¿Es el consumo de granos integrales un marcador de comportamientos más saludables o tienen los granos integrales efectos beneficiosos directos para la salud?
¿Puede la avena ayudar a la enfermedad hepática grasa?
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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
Si la avena es tan poderosa que puede aclarar algunos de los estragos de la quimioterapia en cuanto es aplicada en la piel, ¿qué podrá hacer cuando se come? La farmacología de la avena. Se ha reportado que la avena posee varias actividades similares a las de los medicamentos, como la reducción del colesterol en la sangre y el azúcar en la sangre, impulsar nuestro sistema inmunológico, anti-cancerígeno, antioxidante, anti-arteriosclerosis, además de ser un antiinflamatorio tópico, también puede ser útil para controlar el asma infantil, el peso corporal, etc.
La ingesta en general de granos integrales está asociada con menor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y aumento de peso. Todos los estudios de cohorte sobre la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiaca demuestran que el consumo de granos integrales se asocia con menor riesgo. Observaron lo mismo para la obesidad- ganancia de peso consistente menor para los que consumían unas porciones de granos integrales todos los días.
Sí, todos los estudios prospectivos de población demuestran que una mayor ingesta de granos integrales se asocia con un índice menor de masa corporal y ganancia de peso corporal. Sin embargo, estos resultados no clarifican si el consumo de granos integrales es simplemente un marcador de un estilo de vida más saludable o un factor que favorece el peso corporal en sí.
Por ejemplo, los consumidores de granos integrales, aquellos que comen trigo integral, arroz integral y avena al desayunar tienden a ser más activos físicamente, fumar menos y consumir más fruta, verduras y fibra dietética que los que desayunan con Fruit Loops. Estadísticamente, uno puede controlar esos factores. Al comparar efectivamente a los no fumadores con los fumadores con una dieta y rutina de ejercicio similar, al igual que la mayoría de estudios y nuevamente encontraron que los granos integrales son protectores a través de una variedad de mecanismos.
Para ayudar a controlar el peso, la fibra soluble de la avena forma un gel en el estómago, lo cual atrasa el proceso de vaciar el estómago. Esto hace que uno se sienta lleno por un periodo de tiempo más largo, lo cual ayuda con la pérdida de peso y luego hay otros efectos en el intestino delgado y grueso. Todo parece plausible que la ingesta de granos integrales ofrece beneficios directos, sin embargo, sólo los resultados de los estudios de intervención controlada pueden proporcionar la evidencia de causa y efecto. En otras palabras, la evidencia de que los consumidores de avena tienen menores tasas de enfermedad es clara, pero eso no es lo mismo que probar que si empezamos a comer más avena, nuestro riesgo se reducirá. Para saber que necesitamos un ensayo intervencionista, idealmente un estudio ciego donde se le da a mitad de la gente avena y a la otra mitad un placebo de avena que parece y sabe a avena para ver si realmente funciona. Como se puede imaginar, esto no se ha hecho, hasta ahora. En un ensayo doble ciego aleatorio con hombres y mujeres con sobrepeso y obesidad, casi que un 90% de los sujetos tratados con avena redujeron su peso corporal, en comparación a ninguna pérdida de peso en el grupo control, una cintura más delgada en promedio, una caída de 20 puntos de colesterol y una mejor función hepática.
La enfermedad hepática grasa no alcohólica, un hígado graso causado por exceso de comida en lugar de exceso de bebida, es ahora la causa más común de enfermedad hepática en Estados Unidos, encontrado en la autopsia en hasta el 90% de los individuos obesos y en casos raros puede conducir a la cirrosis del hígado, cáncer de hígado y muerte. Teóricamente, los granos integrales podrían ayudar a prevenir y a tratar la enfermedad hepática grasa, pero esta es la primera vez en que se ha puesto a la prueba de esta manera. Un estudio de seguimiento en 2014 confirmó los hallazgos de que los granos integrales tienen un papel protector, pero los granos refinados se asociaron con un mayor riesgo. Así que uno no esperaría obtener tales resultados maravillosos con Wonder Bread.
La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Millán.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- R Singh, S De, A Belkheir. Avena sativa (Oat), a potential neutraceutical and therapeutic agent: an overview. Crit Rev Food Sci Nutr. 2013;53(2):126-44.
- E Q Ye, S A Chacko, E L Chou, M Kugizaki, S Liu. Greater whole-grain intake is associated with lower risk of type 2 diabetes, cardiovascular disease, and weight gain. J Nutr. 2012 Jul;142(7):1304-13.
