¿Deberíamos tomar aspirina para prevenir las enfermedades del corazón?

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Los beneficios de tomar una aspirina diaria deben sopesarse con el riesgo de sangrado interno que presenta.

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El ácido salicílico, el ingrediente activo de la aspirina, ha sido utilizado durante miles de años como un analgésico antiinflamatorio en forma de extracto de corteza de árbol de sauce, la cual Hipócrates utilizaba para tratar la fiebre y aliviar el dolor durante el parto. Se registró como medicamento en 1899, y continúa siendo hasta el día de hoy “probablemente el medicamento común más usado en el mundo”. Una de las razones por las que sigue siendo tan popular, a pesar del hecho de que tenemos actualmente mejores analgésicos, es porque también actúa como un anticoagulante. “Millones de personas toman aspirina a diario para tratar o prevenir las enfermedades del corazón”.

Todo comenzó en el año 1953, con la publicación de este estudio sin precedentes en el New England Journal of Medicine: “Esperanza de vida y causas de muerte en la artritis reumatoide”. Comenzaba con la siguiente frase: “A menudo se ha dicho que la manera de vivir una larga vida es adquirir el reumatismo”. Encontraron menos muertes de lo esperado por accidentes, lo que podría explicarse por el hecho de que las personas con artritis probablemente no salen demasiado a esquiar, aunque también se presentaron significativamente menos muertes por ataques al corazón. Tal vez fuera por toda la aspirina que tomaban para sus articulaciones que lo que hacia que la sangre no se coagulara, y prevenía la formación de coágulos en sus arterias coronarias. Así que, en la década de 1960, hubo peticiones para estudiar si la aspirina podría ayudar a las personas con riesgo de coágulos de sangre. Y en la década de 1970, conseguimos nuestro deseo, estudios que sugieren que el consumo regular de aspirina protege contra los ataques cardiacos.

Al día de hoy, la recomendación oficial para todos los pacientes con enfermedades del corazón, es que se consuman dosis bajas de aspirina. Pero, en la población general, aquellos que no tienen una historia conocida de enfermedad coronaria o apoplejía, la aspirina diaria solo se recomienda cuando los beneficios para la enfermedad cardiaca son mayores que los riesgos de sangrado.

Las complicaciones hemorrágicas asociadas con el uso de la aspirina pueden considerarse “un peligro subestimado en la práctica médica clínica”. Para aquellos que ya sufrieron un ataque, se ven claros los riesgos y beneficios. Si tomamos 10000 pacientes, las dosis bajas diarias de aspirina “se esperaría que prevengan aproximadamente 250 eventos vasculares importantes”, tales como ataques al corazón, apoplejías, o, el más importante de todos, la muerte. Por otro lado, esa misma aspirina puede causar aproximadamente 40 episodios de sangrado extracraneal, lo que quiere decir que el sangrado es tan malo que tienes que ser hospitalizado.

“Por lo tanto, el beneficio neto de la aspirina para la prevención secundaria” (es decir, para la prevención de un segundo ataque al corazón), “superaría sustancialmente el riesgo de sangrado. Por cada 6 eventos vasculares mayores prevenidos, solo se produciría alrededor de 1 episodio de sangrado importante”; Por lo tanto, “el valor de la aspirina para la prevención secundaria no se discute”.

Pero, si en lugar de lo anterior tomamos 10000 pacientes que nunca han tenido un ataque al corazón o apoplejía y tratamos de usar aspirina para prevenir la formación de coágulos en primer lugar (la llamada prevención primaria), solo se espera que la dosis baja de aspirina diaria pueda evitar 7 eventos vasculares mayores, a cambio de causar una apoplejía hemorrágica (hemorragia dentro del cerebro), junto con otros 3 eventos importantes de sangrado. 

