Fuentes de proteína: una prueba “ácida” para la función renal

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La carga acida dietética se determina mediante el equilibrio de alimentos acidificantes, como la carne, los huevos y el queso, compensados con alimentos alcalinizantes, como las frutas y las verduras.

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Las enfermedades renales crónicas son un gran problema de salud pública que afecta a uno de cada ocho estadounidenses, incrementando el riesgo de enfermar y morir incluso entre aquellos con solo una ligera reducción de la función renal. Así pues, estrategias preventivas baratas y con bajo riesgo que cualquier pueda seguir son necesarias para abordar la epidemia de enfermedades renales.

La dieta juega un papel en el deterioro del funcionamiento de los riñones. Concretamente, dietas con alto contenido de proteína y grasa de origen animal y colesterol puede que estén asociadas con derrames de proteínas en la orina (un síntoma de daño en el riñón), y generalmente dietas altas en frutas, verduras y cereales integrales, pero con bajo contenido de carnes y dulces puede que sean protectoras contra la disminución de la función renal.

Comparando con las dietas que seguían nuestros ancestros, no solamente estamos comiendo más grasas saturadas, azucares y sal, si no que también comemos una dieta más acidificante, en contraposición con una dieta básica o dieta alcalina. La dieta humana ancestral estaba fuertemente basada en alimentos de origen vegetal y, por tanto, siendo más alcalina que ácida.

La carga ácida dietética (DAL por sus siglas en inglés) está determinada por el equilibrio de alimentos acidificantes, los cuales son ricos en proteína de origen animal (como carnes, huevos y quesos), compensado con alimentos alcalinizantes, tales como las frutas y las verduras. Y en esta encuesta a escala nacional realizada en 12.000 estadounidenses adultos, la carga ácida dietética estuvo asociada con daños en el riñón entre adultos de EE.UU.

Se cree que las dietas promotoras de la acidez afectan a los riñones a través de intoxicación tubular, dañando los diminutos y delicados tubos que fabrican la orina en los riñones a través de un aumento en la producción de amoniaco. Veamos, el amoniaco es una base; así pues, los riñones producen amoniaco para amortiguar el ácido de los alimentos que comemos. A corto plazo esto es beneficioso para eliminar la acidez; sin embargo, a largo plazo todo ese amoniaco extra un día tras otro en nuestros riñones puede ejercer efectos tóxicos.

El funcionamiento de nuestros riñones tiende a reducirse progresivamente después de los 30 años y para cuando tenemos 80 la capacidad de nuestros riñones puede estar reducida hasta la mitad. Quizás esta presunta reducción de la función renal relacionada con la edad es el resultado del daño inducido por una vida de sobreproducción de amoniaco. Aunque esto es tan solo una teoría. El pH ácido puede incrementar la producción de radicales libres y dañar los riñones de esta forma o incrementar la nefroesclerosis.

No es solamente que las proteínas derivadas de alimentos vegetales acompañadas de antioxidantes puedan combatir los radicales libres, es que las proteínas vegetales son menos acidificantes en primer lugar, porque tienden a tener menor contenido de aminoácidos con azufre. Una de las razones por la que los alimentos vegetales tienden a ser menos acidificantes que los alimentos de origen animal es debido a que el ácido se produce por el azufre en las proteínas, y hay menos de este en las proteínas vegetales.

Por lo tanto, el factor más importante del efecto de las proteínas de la dieta en la progresión de las enfermedades renales es la calidad de la proteína ingerida (en otras palabras, si producen incrementos de acidez como la mayoría de proteínas de origen animal o son alcalinizantes como la mayoría de las procedentes de frutas y verduras), más que la cantidad de proteínas ingeridas.

Puesto que la dieta de los norteamericanos es altamente acidificante, debido a la deficiencia en frutas y verduras y al gran contenido de productos de origen animal, cambiar de una dieta americana estándar a una dieta vegana puede mejorar la acidez en la sangre (acidosis) en pacientes con enfermedad renal crónica. Bajo circunstancias normales, una dieta vegetariana es alcalinizante, mientras que una dieta no vegetariana conduce a tener una carga ácida. Esto es cierto incluso para vegetarianos que consumieron sustitutivos de carne procesada como hamburguesas vegetarianas.

Dietas basadas en vegetales han sido prescritas durante décadas para aquellos con insuficiencia renal crónica. Sin grasa animal, sin colesterol, menor carga ácida y ayudando a reducir la tensión arterial. Y, de hecho, si comparas el funcionamiento de los riñones de veganos con los de omnívoros, la dieta con mayor contenido de vegetales estuvo más relacionada con mejoras en los parámetros para prevenir el deterioro de los riñones.

Para ver las gráficas, imágenes y citas a las cuales Dr. Greger haya hecho referencia, mira el video de arriba. Este texto es una aproximación del audio aportado por Katie Schloer.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Ignacio Rivero y Hermes Fernández.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Agradecimientos por las imágenes a Hey Paul Studios a través Flickr, Pongsak KaewmanaprasertAcha YhamruksaSommai Larkjit, Anna Liebiedieva, y Rob Marmion a través de 123rf, Bambo, OpenPics, PublicDomainPictures, y Lebensmittelfotos a través Pixabay, Gajda-13 Fir0002, y Snufkin7 a través de Wikimedia Commons.

