El crecimiento y la ingesta de nutrientes de los niños con dietas vegetales

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¿Cómo se planea una dieta vegetal balanceada para niños?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria Belén Oliva voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Como conté en mi video anterior, la Academia Estadounidense de Nutrición y Dietética considera que las dietas vegetales son aptas durante el embarazo, la lactancia, la infancia y la niñez, siempre que estén bien planificadas. Entonces, ¿qué implica diseñar una alimentación vegetal equilibrada para bebés y niños?

Para los bebés, la leche materna es la base de la alimentación, pues aporta nutrientes clave y compuestos que refuerzan el sistema inmunitario con beneficios a corto y largo plazo. La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar de forma exclusiva durante los primeros seis meses y continuar después con la introducción de la alimentación complementaria. ¿Qué sabemos sobre la composición de la leche materna de madres que siguen una dieta vegetal? Las madres vegetarianas y veganas producen una leche con un valor nutritivo comparable, pero hay un par de matices importantes. En una comparación directa entre la leche de mamás omnívoras y la de mamás vegetarianas o veganas, la diferencia llamativa fue un menor DHA, el omega 3 de cadena larga, en la leche de las mamás que siguen dietas vegetales, porque evitan el consumo de pescado, lo cual quizá resulte positivo dado el nivel de contaminación de la cadena alimenticia acuática. Por suerte, una suplementación adecuada y sin contaminantes compensa esa diferencia, al igual que con una suplementación correcta de vitamina B12. Así que, con una ingesta suficiente que cubra sus necesidades nutricionales y con la suplementación de DHA y vitamina B12, las mamás veganas producen leche con un valor nutritivo similar.

Pero ¿qué ocurre con artículos como este en el que un bebé con una dieta vegana no se desarrolla? ¿O con este otro? Estos casos destacan la importancia de una buena nutrición durante esta etapa de crecimiento muy rápido. Alrededor de los seis meses, conviene empezar con los alimentos sólidos. A esa edad, la leche materna o la fórmula ya no son suficientes para cubrir las necesidades nutricionales del bebé. En el primer estudio de caso, el bebé tomó la teta de forma exclusiva durante diez meses y luego se le dio una bebida de arroz con un perfil nutricional insuficiente. En el segundo caso, el bebé no recibió suplemento de vitamina D, lo cual se aconseja para todos los niños en los primeros años.

La leche materna debe ofrecerse a demanda hasta que el niño cumpla, al menos, un año. La fórmula representa una opción para las mujeres que no pueden amamantar. La guía VegPlate Junior, creada para facilitar la planificación alimentaria de chicos que siguen dietas vegetales, incluye un gráfico útil y una tabla más detallada para las infancias que ya incorporaron la alimentación suplementaria. Y, por último, como señalamos antes, las dietas crudívoras no cubren las necesidades nutricionales de bebés y niños.

Y, ¿qué pasa con el estado nutricional y el crecimiento de niños veganos? En primer lugar, hay que ser prudentes con ciertos grupos que se definen como veganos, pero que siguen dietas que rechazan la suplementación. De estos casos proviene la impresión de algunos expertos de que las dietas veganas resultan deficientes y perjudiciales. Sin embargo, la bibliografía actual indica que las dietas vegetales junto con la suplementación proporcionarían las cantidades recomendadas de nutrientes vitales para la progresión normal de la estatura y el peso en la niñez y además pueden brindar ventajas. Hay motivos para pensar que hoy las personas veganas planifican su dieta con más acierto que en el pasado, pues este estilo de alimentación ya fue adoptado por la población en general y dejó de ser exclusivo de grupos reducidos. Para nuestra fortuna, existe un nuevo grupo de estudios pensados para aclarar esta cuestión. ¿Qué relación guardan las prácticas modernas de dietas vegetarianas y veganas en la infancia y la adolescencia con la salud? Aquí aparece el estudio VeChi, Vegetarian and Vegan Children Study, que se realizó con chicos alemanes.

