¿Son efectivos los sustitutos de sal de cloruro de potasio?

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¿Es bueno el cloruro de potasio al permitirte disminuir la ingesta de sodio y aumentar la de potasio?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

De todas las cosas terribles de nuestras dietas, la alta ingesta de sodio (la alta ingesta de sal) es el principal riesgo. Se estima que causa millones de muertes cada año, principalmente a través de efectos adversos en la presión arterial y un mayor riesgo de apoplejía, infarto y daño renal. La hipertensión (presión arterial alta) sigue llamándose el “asesino silencioso e invisible” porque rara vez causa síntomas, pero es uno de los más poderosos predictores independientes de algunas de nuestras principales causas de muerte.

Evolucionamos consumiendo una dieta muy rica en potasio y baja en sodio, pero hoy este patrón se ha invertido por completo. Este cambio refleja una transición desde las dietas tradicionales a base de vegetales altas en potasio y bajas en sodio, una transición desde las frutas y verduras, raíces y tubérculos, hacia alimentos procesados salados despojados de potasio, que se considera un “nutriente de interés para la salud pública”, pues el 98 % de la población de EE. UU. ni siquiera alcanza la ingesta diaria mínima recomendada de potasio, como mencioné en mi último video, y la baja ingesta de potasio está directamente implicada en la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, pocos médicos piensan de verdad en proponer a sus pacientes que coman más alimentos ricos en potasio, como frutas y verduras, para controlar mejor la presión arterial, a pesar de que varios metaanálisis han confirmado que la alta ingesta de potasio parece reducir el riesgo de apoplejía.

Hay incluso una reducción en el riesgo de apoplejía independiente de los efectos de la presión arterial, en consonancia con otros efectos protectores del potasio, como la reducción de la formación de coágulos, la reducción del endurecimiento de las arterias y la reducción de la generación de radicales libres. Una mayor ingesta de sodio se asocia con un aumento del 20 % del riesgo de muerte prematura, mientras que una mayor ingesta de potasio se asoció con una reducción del 20 % del riesgo de muerte prematura. Sí, pero el sodio se encuentra en alimentos procesados chatarra, mientras que el potasio se concentra en alimentos saludables como legumbres y verduras. Por ello, una ingesta baja de sodio y una ingesta alta de potasio pueden ser un marcador de una dieta más saludable: más alimentos vegetales y menos basura.

¿Cómo sabemos que el sodio es malo en una cadena de causa y efecto? Porque hay ensayos controlados aleatorizados que muestran que la reducción de sodio conduce a la reducción de la presión arterial, al igual que hay ensayos controlados aleatorizados que muestran que con un extra de potasio también puede reducirse la presión arterial. Entonces, ¿por qué no usamos cloruro de potasio para salar los alimentos, en lugar de cloruro de sodio? Estos son los hallazgos sobre estos sustitutos de la sal con cero sodio. 

El cloruro de potasio es una sal mineral natural, que se obtiene de la misma manera en que obtenemos la sal de sodio normal. Dado que tomamos demasiado sodio e insuficiente potasio, esto parecería hacer del cloruro de potasio la solución ideal.

Sin embargo, son los alimentos vegetales naturales e integrales los que mejor aumentan la ingesta de potasio. Las frutas y verduras contienen todo tipo de cosas buenas además del potasio, pero ahora tenemos 10 estudios, ensayos controlados aleatorizados, que muestran que con solo sustituir con cloruro de potasio parte de la sal normal se pueden conseguir reducciones significativas en la presión arterial de personas con hipertensión, lo que sugiere que los sustitutos de la sal también pueden ayudar a prevenir la hipertensión. Sabemos que los sustitutos de la sal pueden reducir la presión arterial, pero ¿disminuye realmente la incidencia de la hipertensión y, lo que es más importante, los desenlaces de la enfermedad, como apoplejías y mortalidad? No se puede saber, hasta ponerlo a prueba. 

En un ensayo controlado aleatorizado, los hogares reemplazaron solo un cuarto de la sal con cloruro de potasio. A ese nivel, la mayoría no notó la diferencia o incluso prefirió la sal con el potasio mezclado. Vale, ¿pero de verdad sirvió de algo? El uso de sustituto para tan solo un cuarto de la sal se asoció con la reducción del riesgo de desarrollar hipertensión a la mitad.

