¿Sirven los suplementos de vitamina D para la diabetes, la pérdida de peso y la presión arterial?

4.1/5 - (18 votes)

Quienes tienen niveles más altos de vitamina D tienden a tener tasas más bajas de obesidad, diabetes, e hipertensión, ¿pero hay causa y efecto? Estudios intervencionales por fin pusieron a la vitamina D a prueba.

Comenta
Comparte

Mi última serie de vídeos sobre la vitamina D fue hace más de cuatro años —es decir, hace 15.950 estudios. Tenía mucho con lo que ponerme al día.

Estudios de revisión como este continúan siendo publicados, considerando a la vitamina D como la auténtica panacea. El receptor de vitamina D se encuentra en muchos de los tejidos del cuerpo, incluyendo el cerebro. Mas de 2.000 genes podrían ser regulados por la vitamina D. En menos de 24 horas de exposición a la vitamina D, se puede alterar la expresión de cientos de ellos.

El término vitamina es en realidad un nombre poco apropiado. Las vitaminas, por definición, no pueden ser sintetizadas dentro de nuestro cuerpo. Pero podemos producir toda la vitamina D que necesitamos con suficiente exposición al sol. D no es una vitamina, sino una hormona, producida por nuestra piel en respuesta a la exposición a la luz solar; y no es sólo una hormona de regulación del calcio y bienestar de los huesos, sino una hormona de la fertilidad, inmunidad y función cerebral. Pero ¿es una panacea, o un falso profeta?

Recordemos cuando la vitamina E era la vitamina “del día”, ofrecida como curativa para varios trastornos clínicos. “La vitamina E: el protector radical,” con las ventas de suplementos en general formando un negocio de billones de dólares para capitalizar los temores del público. Después de todo, aquellos con un bajo nivel de vitamina E en la sangre, tenían un aumento del 50% en su probabilidad de contraer cáncer. Eh, ¿y qué hay acerca de la vitamina A y el betacaroteno? Después de todo, las personas que comen grandes cantidades de verduras de hoja verde, batatas, y otros alimentos ricos en betacaroteno tienen menos riesgo de tener cáncer; deberíamos dar pastillas de betacaroteno. Pero cuando se pusieron a prueba, resultaron incrementar las tasas de cáncer. Los suplementos de betacaroteno, vitamina A y vitamina E podrían causar un aumento de la mortalidad, lo que es, en efecto, potencialmente pagar para acortar nuestra esperanza de vida. Así, se puede entender el escepticismo de la comunidad médica con respecto a las afirmaciones acerca de la vitamina D, que en estos momentos está disfrutando de su momento en el sol.

La existencia de una industria de suplementos de vitamina D de medio billón de dólares no facilita las cosas, sin mencionar la altamente lucrativa industria de testeo de vitamina D, a la que le encanta hablar de los estudios que sugieren que tener niveles de vitamina D más altos puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, enfermedades autoinmunes e infecciones.

Pero la mayor parte de estas conclusiones deriva de estudios observacionales—lo que significa estudios que correlacionan niveles altos de vitamina D en la sangre con menores riesgos de enfermedad. Eso no significa que la vitamina D sea la causa. Igual que con los primeros datos sobre el betacaroteno; niveles más altos en la sangre pueden ser simplemente una señal de una alimentación saludable, justo como los niveles de vitamina D podrían ser sólo una señal de hábitos saludables. ¿Quién tiene altos niveles de vitamina D? Aquellos que corren al aire libre. Y aquellos que corren al aire libre, corren al aire libre. Niveles de vitamina D más altos podrían ser tan sólo un signo de mayores niveles de actividad física, por ejemplo.

Entonces, cuando se ven estudios como estos, mostrando tasas de diabetes significativamente más bajas entre aquellos con altos niveles de vitamina D, no significa necesariamente que suministrar vitamina D ayudará. Se tiene que poner a prueba. Y cuando lo haces, los suplementos de vitamina D se dan de golpe en los morros; ningún beneficio para prevenir o tratar la diabetes de tipo 2.