- J. P. Karl and E. Saltzman. The Role of Whole Grains in Body Weight Regulation. Adv. Nutr. 3: 697–707, 2012.
- R. Giacco, G. Della Pepa, D. Luongo, G. Riccardi. Whole grain intake in relation to body weight: From epidemiological evidence to clinical trials. Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases 2011; 21: 901e908.
- H. C. Chang, C. N. Huang, D. M. Yeh, S. J. Wang, C. H Peng, C. J. Wang. Oat Prevents Obesity and Abdominal Fat Distribution, and Improves Liver Function in Humans. Plant Foods Hum Nutr. 2013; 68:18–23.
- N Khov, A. Sharma, T. R. Riley. Bedside ultrasound in the diagnosis of nonalcoholic fatty liver disease. World J Gastroenterol 2014 June; 20(22): 6821-6825.
- H. C. Masuoka and N. Chalasani. Nonalcoholic fatty liver disease: an emerging threat to obese and diabetic individuals. Ann. N.Y. Acad. Sci. 2013; 1281: 106–122.
- A. B. Ross, J. P. Godin, K. Minehira, and J. P. Kirwan. Increasing Whole Grain Intake as Part of Prevention and Treatment of Nonalcoholic Fatty Liver Disease. Int. J. Endocrin. 2013; 1-13.
- M. Georgoulis, M. D. Kontogianni, N. Tileli, A. Margariti, E. Fragopoulou, D. Tiniakos, R. Zafiropoulou, G. Papatheodoridis. The impact of cereal grain consumption on the development and severity of non-alcoholic fatty liver disease. Eur J Nutr. 2013 Feb.
- D. T. Alexandrescu, J. G. Vaillant and C. A. Dasanu. Effect of treatment with a colloidal oatmeal lotion on the acneform eruption induced by epidermal growth factor receptor and multiple tyrosine-kinase inhibitors. Clinical and Experimental Dermatology, 32. Aug 6; 71–74.
- E. Eiling, M. Brandt, T. Schwarz, A. Hauschild. Pimecrolimus: A Novel Treatment for Cetuximab-Induced Papulopustular Eruption. Arch Dermatol. 2008 Sep; 144 (9): 1236-1237.
Imágenes gracias a iha3 via Flickr.
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
Si la avena es tan poderosa que puede aclarar algunos de los estragos de la quimioterapia en cuanto es aplicada en la piel, ¿qué podrá hacer cuando se come? La farmacología de la avena. Se ha reportado que la avena posee varias actividades similares a las de los medicamentos, como la reducción del colesterol en la sangre y el azúcar en la sangre, impulsar nuestro sistema inmunológico, anti-cancerígeno, antioxidante, anti-arteriosclerosis, además de ser un antiinflamatorio tópico, también puede ser útil para controlar el asma infantil, el peso corporal, etc.
La ingesta en general de granos integrales está asociada con menor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y aumento de peso. Todos los estudios de cohorte sobre la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiaca demuestran que el consumo de granos integrales se asocia con menor riesgo. Observaron lo mismo para la obesidad- ganancia de peso consistente menor para los que consumían unas porciones de granos integrales todos los días.
Sí, todos los estudios prospectivos de población demuestran que una mayor ingesta de granos integrales se asocia con un índice menor de masa corporal y ganancia de peso corporal. Sin embargo, estos resultados no clarifican si el consumo de granos integrales es simplemente un marcador de un estilo de vida más saludable o un factor que favorece el peso corporal en sí.
Por ejemplo, los consumidores de granos integrales, aquellos que comen trigo integral, arroz integral y avena al desayunar tienden a ser más activos físicamente, fumar menos y consumir más fruta, verduras y fibra dietética que los que desayunan con Fruit Loops. Estadísticamente, uno puede controlar esos factores. Al comparar efectivamente a los no fumadores con los fumadores con una dieta y rutina de ejercicio similar, al igual que la mayoría de estudios y nuevamente encontraron que los granos integrales son protectores a través de una variedad de mecanismos.
