish encontrara la solución para la mayor causa de muerte, decidió pasar a la segunda. ¿Qué ocurre si pones al
cáncer en una dieta a base de plantas? Ornish y sus compañeros
descubrieron que la progresión del cáncer de próstata temprano podía revertirse con una dieta vegetal y un estilo de vida saludable, cosa que no me sorprende.
Si se añade una gota de sangre de alguien que siga una dieta occidental estándar sobre células cancerosas en una placa de Petri, el crecimiento del cáncer se reduce un 9%. Sin embargo, si esas personas siguen una dieta a base de plantas durante un año, el crecimiento se reduce un 70%. La sangre que circulaba en los cuerpos de quienes comían vegetales tenía casi ocho veces más capacidad de frenar el crecimiento de células cancerosas. Ahora bien, esto era para el cáncer de próstata, la principal causa de muerte por cáncer específica en los hombres. En las mujeres jóvenes la principal causa de muerte es el cáncer de mama. Por ello los investigadores quisieron repetir el estudio con mujeres y utilizar células de cáncer de mama; pero no querían esperar todo un año para obtener los resultados, porque esas mujeres se estaban muriendo. Se propusieron averiguar lo que una dieta vegetal podía hacer en dos semanas contra tres tipos diferentes de cáncer de mama.
Como puedes ver el el video
Cómo no morir de cáncer, el
crecimiento del cáncer comenzó con una fuerza del 100% y fue disminuyendo según los sujetos seguían la dieta a base de plantas durante 14 días. Pusieron células de cáncer de mama en una placa de Petri y luego las gotearon con sangre de mujeres que seguían una dieta occidental estándar. Como puedes ver en el
video, incluso la sangre de mujeres con dietas bastante pobres tiene cierta capacidad para destruir el cáncer. Después de solo dos semanas de comer sano, se extrajo sangre de esas mismas mujeres (por lo que ellas actuaron como su propio grupo de control) y se goteó sobre una nueva capa de células de cáncer de mama. Puedes ver en el
video como solo quedaron unas pocas células cancerígenas. ¡Sus cuerpos se limpiaron! Después de tan solo dos semanas de comer sano. Su torrente sanguíneo se convirtió en un ambiente mucho más hostil para el cáncer.
Ralentizar el crecimiento de las células cancerígenas es algo bueno, pero deshacerse de ellas es aún mejor. Esto es lo que se llama apoptosis, la muerte celular programada. Después de comer sano, sus propios cuerpos pudieron reprogramar de alguna manera las células cancerígenas y forzarlas a jubilarse prematuramente. En el
video puedes ver algo que se llama “imágenes TUNEL”, que permite a los investigadores medir la fragmentación del ADN, es decir, la muerte celular. Las células cancerígenas que se están muriendo aparecen como pequeños puntos blancos. Así que de nuevo, puedes ver lo que la sangre de la mujer promedio con una dieta occidental puede hacer con las células de cáncer de mama, que es eliminar unas pocas. Pero después de 14 días de alimentación sana a base de vegetales, su sangre puede hacer mucho más. ¡Es como si fuera una persona completamente diferente por dentro! La misma sangre que ahora circula en los cuerpos de estas mujeres ha obtenido la capacidad de ralentizar considerablemente o incluso frenar el crecimiento del cáncer de mama, después de solo dos semanas de consumir una dieta a base de plantas.
¿Qué tipo de sangre queremos en nuestro cuerpo? ¿Qué tipo de sistema inmunológico? ¿Queremos sangre que se rinda cuando aparecen nuevas células cancerígenas o queremos sangre que circule por todos los rincones de nuestro cuerpo con el poder de ralentizar o frenar el cáncer? Este fortalecimiento tan enorme de las defensas contra el cáncer fue
después de 14 días de una dieta a base de vegetales y ejercicio. Las mujeres del estudio debían caminar entre 30 y 60 minutos al día. Entonces, si se hacen las dos cosas a la vez, ¿cómo se sabe qué papel tuvo la dieta? Los investigadores decidieron ponerlo a prueba. En el
video puedes ver una tabla que enseña cómo quienes siguieron una dieta a base de plantas durante 14 años además de hacer ejercicio leve, como caminar todos los días, eran capaces de librarse muy bien del cáncer. Después lo
compararon con el potencial de frenar el cáncer de un estadounidense sedentario promedio, que es básicamente inexistente. También analizaron un tercer grupo, que en lugar de llevar 14 años con una dieta a base de plantas, llevaba 14 años con una dieta occidental estándar; pero a la vez que practicaba ejercicio intenso durante 1 hora al día. Los investigadores querían saber si al hacer mucho ejercicio los beneficios podrían igualar a los de la dieta vegetal. La respuesta es que el ejercicio ayuda, no hay duda; pero, literalmente 5000 horas en el gimnasio no pudieron competir contra una dieta a base de plantas.