En el grupo de niños de uno a tres años que tenían una dieta vegetal dentro del estudio VeChi, ¿cómo se comparó el crecimiento con el de sus pares omnívoros? En términos generales, los niños veganos, vegetarianos y omnívoros no mostraron diferencias significativas. Este resultado coincide con otros estudios. Los chicos veganos de esa edad suelen ser un poco más bajos y livianos (aunque dentro del rango normal) o no presentan diferencias promedio frente a los omnívoros.

Cuando los investigadores evaluaron micronutrientes y ácidos grasos, bservaron que se necesita prestar especial atención a nutrientes clave como la vitamina D, el yodo y los DHA, en todos los niños, sin importar su dieta, y hay que prestar más atención a la riboflavina, la vitamina B12, el calcio y el hierro en los niños veganos.

Para un niño pequeño, la ingesta de riboflavina (vitamina B2) debe rondar los 500 µg al día. Los niños veganos presentaron un déficit entre 40 y 70 µg. Por suerte, existe una amplia gama de fuentes vegetales como frutos secos, legumbres y leches vegetales fortificadas. Por ejemplo, si tu hijo toma una taza (240 ml) de leche de soya fortificada, ya cubre los 500 µg recomendados. En cuanto al calcio, hay excelentes fuentes vegetales: verduras de hoja verde oscura (kale, bok choy, brócoli), tofu, almendras y bebidas vegetales fortificadas con calcio, como la leche de soya.

¿Y los chicos mayores del estudio VeChi, de 6 a 18 años? Aunque la ingesta de hierro fue baja en el grupo de los niños pequeños, resultó más alta en los niños veganos mayores y superó a la de los omnívoros. No se observó un riesgo elevado de deficiencia de hierro en los veganos. Esa ingesta superior puede haber compensado la menor biodisponibilidad del hierro procedente de alimentos vegetales. Además, los niños de este grupo tenían más tendencia a usar suplementos. Sin embargo, en otro estudio reciente, realizado con niños polacos de 5 a 10 años que declararon una ingesta adecuada de hierro, cerca del 8 % presentó una deficiencia leve o moderada de hemoglobina.

Más allá de la dieta, cerca del 3 % de los niños de uno a dos años en los Estados Unidos padece anemia por deficiencia de hierro y, debido a sus consecuencias en edades tempranas, la prevención es la prioridad. En mujeres adolescentes y adultas jóvenes, la anemia por deficiencia de hierro ronda el 6 % y la menstruación aumenta este riesgo. Conviene poner atención especial e incluir alimentos ricos en hierro en la mayoría de las comidas y, para mejorar un poco la absorción, acompañarlos con alimentos ricos en vitamina C.

¿Qué más descubrimos sobre los chicos mayores del VeChi? No hubo diferencias en el índice de masa corporal entre los grupos; en conjunto, se trataba de un grupo bastante sano. Los niños vegetales llevaban cuatro o cinco años con esa alimentación y la mayoría tomaba suplementos, en especial B12, como corresponde. Ojalá el 12 % que no lo hacía consumiera suficientes alimentos fortificados con B12 y también vitamina D. Un aspecto que sí diferenció a los grupos fue que los niños veganos mostraron un LDL mucho más bajo que los vegetarianos y omnívoros. Si consideramos que la aterosclerosis, nuestra causa principal de muerte, empieza en la infancia y que los hábitos alimenticios se mantienen en la adultez, seguir una dieta vegetal durante la niñez podría, a largo plazo, mejorar la salud cardiometabólica de los adultos y además ayudar a prevenir la obesidad, problema que con frecuencia persiste en la vida adulta.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria Belén Oliva voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Como conté en mi video anterior, la Academia Estadounidense de Nutrición y Dietética considera que las dietas vegetales son aptas durante el embarazo, la lactancia, la infancia y la niñez, siempre que estén bien planificadas. Entonces, ¿qué implica diseñar una alimentación vegetal equilibrada para bebés y niños?