Para ayudar a controlar el peso, la fibra soluble de la avena forma un gel en el estómago, lo cual atrasa el proceso de vaciar el estómago. Esto hace que uno se sienta lleno por un periodo de tiempo más largo, lo cual ayuda con la pérdida de peso y luego hay otros efectos en el intestino delgado y grueso. Todo parece plausible que la ingesta de granos integrales ofrece beneficios directos, sin embargo, sólo los resultados de los estudios de intervención controlada pueden proporcionar la evidencia de causa y efecto. En otras palabras, la evidencia de que los consumidores de avena tienen menores tasas de enfermedad es clara, pero eso no es lo mismo que probar que si empezamos a comer más avena, nuestro riesgo se reducirá. Para saber que necesitamos un ensayo intervencionista, idealmente un estudio ciego donde se le da a mitad de la gente avena y a la otra mitad un placebo de avena que parece y sabe a avena para ver si realmente funciona. Como se puede imaginar, esto no se ha hecho, hasta ahora. En un ensayo doble ciego aleatorio con hombres y mujeres con sobrepeso y obesidad, casi que un 90% de los sujetos tratados con avena redujeron su peso corporal, en comparación a ninguna pérdida de peso en el grupo control, una cintura más delgada en promedio, una caída de 20 puntos de colesterol y una mejor función hepática.
La enfermedad hepática grasa no alcohólica, un hígado graso causado por exceso de comida en lugar de exceso de bebida, es ahora la causa más común de enfermedad hepática en Estados Unidos, encontrado en la autopsia en hasta el 90% de los individuos obesos y en casos raros puede conducir a la cirrosis del hígado, cáncer de hígado y muerte. Teóricamente, los granos integrales podrían ayudar a prevenir y a tratar la enfermedad hepática grasa, pero esta es la primera vez en que se ha puesto a la prueba de esta manera. Un estudio de seguimiento en 2014 confirmó los hallazgos de que los granos integrales tienen un papel protector, pero los granos refinados se asociaron con un mayor riesgo. Así que uno no esperaría obtener tales resultados maravillosos con Wonder Bread.
La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Millán.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- R Singh, S De, A Belkheir. Avena sativa (Oat), a potential neutraceutical and therapeutic agent: an overview. Crit Rev Food Sci Nutr. 2013;53(2):126-44.
- E Q Ye, S A Chacko, E L Chou, M Kugizaki, S Liu. Greater whole-grain intake is associated with lower risk of type 2 diabetes, cardiovascular disease, and weight gain. J Nutr. 2012 Jul;142(7):1304-13.
- J. P. Karl and E. Saltzman. The Role of Whole Grains in Body Weight Regulation. Adv. Nutr. 3: 697–707, 2012.
- R. Giacco, G. Della Pepa, D. Luongo, G. Riccardi. Whole grain intake in relation to body weight: From epidemiological evidence to clinical trials. Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases 2011; 21: 901e908.
- H. C. Chang, C. N. Huang, D. M. Yeh, S. J. Wang, C. H Peng, C. J. Wang. Oat Prevents Obesity and Abdominal Fat Distribution, and Improves Liver Function in Humans. Plant Foods Hum Nutr. 2013; 68:18–23.
- N Khov, A. Sharma, T. R. Riley. Bedside ultrasound in the diagnosis of nonalcoholic fatty liver disease. World J Gastroenterol 2014 June; 20(22): 6821-6825.
- H. C. Masuoka and N. Chalasani. Nonalcoholic fatty liver disease: an emerging threat to obese and diabetic individuals. Ann. N.Y. Acad. Sci. 2013; 1281: 106–122.
- A. B. Ross, J. P. Godin, K. Minehira, and J. P. Kirwan. Increasing Whole Grain Intake as Part of Prevention and Treatment of Nonalcoholic Fatty Liver Disease. Int. J. Endocrin. 2013; 1-13.
- M. Georgoulis, M. D. Kontogianni, N. Tileli, A. Margariti, E. Fragopoulou, D. Tiniakos, R. Zafiropoulou, G. Papatheodoridis. The impact of cereal grain consumption on the development and severity of non-alcoholic fatty liver disease. Eur J Nutr. 2013 Feb.
- D. T. Alexandrescu, J. G. Vaillant and C. A. Dasanu. Effect of treatment with a colloidal oatmeal lotion on the acneform eruption induced by epidermal growth factor receptor and multiple tyrosine-kinase inhibitors. Clinical and Experimental Dermatology, 32. Aug 6; 71–74.
- E. Eiling, M. Brandt, T. Schwarz, A. Hauschild. Pimecrolimus: A Novel Treatment for Cetuximab-Induced Papulopustular Eruption. Arch Dermatol. 2008 Sep; 144 (9): 1236-1237.
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¿Puede la avena ayudar a la enfermedad hepática grasa?
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