Así que, cuando las compañías de suplementos ondean delante de tus narices estudios como este, sugiriendo que la deficiencia de vitamina D juega un rol en la obesidad, porque la mayoría de los estudios de población muestran niveles de vitamina D más bajos en la sangre en aquellos que son obesos, ¿es así porque se están ejercitando menos o simplemente porque es una vitamina soluble en grasa y como resultado está alojada en toda esta? Uno esperaría que cuando una persona obesa toma el sol, esta produjera más vitamina D, ya que tendría una mayor superficie cutánea. Pero la misma exposición conduce a menos de la mitad de vitamina D, porque ésta se queda en la grasa. Esta es la razón por la que las personas obesas pueden requerir de dos a tres veces la dosis de vitamina D—aunque pueden recuperarla cuando pierden peso y liberarla de nuevo en la circulación. Eso explicaría los datos poblacionales. Y, en efecto, cuando se pone la vitamina D a prueba como un tratamiento para la obesidad, no funciona en absoluto.

Una historia similar sucede con la salud arterial. Aquellos con bajos niveles de vitamina D tienen peor flujo sanguíneo coronario, más aterosclerosis y peor función arterial. Pero si se pone a prueba en ensayos controlados aleatorios, el resultado es decepcionante. También ineficaz en la reducción de la presión arterial.

Esto se suma al creciente cuerpo científico que pone en duda la capacidad de la administración de suplementos de vitamina D para mejorar cualquier cosa más allá de caídas, fracturas, el resfriado común y la mortalidad en general.

Espera…¡¿qué?! ¿Los suplementos de vitamina D pueden hacerte vivir más tiempo? Eso es, obviamente, algo importante. Lo exploraré en el siguiente vídeo.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Cristian Camilo Guzmán y Ángela Graña Varela.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagen gracias a mojzagrebinfo vía Pixabay.

Mi última serie de vídeos sobre la vitamina D fue hace más de cuatro años —es decir, hace 15.950 estudios. Tenía mucho con lo que ponerme al día.

Estudios de revisión como este continúan siendo publicados, considerando a la vitamina D como la auténtica panacea. El receptor de vitamina D se encuentra en muchos de los tejidos del cuerpo, incluyendo el cerebro. Mas de 2.000 genes podrían ser regulados por la vitamina D. En menos de 24 horas de exposición a la vitamina D, se puede alterar la expresión de cientos de ellos.

El término vitamina es en realidad un nombre poco apropiado. Las vitaminas, por definición, no pueden ser sintetizadas dentro de nuestro cuerpo. Pero podemos producir toda la vitamina D que necesitamos con suficiente exposición al sol. D no es una vitamina, sino una hormona, producida por nuestra piel en respuesta a la exposición a la luz solar; y no es sólo una hormona de regulación del calcio y bienestar de los huesos, sino una hormona de la fertilidad, inmunidad y función cerebral. Pero ¿es una panacea, o un falso profeta?

Recordemos cuando la vitamina E era la vitamina “del día”, ofrecida como curativa para varios trastornos clínicos. “La vitamina E: el protector radical,” con las ventas de suplementos en general formando un negocio de billones de dólares para capitalizar los temores del público. Después de todo, aquellos con un bajo nivel de vitamina E en la sangre, tenían un aumento del 50% en su probabilidad de contraer cáncer. Eh, ¿y qué hay acerca de la vitamina A y el betacaroteno? Después de todo, las personas que comen grandes cantidades de verduras de hoja verde, batatas, y otros alimentos ricos en betacaroteno tienen menos riesgo de tener cáncer; deberíamos dar pastillas de betacaroteno. Pero cuando se pusieron a prueba, resultaron incrementar las tasas de cáncer. Los suplementos de betacaroteno, vitamina A y vitamina E podrían causar un aumento de la mortalidad, lo que es, en efecto, potencialmente pagar para acortar nuestra esperanza de vida. Así, se puede entender el escepticismo de la comunidad médica con respecto a las afirmaciones acerca de la vitamina D, que en estos momentos está disfrutando de su momento en el sol.