Para los bebés, la leche materna es la base de la alimentación, pues aporta nutrientes clave y compuestos que refuerzan el sistema inmunitario con beneficios a corto y largo plazo. La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar de forma exclusiva durante los primeros seis meses y continuar después con la introducción de la alimentación complementaria. ¿Qué sabemos sobre la composición de la leche materna de madres que siguen una dieta vegetal? Las madres vegetarianas y veganas producen una leche con un valor nutritivo comparable, pero hay un par de matices importantes. En una comparación directa entre la leche de mamás omnívoras y la de mamás vegetarianas o veganas, la diferencia llamativa fue un menor DHA, el omega 3 de cadena larga, en la leche de las mamás que siguen dietas vegetales, porque evitan el consumo de pescado, lo cual quizá resulte positivo dado el nivel de contaminación de la cadena alimenticia acuática. Por suerte, una suplementación adecuada y sin contaminantes compensa esa diferencia, al igual que con una suplementación correcta de vitamina B12. Así que, con una ingesta suficiente que cubra sus necesidades nutricionales y con la suplementación de DHA y vitamina B12, las mamás veganas producen leche con un valor nutritivo similar.

Pero ¿qué ocurre con artículos como este en el que un bebé con una dieta vegana no se desarrolla? ¿O con este otro? Estos casos destacan la importancia de una buena nutrición durante esta etapa de crecimiento muy rápido. Alrededor de los seis meses, conviene empezar con los alimentos sólidos. A esa edad, la leche materna o la fórmula ya no son suficientes para cubrir las necesidades nutricionales del bebé. En el primer estudio de caso, el bebé tomó la teta de forma exclusiva durante diez meses y luego se le dio una bebida de arroz con un perfil nutricional insuficiente. En el segundo caso, el bebé no recibió suplemento de vitamina D, lo cual se aconseja para todos los niños en los primeros años.

La leche materna debe ofrecerse a demanda hasta que el niño cumpla, al menos, un año. La fórmula representa una opción para las mujeres que no pueden amamantar. La guía VegPlate Junior, creada para facilitar la planificación alimentaria de chicos que siguen dietas vegetales, incluye un gráfico útil y una tabla más detallada para las infancias que ya incorporaron la alimentación suplementaria. Y, por último, como señalamos antes, las dietas crudívoras no cubren las necesidades nutricionales de bebés y niños.

Y, ¿qué pasa con el estado nutricional y el crecimiento de niños veganos? En primer lugar, hay que ser prudentes con ciertos grupos que se definen como veganos, pero que siguen dietas que rechazan la suplementación. De estos casos proviene la impresión de algunos expertos de que las dietas veganas resultan deficientes y perjudiciales. Sin embargo, la bibliografía actual indica que las dietas vegetales junto con la suplementación proporcionarían las cantidades recomendadas de nutrientes vitales para la progresión normal de la estatura y el peso en la niñez y además pueden brindar ventajas. Hay motivos para pensar que hoy las personas veganas planifican su dieta con más acierto que en el pasado, pues este estilo de alimentación ya fue adoptado por la población en general y dejó de ser exclusivo de grupos reducidos. Para nuestra fortuna, existe un nuevo grupo de estudios pensados para aclarar esta cuestión. ¿Qué relación guardan las prácticas modernas de dietas vegetarianas y veganas en la infancia y la adolescencia con la salud? Aquí aparece el estudio VeChi, Vegetarian and Vegan Children Study, que se realizó con chicos alemanes.

En el grupo de niños de uno a tres años que tenían una dieta vegetal dentro del estudio VeChi, ¿cómo se comparó el crecimiento con el de sus pares omnívoros? En términos generales, los niños veganos, vegetarianos y omnívoros no mostraron diferencias significativas. Este resultado coincide con otros estudios. Los chicos veganos de esa edad suelen ser un poco más bajos y livianos (aunque dentro del rango normal) o no presentan diferencias promedio frente a los omnívoros.