Así pues, los beneficios solo son como 2 a 1, lo cual es demasiado poco beneficioso como para estar tranquilos, razón por la cual las nuevas directrices europeas no recomiendan la aspirina para la población general, especialmente teniendo en cuenta el riesgo adicional de que la aspirina pueda causar hemorragias menores también dentro del cerebro.

Si solo hubiera una solución segura, sencilla y sin efectos secundarios… y aquí está. Ornish y Esselstyn demostraron que incluso la enfermedad cardiaca avanzada y paralizante podría no solo ser prevenida y tratada, sino también revertida, con una dieta basada en vegetales, centrada en cereales, legumbres, verduras y frutas, con frutos secos y semillas como condimentos, y sin aceites, productos lácteos, productos avícolas, o carne animal de cualquier tipo (lo que incluye aves y peces).

A Bill Castelli, director durante mucho tiempo del estudio epidemiológico más extenso del mundo (el famoso Framingham Heart Study), una vez “le preguntaron qué haría para revertir la epidemia [de la enfermedad de las arterias coronarias] si él fuera omnipotente. ¿Y cuál fue su respuesta? ‘Hacer que el público coma la dieta…descrita por el Dr. T. Colin Campbell”. En otras palabras, dijo a la televisión pública, que si los estadounidenses comieran lo suficientemente sano, “toda la epidemia de enfermedades cardiacas desaparecería”. Aunque, clarifica Esselstyn, no estamos hablando solo de vegetarianismo. “Este nuevo paradigma” de revertir la enfermedad cardiaca significa “alimentarse exclusivamente de plantas”.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el vídeo más arriba. Esto es una aproximación del contenido de audio de este vídeo. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Verónica Romero y Adrián Bravo López.

Por favor, considera ofrecerte voluntario para ayudar en la web.

Créditos de imagen: stu vía flickr. Las imágenes han sido modificadas. 

El ácido salicílico, el ingrediente activo de la aspirina, ha sido utilizado durante miles de años como un analgésico antiinflamatorio en forma de extracto de corteza de árbol de sauce, la cual Hipócrates utilizaba para tratar la fiebre y aliviar el dolor durante el parto. Se registró como medicamento en 1899, y continúa siendo hasta el día de hoy “probablemente el medicamento común más usado en el mundo”. Una de las razones por las que sigue siendo tan popular, a pesar del hecho de que tenemos actualmente mejores analgésicos, es porque también actúa como un anticoagulante. “Millones de personas toman aspirina a diario para tratar o prevenir las enfermedades del corazón”.

Todo comenzó en el año 1953, con la publicación de este estudio sin precedentes en el New England Journal of Medicine: “Esperanza de vida y causas de muerte en la artritis reumatoide”. Comenzaba con la siguiente frase: “A menudo se ha dicho que la manera de vivir una larga vida es adquirir el reumatismo”. Encontraron menos muertes de lo esperado por accidentes, lo que podría explicarse por el hecho de que las personas con artritis probablemente no salen demasiado a esquiar, aunque también se presentaron significativamente menos muertes por ataques al corazón. Tal vez fuera por toda la aspirina que tomaban para sus articulaciones que lo que hacia que la sangre no se coagulara, y prevenía la formación de coágulos en sus arterias coronarias. Así que, en la década de 1960, hubo peticiones para estudiar si la aspirina podría ayudar a las personas con riesgo de coágulos de sangre. Y en la década de 1970, conseguimos nuestro deseo, estudios que sugieren que el consumo regular de aspirina protege contra los ataques cardiacos.

Al día de hoy, la recomendación oficial para todos los pacientes con enfermedades del corazón, es que se consuman dosis bajas de aspirina. Pero, en la población general, aquellos que no tienen una historia conocida de enfermedad coronaria o apoplejía, la aspirina diaria solo se recomienda cuando los beneficios para la enfermedad cardiaca son mayores que los riesgos de sangrado.