La existencia de una industria de suplementos de vitamina D de medio billón de dólares no facilita las cosas, sin mencionar la altamente lucrativa industria de testeo de vitamina D, a la que le encanta hablar de los estudios que sugieren que tener niveles de vitamina D más altos puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, enfermedades autoinmunes e infecciones.

Pero la mayor parte de estas conclusiones deriva de estudios observacionales—lo que significa estudios que correlacionan niveles altos de vitamina D en la sangre con menores riesgos de enfermedad. Eso no significa que la vitamina D sea la causa. Igual que con los primeros datos sobre el betacaroteno; niveles más altos en la sangre pueden ser simplemente una señal de una alimentación saludable, justo como los niveles de vitamina D podrían ser sólo una señal de hábitos saludables. ¿Quién tiene altos niveles de vitamina D? Aquellos que corren al aire libre. Y aquellos que corren al aire libre, corren al aire libre. Niveles de vitamina D más altos podrían ser tan sólo un signo de mayores niveles de actividad física, por ejemplo.

Entonces, cuando se ven estudios como estos, mostrando tasas de diabetes significativamente más bajas entre aquellos con altos niveles de vitamina D, no significa necesariamente que suministrar vitamina D ayudará. Se tiene que poner a prueba. Y cuando lo haces, los suplementos de vitamina D se dan de golpe en los morros; ningún beneficio para prevenir o tratar la diabetes de tipo 2.

Así que, cuando las compañías de suplementos ondean delante de tus narices estudios como este, sugiriendo que la deficiencia de vitamina D juega un rol en la obesidad, porque la mayoría de los estudios de población muestran niveles de vitamina D más bajos en la sangre en aquellos que son obesos, ¿es así porque se están ejercitando menos o simplemente porque es una vitamina soluble en grasa y como resultado está alojada en toda esta? Uno esperaría que cuando una persona obesa toma el sol, esta produjera más vitamina D, ya que tendría una mayor superficie cutánea. Pero la misma exposición conduce a menos de la mitad de vitamina D, porque ésta se queda en la grasa. Esta es la razón por la que las personas obesas pueden requerir de dos a tres veces la dosis de vitamina D—aunque pueden recuperarla cuando pierden peso y liberarla de nuevo en la circulación. Eso explicaría los datos poblacionales. Y, en efecto, cuando se pone la vitamina D a prueba como un tratamiento para la obesidad, no funciona en absoluto.

Una historia similar sucede con la salud arterial. Aquellos con bajos niveles de vitamina D tienen peor flujo sanguíneo coronario, más aterosclerosis y peor función arterial. Pero si se pone a prueba en ensayos controlados aleatorios, el resultado es decepcionante. También ineficaz en la reducción de la presión arterial.

Esto se suma al creciente cuerpo científico que pone en duda la capacidad de la administración de suplementos de vitamina D para mejorar cualquier cosa más allá de caídas, fracturas, el resfriado común y la mortalidad en general.

Espera…¡¿qué?! ¿Los suplementos de vitamina D pueden hacerte vivir más tiempo? Eso es, obviamente, algo importante. Lo exploraré en el siguiente vídeo.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Cristian Camilo Guzmán y Ángela Graña Varela.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagen gracias a mojzagrebinfo vía Pixabay.

Nota del Doctor

Esta es la primera entrega de una serie de vídeos de seis partes acerca de lo más reciente sobre la vitamina D. Lo siguiente:

No te pierdas estos otros videos sobre los potenciales beneficios de la vitamina D:

Para ver algunos de mis anteriores videos sobre suplementos:

Si no lo has hecho aún, puedes suscribirte a mis vídeos de forma gratuita haciendo click aquí.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

Sucríbete a nuestra newsletter gratuita y, además de mantenerte al tanto de la ciencia, recibirás de regalo la receta de wraps de garbanzos al curry del recetario de Comer para no morir.

Pin It en Pinterest

Share This