Colesterol oxidado como causa del alzhéimer

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Adrian Braco y Diana Montejano voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Demasiado colesterol en la sangre se ha considerado desde hace tiempo como el factor principal de riesgo para desarrollar alzhéimer y, posiblemente, Parkinson. Ya he mostrado estas impactantes imágenes de la apariencia de las arterias del cerebro de una víctima de Alzheimer, en autopsias, llenas de grasa y colesterol, comparadas con grupos de control de ancianos sin demencia. Pero, un momento, el colesterol no puede atravesar directamente la barrera sangre-cerebro; de modo que no puede entrar directamente en el cerebro, o salir del cerebro. ¿Qué pasa si el cerebro tiene demasiado colesterol y necesita deshacerse de algo? Como válvula de seguridad, hay una enzima en el cerebro que oxida el colesterol. Y, en esta forma, puede salir del cerebro y, con el tiempo, del cuerpo. Pero, aquí está el truco: aunque este hecho quiere decir que el cerebro puede eliminar el exceso de estos productos de oxidación, podría ser una calle de doble sentido. Puede permitir que cantidades tóxicas de oxisteroles (colesterol oxidado) presentes en el torrente sanguíneo vayan en sentido opuesto y se acumulen en el cerebro.

Esto no es solo una preocupación teórica. Este elegante estudio demostró que midiendo los niveles de colesterol oxidado en la sangre proveniente del cerebro, medidos en la vena yugular del cuello, y comparándolos con los niveles que van al cerebro a través de la arteria, puedes medir la diferencia. Y esto muestra que, si tienes demasiado colesterol oxidado en tu torrente sanguíneo, puede terminar en tu cerebro. Esto es un problema, porque la acumulación de oxisteroles puede ser citotóxico, mutagénico, aterogénico y, posiblemente, cancerígeno; en otras palabras, tóxico para las células, para el ADN, y que contribuye a la aparición de enfermedades cardiacas y, tal vez, cáncer. Sí, las muestras de placas arteroscleróticas en autopsias contienen 20 veces más colesterol que en las arterias normales, pero contienen niveles de colesterol oxidado 45 veces más elevados.

Los productos de oxidación del colesterol pueden ser cien veces más patológicos, más tóxicos que el colesterol no-oxidado, fomentando así no solo enfermedades cardiacas, sino potencialmente una variedad de diferentes enfermedades crónicas serias, como el Alzheimer. De acuerdo, entonces, ¿cómo podemos disminuir la cantidad de estos oxisteroles en nuestro organismo? Una forma es no comiendolos.

El colesterol oxidado se encuentra en la leche en polvo, carne y productos cárnicos (incluido el pescado), queso, huevos y productos que contienen huevo.

Hasta hace poco, nuestro saber se ha visto limitado por la falta de métodos para analizar de manera detallada la cantidad que se encuentra en varios alimentos… hasta ahora. Colesterol oxidado, encontrado en todos los productos de origen animal. El atún en lata mostró cantidades sorprendentemente elevadas, pero el ghee lo supera todo.

El ghee (mantequilla clarificada, mantequilla hervida) se usa comúnmente en la cocina de la India. El método de preparación parece multiplicar los niveles de colesterol oxidado por diez. Esta exposición dietética al colesterol oxidado puede explicar por qué el subcontinente de la India está azotado por una epidemia de enfermedades cardiacas, incluso cuando una proporción significativa de la población no come huevos ni carne. (Varios postres de la India a base de lácteos se hacen también de manera similar).

El colesterol oxidado en la dieta es una fuente de colesterol oxidado en el torrente sanguíneo humano, desde donde puede fácilmente atravesar la barrera sangre-cerebro, y esto puede generar inflamación dentro de nuestro cerebro, la acumulación de amiloide, todo ocurriendo años antes de que se diagnostique el problema de memoria. Estos estudios tempranos mostrando la acumulación de colesterol oxidado en la sangre de quienes comieron alimentos ricos en colesterol oxidado, donde tienes el pico en tu torrente sanguíneo unas pocas horas tras la comida, fueron realizados con huevo en polvo, que puede encontrarse en muchos alimentos procesados, pero típicamente no te sientas a comerlo. Obtienes el mismo resultado, sin embargo, al comer fuentes de alimentos normales. Dale a la gente algo de salami y queso parmesano, ricos de manera natural en productos de oxidación del colesterol, y más tarde ese mismo día lo tienes circulando a través de sus cuerpos.

Y, niveles más elevados no están solo asociados con problemas cognitivos moderados, sino también con la enfermedad de Alzheimer. El incremento de concentraciones en el cerebro puede promover daño celular, causar mal funcionamiento y degeneración de las células nerviosas, y puede contribuir a tener neuro-inflamación (inflamación del cerebro) y a la formación de estas placas amiloides. Puedes mostrar el incremento en la expresión genética inflamatoria en una simple placa de Petri. Puedes cultivar células nerviosas humanas in vitro y poner unas gotas de colesterol en ellas, y obtienes un incremento en la inflamación; pero, añade la misma cantidad de colesterol oxidado, y es mucho peor. Y, si nos fijamos en los cambios en los oxisteroles del cerebro en autopsias de personas en diferentes etapas de la enfermedad de Alzheimer, puedes ver cómo los tres principales productos de la oxidación del colesterol parecen acumularse. Los niveles se incrementan dramáticamente en cerebros con enfermedad de Alzheimer, lo que se añade a la evidencia de que el colesterol oxidado puede ser una fuerza impulsora tras el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

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Créditos de la imagen: Pexels vía Pixabay. La imagen ha sido modificada.

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