Las enfermedades renales crónicas son un gran problema de salud pública que afecta a uno de cada ocho estadounidenses, incrementando el riesgo de enfermar y morir incluso entre aquellos con solo una ligera reducción de la función renal. Así pues, estrategias preventivas baratas y con bajo riesgo que cualquier pueda seguir son necesarias para abordar la epidemia de enfermedades renales.

La dieta juega un papel en el deterioro del funcionamiento de los riñones. Concretamente, dietas con alto contenido de proteína y grasa de origen animal y colesterol puede que estén asociadas con derrames de proteínas en la orina (un síntoma de daño en el riñón), y generalmente dietas altas en frutas, verduras y cereales integrales, pero con bajo contenido de carnes y dulces puede que sean protectoras contra la disminución de la función renal.

Comparando con las dietas que seguían nuestros ancestros, no solamente estamos comiendo más grasas saturadas, azucares y sal, si no que también comemos una dieta más acidificante, en contraposición con una dieta básica o dieta alcalina. La dieta humana ancestral estaba fuertemente basada en alimentos de origen vegetal y, por tanto, siendo más alcalina que ácida.

La carga ácida dietética (DAL por sus siglas en inglés) está determinada por el equilibrio de alimentos acidificantes, los cuales son ricos en proteína de origen animal (como carnes, huevos y quesos), compensado con alimentos alcalinizantes, tales como las frutas y las verduras. Y en esta encuesta a escala nacional realizada en 12.000 estadounidenses adultos, la carga ácida dietética estuvo asociada con daños en el riñón entre adultos de EE.UU.

Se cree que las dietas promotoras de la acidez afectan a los riñones a través de intoxicación tubular, dañando los diminutos y delicados tubos que fabrican la orina en los riñones a través de un aumento en la producción de amoniaco. Veamos, el amoniaco es una base; así pues, los riñones producen amoniaco para amortiguar el ácido de los alimentos que comemos. A corto plazo esto es beneficioso para eliminar la acidez; sin embargo, a largo plazo todo ese amoniaco extra un día tras otro en nuestros riñones puede ejercer efectos tóxicos.

El funcionamiento de nuestros riñones tiende a reducirse progresivamente después de los 30 años y para cuando tenemos 80 la capacidad de nuestros riñones puede estar reducida hasta la mitad. Quizás esta presunta reducción de la función renal relacionada con la edad es el resultado del daño inducido por una vida de sobreproducción de amoniaco. Aunque esto es tan solo una teoría. El pH ácido puede incrementar la producción de radicales libres y dañar los riñones de esta forma o incrementar la nefroesclerosis.

No es solamente que las proteínas derivadas de alimentos vegetales acompañadas de antioxidantes puedan combatir los radicales libres, es que las proteínas vegetales son menos acidificantes en primer lugar, porque tienden a tener menor contenido de aminoácidos con azufre. Una de las razones por la que los alimentos vegetales tienden a ser menos acidificantes que los alimentos de origen animal es debido a que el ácido se produce por el azufre en las proteínas, y hay menos de este en las proteínas vegetales.

Por lo tanto, el factor más importante del efecto de las proteínas de la dieta en la progresión de las enfermedades renales es la calidad de la proteína ingerida (en otras palabras, si producen incrementos de acidez como la mayoría de proteínas de origen animal o son alcalinizantes como la mayoría de las procedentes de frutas y verduras), más que la cantidad de proteínas ingeridas.

Puesto que la dieta de los norteamericanos es altamente acidificante, debido a la deficiencia en frutas y verduras y al gran contenido de productos de origen animal, cambiar de una dieta americana estándar a una dieta vegana puede mejorar la acidez en la sangre (acidosis) en pacientes con enfermedad renal crónica. Bajo circunstancias normales, una dieta vegetariana es alcalinizante, mientras que una dieta no vegetariana conduce a tener una carga ácida. Esto es cierto incluso para vegetarianos que consumieron sustitutivos de carne procesada como hamburguesas vegetarianas.

Dietas basadas en vegetales han sido prescritas durante décadas para aquellos con insuficiencia renal crónica. Sin grasa animal, sin colesterol, menor carga ácida y ayudando a reducir la tensión arterial. Y, de hecho, si comparas el funcionamiento de los riñones de veganos con los de omnívoros, la dieta con mayor contenido de vegetales estuvo más relacionada con mejoras en los parámetros para prevenir el deterioro de los riñones.

Para ver las gráficas, imágenes y citas a las cuales Dr. Greger haya hecho referencia, mira el video de arriba. Este texto es una aproximación del audio aportado por Katie Schloer.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Ignacio Rivero y Hermes Fernández.

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Agradecimientos por las imágenes a Hey Paul Studios a través Flickr, Pongsak KaewmanaprasertAcha YhamruksaSommai Larkjit, Anna Liebiedieva, y Rob Marmion a través de 123rf, Bambo, OpenPics, PublicDomainPictures, y Lebensmittelfotos a través Pixabay, Gajda-13 Fir0002, y Snufkin7 a través de Wikimedia Commons.

Nota del Doctor

Me sorprendió enterarme del efecto tan potente que tiene la dieta en el funcionamiento de los riñones y su estructura. Algunos de mis últimos artículos sobre este tema incluyen:

Pero, ¿no son algunos alimentos de origen vegetal también ácidos? Echa un vistazo al gráfico en mi video Como tratar las piedras de riñón con la dieta.

¿Alguna forma de ver como de acidificante es tu dieta? Sí – ¡y es divertida! Mira el video Analizar tu dieta mediante la orina y lombarda.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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