Las complicaciones hemorrágicas asociadas con el uso de la aspirina pueden considerarse “un peligro subestimado en la práctica médica clínica”. Para aquellos que ya sufrieron un ataque, se ven claros los riesgos y beneficios. Si tomamos 10000 pacientes, las dosis bajas diarias de aspirina “se esperaría que prevengan aproximadamente 250 eventos vasculares importantes”, tales como ataques al corazón, apoplejías, o, el más importante de todos, la muerte. Por otro lado, esa misma aspirina puede causar aproximadamente 40 episodios de sangrado extracraneal, lo que quiere decir que el sangrado es tan malo que tienes que ser hospitalizado.

“Por lo tanto, el beneficio neto de la aspirina para la prevención secundaria” (es decir, para la prevención de un segundo ataque al corazón), “superaría sustancialmente el riesgo de sangrado. Por cada 6 eventos vasculares mayores prevenidos, solo se produciría alrededor de 1 episodio de sangrado importante”; Por lo tanto, “el valor de la aspirina para la prevención secundaria no se discute”.

Pero, si en lugar de lo anterior tomamos 10000 pacientes que nunca han tenido un ataque al corazón o apoplejía y tratamos de usar aspirina para prevenir la formación de coágulos en primer lugar (la llamada prevención primaria), solo se espera que la dosis baja de aspirina diaria pueda evitar 7 eventos vasculares mayores, a cambio de causar una apoplejía hemorrágica (hemorragia dentro del cerebro), junto con otros 3 eventos importantes de sangrado. 

Así pues, los beneficios solo son como 2 a 1, lo cual es demasiado poco beneficioso como para estar tranquilos, razón por la cual las nuevas directrices europeas no recomiendan la aspirina para la población general, especialmente teniendo en cuenta el riesgo adicional de que la aspirina pueda causar hemorragias menores también dentro del cerebro.

Si solo hubiera una solución segura, sencilla y sin efectos secundarios… y aquí está. Ornish y Esselstyn demostraron que incluso la enfermedad cardiaca avanzada y paralizante podría no solo ser prevenida y tratada, sino también revertida, con una dieta basada en vegetales, centrada en cereales, legumbres, verduras y frutas, con frutos secos y semillas como condimentos, y sin aceites, productos lácteos, productos avícolas, o carne animal de cualquier tipo (lo que incluye aves y peces).

A Bill Castelli, director durante mucho tiempo del estudio epidemiológico más extenso del mundo (el famoso Framingham Heart Study), una vez “le preguntaron qué haría para revertir la epidemia [de la enfermedad de las arterias coronarias] si él fuera omnipotente. ¿Y cuál fue su respuesta? ‘Hacer que el público coma la dieta…descrita por el Dr. T. Colin Campbell”. En otras palabras, dijo a la televisión pública, que si los estadounidenses comieran lo suficientemente sano, “toda la epidemia de enfermedades cardiacas desaparecería”. Aunque, clarifica Esselstyn, no estamos hablando solo de vegetarianismo. “Este nuevo paradigma” de revertir la enfermedad cardiaca significa “alimentarse exclusivamente de plantas”.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el vídeo más arriba. Esto es una aproximación del contenido de audio de este vídeo. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Verónica Romero y Adrián Bravo López.

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Créditos de imagen: stu vía flickr. Las imágenes han sido modificadas. 

Nota del Doctor

Más sobre la prevención, detención y reversión de la enfermedad cardiaca en:

Este es el primero de la serie de tres vídeos sobre el riesgo comparado con los beneficios de tomar aspirina. La prevención de la enfermedad cardiaca y la apoplejía no son los únicos beneficios. Una aspirina diaria puede también disminuir el riesgo de ciertos cánceres. En este caso, ¿deberíamos pues tomar todos una aspirina diaria?

Ve mi próximo vídeo, ¿Deberíamos todos tomar aspirina para prevenir el cáncer? Y, entonces, Plantas con aspiraciones a ser aspirina.

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