Vale, pero ¿y si realizamos el seguimiento para ver si hay algún cambio en el riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular? Se aleatorizaron 5 cocinas en un hogar de veteranos en dos grupos durante aproximadamente dos años y medio, salando las comidas con sal regular o, sin que los cocineros y los comensales lo supieran, con una mezcla 50/50 de cloruro de potasio. El grupo con potasio redujo el riesgo de morir de enfermedades cardiovasculares en aproximadamente un 40 % y vivieron hasta casi un año más. Esa diferencia de esperanza de vida a los 70 años era equivalente a la que habría ocurrido naturalmente en 14 años, lo que significa que el simple cambio a la mitad de la sal de potasio parecía hacer que las personas fueran más de una década más jóvenes en lo relativo al riesgo de muerte. En este mismo momento se está concluyendo un ensayo controlado aleatorizado masivo en China que engloba 600 pueblos y más de 20 000 personas y nos dará una idea de cuánto podemos reducir el riesgo de apoplejía con esta estrategia.

China es perfecta, porque hasta el 75 % de su ingesta de sodio proviene de la sal que añaden en la cocina o el comedor de casa, mientras que la mayor parte del sodio en la dieta estadounidense viene preenvasado en la carne y los alimentos procesados que compramos, aunque las empresas de alimentos podrían cambiar por sí mismas. ¿Por qué no lo han hecho? ¿Y por qué no hay más personas que acojan estos sustitutos de la sal si funcionan bien y saben igual? Podríamos estar “Alcanzando los beneficios de una dieta paleolítica alta en potasio, sin la toxicidad”. Entonces, “¿Está lista la sustitución de sal para el gran salto?” ¿Qué pasa con la seguridad? Sí, hay argumentos convincentes sobre los beneficios, pero ¿qué pasa con los riesgos? Por ejemplo, y cito textualmente, “la inclusión de sustitutos de la sal potencialmente mortales en el suministro de alimentos”. Espera, ¿qué? Hablaremos de las posibles desventajas, a continuación.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

De todas las cosas terribles de nuestras dietas, la alta ingesta de sodio (la alta ingesta de sal) es el principal riesgo. Se estima que causa millones de muertes cada año, principalmente a través de efectos adversos en la presión arterial y un mayor riesgo de apoplejía, infarto y daño renal. La hipertensión (presión arterial alta) sigue llamándose el “asesino silencioso e invisible” porque rara vez causa síntomas, pero es uno de los más poderosos predictores independientes de algunas de nuestras principales causas de muerte.

Evolucionamos consumiendo una dieta muy rica en potasio y baja en sodio, pero hoy este patrón se ha invertido por completo. Este cambio refleja una transición desde las dietas tradicionales a base de vegetales altas en potasio y bajas en sodio, una transición desde las frutas y verduras, raíces y tubérculos, hacia alimentos procesados salados despojados de potasio, que se considera un “nutriente de interés para la salud pública”, pues el 98 % de la población de EE. UU. ni siquiera alcanza la ingesta diaria mínima recomendada de potasio, como mencioné en mi último video, y la baja ingesta de potasio está directamente implicada en la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, pocos médicos piensan de verdad en proponer a sus pacientes que coman más alimentos ricos en potasio, como frutas y verduras, para controlar mejor la presión arterial, a pesar de que varios metaanálisis han confirmado que la alta ingesta de potasio parece reducir el riesgo de apoplejía.

Hay incluso una reducción en el riesgo de apoplejía independiente de los efectos de la presión arterial, en consonancia con otros efectos protectores del potasio, como la reducción de la formación de coágulos, la reducción del endurecimiento de las arterias y la reducción de la generación de radicales libres. Una mayor ingesta de sodio se asocia con un aumento del 20 % del riesgo de muerte prematura, mientras que una mayor ingesta de potasio se asoció con una reducción del 20 % del riesgo de muerte prematura. Sí, pero el sodio se encuentra en alimentos procesados chatarra, mientras que el potasio se concentra en alimentos saludables como legumbres y verduras. Por ello, una ingesta baja de sodio y una ingesta alta de potasio pueden ser un marcador de una dieta más saludable: más alimentos vegetales y menos basura.