Cuando los investigadores evaluaron micronutrientes y ácidos grasos, bservaron que se necesita prestar especial atención a nutrientes clave como la vitamina D, el yodo y los DHA, en todos los niños, sin importar su dieta, y hay que prestar más atención a la riboflavina, la vitamina B12, el calcio y el hierro en los niños veganos.

Para un niño pequeño, la ingesta de riboflavina (vitamina B2) debe rondar los 500 µg al día. Los niños veganos presentaron un déficit entre 40 y 70 µg. Por suerte, existe una amplia gama de fuentes vegetales como frutos secos, legumbres y leches vegetales fortificadas. Por ejemplo, si tu hijo toma una taza (240 ml) de leche de soya fortificada, ya cubre los 500 µg recomendados. En cuanto al calcio, hay excelentes fuentes vegetales: verduras de hoja verde oscura (kale, bok choy, brócoli), tofu, almendras y bebidas vegetales fortificadas con calcio, como la leche de soya.

¿Y los chicos mayores del estudio VeChi, de 6 a 18 años? Aunque la ingesta de hierro fue baja en el grupo de los niños pequeños, resultó más alta en los niños veganos mayores y superó a la de los omnívoros. No se observó un riesgo elevado de deficiencia de hierro en los veganos. Esa ingesta superior puede haber compensado la menor biodisponibilidad del hierro procedente de alimentos vegetales. Además, los niños de este grupo tenían más tendencia a usar suplementos. Sin embargo, en otro estudio reciente, realizado con niños polacos de 5 a 10 años que declararon una ingesta adecuada de hierro, cerca del 8 % presentó una deficiencia leve o moderada de hemoglobina.

Más allá de la dieta, cerca del 3 % de los niños de uno a dos años en los Estados Unidos padece anemia por deficiencia de hierro y, debido a sus consecuencias en edades tempranas, la prevención es la prioridad. En mujeres adolescentes y adultas jóvenes, la anemia por deficiencia de hierro ronda el 6 % y la menstruación aumenta este riesgo. Conviene poner atención especial e incluir alimentos ricos en hierro en la mayoría de las comidas y, para mejorar un poco la absorción, acompañarlos con alimentos ricos en vitamina C.

¿Qué más descubrimos sobre los chicos mayores del VeChi? No hubo diferencias en el índice de masa corporal entre los grupos; en conjunto, se trataba de un grupo bastante sano. Los niños vegetales llevaban cuatro o cinco años con esa alimentación y la mayoría tomaba suplementos, en especial B12, como corresponde. Ojalá el 12 % que no lo hacía consumiera suficientes alimentos fortificados con B12 y también vitamina D. Un aspecto que sí diferenció a los grupos fue que los niños veganos mostraron un LDL mucho más bajo que los vegetarianos y omnívoros. Si consideramos que la aterosclerosis, nuestra causa principal de muerte, empieza en la infancia y que los hábitos alimenticios se mantienen en la adultez, seguir una dieta vegetal durante la niñez podría, a largo plazo, mejorar la salud cardiometabólica de los adultos y además ayudar a prevenir la obesidad, problema que con frecuencia persiste en la vida adulta.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Nota del Dr. Greger:

Estoy encantado de presentar a la Dra. Kristine Dennis, nuestra Científica Senior de Investigación. La Dra. Dennis es una experimentada científica en nutrición y salud pública que se unió a NutritionFacts para ampliar nuestra capacidad investigativa: sumergiéndose a fondo en la investigación, escribiendo guiones y ahora, narrando sus propios videos. Seguirán viendo videos tanto míos como de ella, sin un orden específico. Estoy muy feliz de que Kristine forme parte de NutritionFacts para ayudarnos a ampliar nuestra capacidad y perspectivas.

Si te perdiste el video anterior ve: Prevenir la diabetes gestacional durante el embarazo con la dieta.

No te pierdas nuestras recomendaciones para una nutrición óptima.

Estos son los videos de los que hablé: Evitar el consumo de pescado cinco años antes del embarazoPosible deficiencia en vitaminas y minerales con una dieta vegana.

 

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