¿Qué frutos secos combaten mejor al cáncer?

En mi video acerca de las nueces y la prevención de cáncer de mama, hago mención a información contenida en el Estudio de Enfermeras de Harvard sugiriendo que el consumo temprano de nueces podría ser un medio viable para la prevención del cáncer de mama. Un estudio de seguimiento que involucró a las hijas de las enfermeras corroboró estos hallazgos. Se encontró que aquellas que consumían una mayor cantidad de mantequilla de maní, nueces, frijoles, lentejas, soja y maíz tenían menor riesgo de desarrollar enfermedad fibroquística en las mamas, la cual aumenta el riesgo de cáncer. A su vez, los efectos protectores resultaron ser mejores para quienes tenían un riesgo mayor, aquellas personas con una historia de antecedentes familiares de cáncer de mama.

Un estudio reciente encontró que dos puñados de nueces a la semana podría proteger contra el desarrollo de cáncer de páncreas, uno de los cánceres con más incidencias de muertes. No estamos seguros del motivo por el cual funciona. Las nueces son descritas como poderosas nutricionalmente, y cargadas de todo tipo de beneficios, lo que podría explicar algunos de los mecanismos por los que los componentes de las nueces inducen a la muerte de las células cancerosas e inhiben el crecimiento y expansión del cáncer in vitro, pero, ¿qué nueces funcionan mejor? En mi video “La verdura anticáncer #1”, aprendimos que dos clases de vegetales, la familia del brócoli y la familia del ajo, suprimieron más efectivamente el crecimiento de las células malignas en las mamas. Luego, en ¿Cuáles son las frutas que mejor combaten el cáncer?, los arándanos y los limones fueron los protagonistas. ¿Qué hay sobre las nueces? Con respecto a su contenido de antioxidantes, las nueces de castilla y las nueces pecanas se roban el show.  Veinticinco nueces de castilla tienen un contenido de antioxidantes equivalente a ocho gramos de vitamina C, lo cual es igual al contenido de vitamina C en cientos de naranjas. Pero, ¿qué efecto tienen contra el cáncer?

Aquí pueden ver un gráfico que muestra la proliferación de las células cancerosas en seres humanos versus un aumento en las concentraciones de diez de las nueces que más se consumen en los Estados Unidos. Si uno echa unas gotas de agua en las células cancerosas como un control, no pasa nada. Comienzan y continúan aumentando el cáncer al 100%. Con las avellanas, los pistaches y las nueces de Brasil no hubo muchos cambios. Empezamos a notar cambios con los piñones, castañas de caju o anacardos y nueces de macadamia. Las almendras surgen como dos veces más protectoras, disminuyendo el aumento de las células cancerosas a la mitad con solo una media dosis, pero estas tres son las ganadoras, causando una dramática disminución en la proliferación del cáncer con solo dosis mínimas: nueces de castilla y nueces pecanas, con la medalla de bronce para el maní. Estas eran nueces versus células cancerosas de hígado, como se hizo con el estudio del consumo de frutas. Se encontraron resultados similares con respecto al consumo de nueces y las células malignas de cáncer de colon, lo cual resulta particularmente útil, dado que la ingesta de nueces entraría en contacto directo con los tumores de cáncer de colon en el mundo real, mientras que en el caso del cáncer de mama, aún si las nueces suprimieran la proliferación de células cancerígenas en una placa de petri, eso no significa que necesariamente el consumo de nueces vaya a suprimir el crecimiento de cáncer de mama, debido a que el componente protector de las nueces podría no ser propiamente absorbido por el torrente sanguíneo. Para hacer una prueba al respecto, se debería diseñar un experimento donde se pueda verter sangre de personas que comen nueces contra quienes no las comen sobre una muestra de células malignas de mama. Eso es lo que exactamente se hizo en un estudio reciente llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania. Querían saber qué es lo que hace a las nueces tan protectoras, entonces alimentaron a personas o con nueces, o aceite de nuez, o la piel de la nuez, y luego por los próximos seis meses vertieron sangre en células de cáncer de mama en una placa de petri, y la sangre de aquellos que consumieron nueces suprimió el crecimiento de cáncer de mama en humanos, lo cual no pareció funcionar igual con el solo consumo de aceite o piel de la nuez. La información sugiere que algunos componentes de las nueces son absorbidos, circulan en la sangre y afectan ya sea directa o indirectamente la proliferación de las células cancerosas de mama. 

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Marina Rivelis y Elizabeth Romo.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Horst Frank, Aney, Kotoviski, Firetwister, Maximaximax, TonytheTiger, Evan-Amos, Azure, y Grendelkhan via Wikimedia Commons.

• ajo
• almendras
• anacardos
• antioxidantes
• arándanos
• arándanos
• avellanas
• brócoli
• cacahuete
• cáncer
• cáncer de colon
• cáncer de hígado
• cáncer de mama
• cáncer de páncreas
• estrés oxidativo
• Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard
• fibrosis quística de mama
• frijol de soja
• fruta
• frutos secos
• legumbres
• lentejas
• limones
• maíz
• mantequilla de cacahuete
• mortalidad
• naranjas
• nueces
• nueces de Brasil
• nueces de macadamia
• nuez pecana
• piñones
• pistachos
• salud de la mujer
• verduras
• vitamina C