¿Cómo sabemos que el sodio es malo en una cadena de causa y efecto? Porque hay ensayos controlados aleatorizados que muestran que la reducción de sodio conduce a la reducción de la presión arterial, al igual que hay ensayos controlados aleatorizados que muestran que con un extra de potasio también puede reducirse la presión arterial. Entonces, ¿por qué no usamos cloruro de potasio para salar los alimentos, en lugar de cloruro de sodio? Estos son los hallazgos sobre estos sustitutos de la sal con cero sodio. 

El cloruro de potasio es una sal mineral natural, que se obtiene de la misma manera en que obtenemos la sal de sodio normal. Dado que tomamos demasiado sodio e insuficiente potasio, esto parecería hacer del cloruro de potasio la solución ideal.

Sin embargo, son los alimentos vegetales naturales e integrales los que mejor aumentan la ingesta de potasio. Las frutas y verduras contienen todo tipo de cosas buenas además del potasio, pero ahora tenemos 10 estudios, ensayos controlados aleatorizados, que muestran que con solo sustituir con cloruro de potasio parte de la sal normal se pueden conseguir reducciones significativas en la presión arterial de personas con hipertensión, lo que sugiere que los sustitutos de la sal también pueden ayudar a prevenir la hipertensión. Sabemos que los sustitutos de la sal pueden reducir la presión arterial, pero ¿disminuye realmente la incidencia de la hipertensión y, lo que es más importante, los desenlaces de la enfermedad, como apoplejías y mortalidad? No se puede saber, hasta ponerlo a prueba. 

En un ensayo controlado aleatorizado, los hogares reemplazaron solo un cuarto de la sal con cloruro de potasio. A ese nivel, la mayoría no notó la diferencia o incluso prefirió la sal con el potasio mezclado. Vale, ¿pero de verdad sirvió de algo? El uso de sustituto para tan solo un cuarto de la sal se asoció con la reducción del riesgo de desarrollar hipertensión a la mitad.

Vale, pero ¿y si realizamos el seguimiento para ver si hay algún cambio en el riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular? Se aleatorizaron 5 cocinas en un hogar de veteranos en dos grupos durante aproximadamente dos años y medio, salando las comidas con sal regular o, sin que los cocineros y los comensales lo supieran, con una mezcla 50/50 de cloruro de potasio. El grupo con potasio redujo el riesgo de morir de enfermedades cardiovasculares en aproximadamente un 40 % y vivieron hasta casi un año más. Esa diferencia de esperanza de vida a los 70 años era equivalente a la que habría ocurrido naturalmente en 14 años, lo que significa que el simple cambio a la mitad de la sal de potasio parecía hacer que las personas fueran más de una década más jóvenes en lo relativo al riesgo de muerte. En este mismo momento se está concluyendo un ensayo controlado aleatorizado masivo en China que engloba 600 pueblos y más de 20 000 personas y nos dará una idea de cuánto podemos reducir el riesgo de apoplejía con esta estrategia.

China es perfecta, porque hasta el 75 % de su ingesta de sodio proviene de la sal que añaden en la cocina o el comedor de casa, mientras que la mayor parte del sodio en la dieta estadounidense viene preenvasado en la carne y los alimentos procesados que compramos, aunque las empresas de alimentos podrían cambiar por sí mismas. ¿Por qué no lo han hecho? ¿Y por qué no hay más personas que acojan estos sustitutos de la sal si funcionan bien y saben igual? Podríamos estar “Alcanzando los beneficios de una dieta paleolítica alta en potasio, sin la toxicidad”. Entonces, “¿Está lista la sustitución de sal para el gran salto?” ¿Qué pasa con la seguridad? Sí, hay argumentos convincentes sobre los beneficios, pero ¿qué pasa con los riesgos? Por ejemplo, y cito textualmente, “la inclusión de sustitutos de la sal potencialmente mortales en el suministro de alimentos”. Espera, ¿qué? Hablaremos de las posibles desventajas, a continuación.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Este es el segundo vídeo de una serie de tres partes sobre sal y potasio. Si te perdiste el primer video, puedes verlo aquí: Menos de 1 de cada 5000 personas cumple con la ingesta recomendada de sodio y potasio. Terminamos la serie con Efectos secundarios del sustituto de sal de cloruro de potasio.

Hablo de los ensayos controlados aleatorizados sobre sodio en La evidencia de que la sal incrementa la presión arterial.

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