Al utilizar las “imágenes TUNEL” para analizar la muerte de células cancerígenas, los investigadores descubrieron que aunque te pases el día entero en el sofá con una bolsa de papas fritas, tu cuerpo tiene sus defensas; tu torrente sanguíneo puede matar a algunas células cancerígenas. Eso sí, si haces ejercicio durante 5000 horas puedes matar a muchas más. Sin embargo, nada parece darle más palizas al cáncer que una dieta a base de plantas. Creemos que se debe a que la proteína animal, como la carne, la clara de huevo y los lácteos, aumenta los niveles de IGF-1 en el cuerpo. El factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1) es una
hormona que promueve el crecimiento del cáncer y está involucrada en la “aparición y la progresión de tumores malignos”.
En el
video puedes ver los resultados de un estudio que confirmó que el IGF-1 es el culpable. Como la última vez, los sujetos siguieron una dieta vegetal y el crecimiento de las células cancerígenas disminuyó, mientras su muerte se aceleró. Claro que este estudio tenía truco, porque luego les volvieron a añadir la misma cantidad de IGF-1 que sus cuerpos habían eliminado al comer sano y vivir mejor. Así destruían el efecto de la dieta y el estilo de vida, como si nunca hubieran empezado a comer sano, y los niveles de crecimiento del cáncer volvieron a subir a los niveles que tenían antes del estudio. Uno de los mayores estudios prospectivos sobre la dieta y el cáncer
concluyó que la incidencia de todos los cánceres combinados fue menor para quienes consumían más vegetales porque también comen menos proteína animal, es decir, menos carne, clara de huevo y proteína láctea, por lo que no tienen tanto IGF-1, lo que se traduce en menos crecimiento del cáncer. ¿Cuánto crecimiento menos? Un estudio
descubrió que los hombres y mujeres de mediana edad con alta ingesta de proteína sufrían un aumento de la mortalidad general del 75% y un riesgo 4 veces mayor de morir de cáncer. Pero no todas las proteínas son iguales, ya que son las animales las que tienen niveles altos de IGF-1.
La institución académica de este estudio
publicó un comunicado de prensa con una introducción memorable: “Esa ala de pollo que estás comiendo podría ser tan mortal como un cigarrillo”. Explica cómo el consumo de una dieta alta en proteínas animales en la mediana edad conlleva a cuatro veces más probabilidades de morir de cáncer, un factor de riesgo de mortalidad comparable a fumar cigarrillos. ¿Cuál fue la respuesta al descubrimiento de que las dietas ricas en carnes, huevos y lácteos podrían ser tan perjudiciales para la salud como fumar? Pues bien, un científico nutricionista
respondió que era potencialmente peligroso comparar los efectos de fumar con los efectos de la carne y los lácteos. ¿Por qué? Debido a que un fumador podría pensar: “¿Por qué molestarme en dejar de fumar si mi sándwich de jamón y queso es igual de malo?”. Así que es mejor no decirle a nadie esto de las proteínas de origen animal.
Me
recuerda a un famoso anuncio de cigarrillos de Philip Morris que trató de minimizar los riesgos al decir: “Oiga, si piensa que fumar pasivamente es malo porque aumenta el riesgo de cáncer de pulmón un 19%, pues beber uno o dos vasos de leche diariamente puede ser tres veces peor, con un 62% más de riesgo de cáncer de pulmón. También puede duplicar el riesgo al cocinar frecuentemente con aceite, o triplicar el riesgo de enfermedad cardiaca por llevar una alimentación no vegetariana, o multiplicar el riesgo seis veces por comer mucha carne y lácteos”. ¿Cuál es su conclusión? Que hay que mirar las cosas con un poco de sentido común. “El riesgo de cáncer por ser fumador pasivo” puede ser ”mucho menor” que el de otras “actividades cotidianas”. Así que, respira tranquilo. Esto es como decir: “No te preocupes si te apuñalan porque que te disparen es mucho peor”. Yo casi prefiero que no ocurra ninguna de las dos cosas, no sé. También cabe mencionar que, cómo no, Phillip Morris dejó de hablar mal de la leche cuando compró Kraft Foods…
La primera vez que alguien entra en NutritionFacts.org puede ser un poco agobiante. Hay videos sobre más de 2000 temas, ¿por dónde empezar? Imagínate que entras en la página sin tener mucha idea de qué va la cosa y ves el video del día, que habla de una especia que puede ayudar a tratar una forma de artritis. Sería fácil perderse en ese contenido tan concreto, así que decidí crear una serie de videos con la información esencial, utilizando mi plática de 2016 Comer para no morir: el papel de la alimentación en prevenir, detener y revertir nuestras 15 principales causas de muerte.
No te pierdas los otros videos de esta serie:
Si te interesa saber qué papel podría tener la alimentación en el tratamiento del cáncer, no te pierdas estos videos:
Un saludo,
Michael Greger
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