La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune sistémica crónica que afecta a millones. Se caracteriza por dolor persistente y rigidez, además de destrucción progresiva de las articulaciones, especialmente en las manos y los pies, lo que lleva a deformidades incapacitantes. ¿Qué podemos hacer para prevenirla y tratarla?

En un famoso ensayo controlado aleatorio de 13 meses de dietas a base de vegetales para la artritis reumatoide, los pacientes fueron sometidos a una dieta vegana durante tres meses y medio y luego pasaron a una dieta lactovegetariana libre de huevos durante el resto del estudio. En comparación con el grupo control, el cual no cambió su dieta en absoluto, el grupo que consumió vegetales tuvo una mejora significativa en la rigidez matutina en el primer mes, reduciendo a la mitad el número de horas que sufrían de rigidez articular. El dolor bajó de cinco en una escala de diez a menos de tres en una escala de diez. Las personas del grupo a base de vegetales también informaron, subjetivamente, sentirse mejor y experimentar mejoras significativas en su fuerza de agarre, menos articulaciones adoloridas, menor sensibilidad articular y menos hinchazón, con el beneficio adicional de perder alrededor de seis kilos y mantener la mayor parte de esa pérdida de peso durante todo el año. También tuvieron disminución en los marcadores inflamatorios en su sangre. La pregunta es: ¿por qué? ¿Qué tiene que ver la alimentación con la enfermedad inflamatoria de las articulaciones? Una forma en que las dietas a base de vegetales pueden ayudar con la artritis reumatoide es por medio de la reducción de la exposición a un compuesto inflamatorio que se encuentra en los productos de origen animal.

La artritis también se puede desencadenar por acción de la bacteria Yersinia que, según se informa, enferma a casi cien mil estadounidenses anualmente. En cada brote para el cual se ha encontrado una fuente, el culpable fue el cerdo contaminado. En la mayoría de los casos, la intoxicación alimentaria por Yersinia conduce a poco más que gastroenteritis aguda, pero los síntomas pueden volverse severos y simular apendicitis, dando lugar a cirugías de emergencia innecesarias. Las consecuencias a largo plazo de la infección por Yersinia incluyen inflamación crónica de los ojos, riñones, corazón y articulaciones. Los estudios han encontrado que dentro de un año de contraer la intoxicación alimentaria por Yersinia, las víctimas presentan 47 veces más probabilidades de contraer artritis autoinmune y las bacterias también pueden desempeñar un papel en el desencadenamiento de una condición tiroidea autoinmune conocida como enfermedad de Graves.

Nuestro peso también puede ser un factor. En las últimas décadas, el número de niños estadounidenses con sobrepeso ha aumentado más del 100%. Los niños que son obesos a la edad de seis años se consideran más propensos a permanecer así y 75% al 80% de los adolescentes obesos pueden seguirlo siendo como adultos. Como tal, la obesidad infantil puede ser un poderoso predictor de la enfermedad en edad adulta y la muerte. Por ejemplo, se descubrió que el sobrepeso en un adolescente predecía el riesgo de enfermedad incluso 55 años más tarde. Tales individuos pueden terminar con dos veces el riesgo de morir de enfermedad cardíaca y una mayor incidencia de otras enfermedades, incluyendo cáncer colorrectal, gota y artritis.

No solo pueden las dietas a base de vegetales mejorar o incluso eliminar los síntomas de la artritis, también los alimentos vegetales específicos pueden proporcionar algún alivio. Por ejemplo, los frutos de acai mostraron un beneficio modesto para los pacientes con osteoartritis. Las cerezas agrias parecen ser tan antiinflamatorias que pueden utilizarse para tratar un tipo doloroso de artritis llamada gota. Los tratamientos alimentarios deliciosos son bien recibidos, ya que algunos medicamentos para la gota pueden costar 2000 dólares por dosis, no portan una distinción clara entre dosis no tóxicas, tóxicas y letales o pueden causar un raro efecto secundario que te hace perder piel.

Se ha demostrado que la curcumina, el pigmento en la cúrcuma que le da ese color amarillo brillante, es efectiva en el tratamiento de la artritis reumatoide, mejor que el principal medicamento de elección. Consumir cúrcuma con soja puede ofrecer un doble beneficio para los pacientes con osteoartritis. El tofu revuelto es la combinación clásica de cúrcuma y soja, pero permíteme compartir una de mis favoritas: un batido de pastel de calabaza que puedes licuar en menos de tres minutos. Simplemente mezcla una lata de puré de calabaza, un puñado de arándanos congelados y dátiles sin semillas, una especia de pastel de calabaza al gusto, una rebanada de cúrcuma de medio centímetro (o un cuarto de cucharadita en polvo) y leche de soja sin endulzante hasta obtener tu consistencia preferida.

Traducción: Ana Victoria Esquivel. Edición: Viviana Garcia

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