Una dieta baja en proteínas para ayudar con la nefropatía

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¿Es malo el exceso de proteína para los riñones? ¿Cómo podríamos reducir el riesgo de diálisis y muerte por la mitad?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María Belén Oliva voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Cerca de uno de cada siete adultos estadounidenses tiene nefropatía crónica, y la prevalencia es mayor en aquellos con factores de riesgo metabólicos como presión arterial alta, diabetes, y obesidad. Pareciera como un trabajo para las dietas basadas en plantas, que demostraron una utilidad significativa en la prevención y el tratamiento de los tres flagelos modernos de la sociedad. Su utilidad en el tratamiento de tantas enfermedades llevó a un creciente interés en su aplicabilidad para la prevención y el tratamiento de la propia nefropatía crónica.

En teoría, existen múltiples beneficios de dietas más basadas en plantas para el manejo de la nefropatía. La ingesta de grasa animal está asociada con la pérdida de proteínas en la orina, y otros componentes relacionados con la carne, como la colina y la carnitina, son convertidos en TMAO por bacterias intestinales malas, que está asociado con cicatrices en los riñones. Las dietas basadas en plantas tienen una menor carga ácida, mientras que la ingesta de alimentos de origen animal como la carne, los huevos, y los lácteos aumenta la formación de ácido y amoníaco, a diferencia de la alcalinización favorable de las frutas y verduras. El fósforo de las proteínas vegetales es menos absorbible, lo que es bueno si tienes riñones enfermos, en especial si se compara con los conservantes a base de fósforo que se usan a menudo en el procesamiento de la carne. De hecho, puedes reducir con éxito los niveles de fósforo en la sangre en pacientes con nefropatía con apenas una semana de dieta vegetariana.

Una mayor ingesta de fibra dietética también puede quitar los productos finales de glicación avanzada de tu sistema (las llamadas glucotoxinas) y prevenir el estreñimiento, que puede causar sobrecarga de potasio en los pacientes renales. Una dieta basada en plantas también disminuye la probabilidad de exposición a aditivos basados en potasio. Muchos de los aditivos de fósforo en la carne son también aditivos de potasio.

Y por último, puede haber impactos favorables en la microbiota intestinal, lo que conduce a menos toxinas urémicas. Estos productos de “putrefacción” se generan mediante la putrefacción de proteínas en el intestino, pero las dietas ricas en plantas podrían reducir las toxinas urémicas en parte debido al aumento de la fibra y a la menor ingesta de proteínas.

Cuanto más baja sea la ingesta de proteínas en la dieta, más lenta será la progresión hacia la nefropatía terminal. Y el mayor riesgo de progresión a la nefropatía terminal asociado con la ingesta de proteínas en la dieta no tendría umbral, lo que significaría que cuanto más bajo mejor. Pero incluso si solo reduces el consumo de proteínas en 10 gramos al día, esa reducción modesta disminuiría el riesgo de nefropatía terminal y muerte en más del 50 por ciento. ¡Es increíble! Era un ensayo controlado aleatorizado. Trataban de que la gente redujera el consumo de proteína a como 0,6 g/kg al día, que son como 40 gramos al día, pero solo lograron que bajaran a unos 60 gramos al día, que técnicamente ni siquiera es una dieta baja en proteínas. La ingesta recomendada de proteínas es de 0,8 g/kg al día, o como 50 gramos al día, pero simplemente lograr que las personas reduzcan la ingesta habitual de proteínas de unos 70 gramos a 60 baja el riesgo de diálisis o muerte en un 77 por ciento. Echa un vistazo a esto. Luego de cuatro años, más del 25 por ciento de aquellos en el grupo de dieta habitual ya habían muerto o estaban en diálisis por enfermedad terminal. En el grupo de proteína reducida eran menos del 10 por ciento.

Un ensayo controlado aleatorizado que demostró un enorme beneficio, pero, pese a la sólida evidencia científica, muchos médicos aún no están convencidos de que una dieta baja en proteínas pueda ayudar a los pacientes con nefropatía crónica. ¿Por qué? “Las razones de este nihilismo son confusas, pero estarían relacionadas con conocimientos previos insuficientes, falta de interés por la nutrición y la dietética, [y] una limitada familiaridad con la literatura científica actual”.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María Belén Oliva voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Cerca de uno de cada siete adultos estadounidenses tiene nefropatía crónica, y la prevalencia es mayor en aquellos con factores de riesgo metabólicos como presión arterial alta, diabetes, y obesidad. Pareciera como un trabajo para las dietas basadas en plantas, que demostraron una utilidad significativa en la prevención y el tratamiento de los tres flagelos modernos de la sociedad. Su utilidad en el tratamiento de tantas enfermedades llevó a un creciente interés en su aplicabilidad para la prevención y el tratamiento de la propia nefropatía crónica.

En teoría, existen múltiples beneficios de dietas más basadas en plantas para el manejo de la nefropatía. La ingesta de grasa animal está asociada con la pérdida de proteínas en la orina, y otros componentes relacionados con la carne, como la colina y la carnitina, son convertidos en TMAO por bacterias intestinales malas, que está asociado con cicatrices en los riñones. Las dietas basadas en plantas tienen una menor carga ácida, mientras que la ingesta de alimentos de origen animal como la carne, los huevos, y los lácteos aumenta la formación de ácido y amoníaco, a diferencia de la alcalinización favorable de las frutas y verduras. El fósforo de las proteínas vegetales es menos absorbible, lo que es bueno si tienes riñones enfermos, en especial si se compara con los conservantes a base de fósforo que se usan a menudo en el procesamiento de la carne. De hecho, puedes reducir con éxito los niveles de fósforo en la sangre en pacientes con nefropatía con apenas una semana de dieta vegetariana.

Una mayor ingesta de fibra dietética también puede quitar los productos finales de glicación avanzada de tu sistema (las llamadas glucotoxinas) y prevenir el estreñimiento, que puede causar sobrecarga de potasio en los pacientes renales. Una dieta basada en plantas también disminuye la probabilidad de exposición a aditivos basados en potasio. Muchos de los aditivos de fósforo en la carne son también aditivos de potasio.

Y por último, puede haber impactos favorables en la microbiota intestinal, lo que conduce a menos toxinas urémicas. Estos productos de “putrefacción” se generan mediante la putrefacción de proteínas en el intestino, pero las dietas ricas en plantas podrían reducir las toxinas urémicas en parte debido al aumento de la fibra y a la menor ingesta de proteínas.

Cuanto más baja sea la ingesta de proteínas en la dieta, más lenta será la progresión hacia la nefropatía terminal. Y el mayor riesgo de progresión a la nefropatía terminal asociado con la ingesta de proteínas en la dieta no tendría umbral, lo que significaría que cuanto más bajo mejor. Pero incluso si solo reduces el consumo de proteínas en 10 gramos al día, esa reducción modesta disminuiría el riesgo de nefropatía terminal y muerte en más del 50 por ciento. ¡Es increíble! Era un ensayo controlado aleatorizado. Trataban de que la gente redujera el consumo de proteína a como 0,6 g/kg al día, que son como 40 gramos al día, pero solo lograron que bajaran a unos 60 gramos al día, que técnicamente ni siquiera es una dieta baja en proteínas. La ingesta recomendada de proteínas es de 0,8 g/kg al día, o como 50 gramos al día, pero simplemente lograr que las personas reduzcan la ingesta habitual de proteínas de unos 70 gramos a 60 baja el riesgo de diálisis o muerte en un 77 por ciento. Echa un vistazo a esto. Luego de cuatro años, más del 25 por ciento de aquellos en el grupo de dieta habitual ya habían muerto o estaban en diálisis por enfermedad terminal. En el grupo de proteína reducida eran menos del 10 por ciento.

Un ensayo controlado aleatorizado que demostró un enorme beneficio, pero, pese a la sólida evidencia científica, muchos médicos aún no están convencidos de que una dieta baja en proteínas pueda ayudar a los pacientes con nefropatía crónica. ¿Por qué? “Las razones de este nihilismo son confusas, pero estarían relacionadas con conocimientos previos insuficientes, falta de interés por la nutrición y la dietética, [y] una limitada familiaridad con la literatura científica actual”.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

¿Qué tal las dietas más bajas en proteína para todos los demás? De hecho, esa es una de mis ocho recomendaciones contra el envejecimiento de mi próximo libro Cómo no envejecer, para una vida más larga y saludable. (Como siempre, todos los ingresos van a la caridad). ¡Mantente atento!

Estos son algunos videos más sobre la salud renal:

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