El suplemento que puede ralentizar la pérdida auditiva por envejecimiento

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Algunos estudios descubrieron que niveles más altos de folato en sangre parecen estar correlacionados con una mejor audición, así que se decidió ponerlo a prueba.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Viviana García voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Dietas más saludables se asocian a riesgo bastante menor de pérdida auditiva y en los tres sistemas de calificación que estos investigadores usaron, evitar la carne fue la más fuertemente asociada a un menor riesgo. Los Mabaan, de mi último video, que preservaron su audición en su vejez, comían poca carne y tampoco consumían basura azucarada, lo cual explica la ausencia casi total de caries dental. Una de alto índice glucémico de carbohidratos refinados también se asocia al desarrollo de pérdida auditiva por envejecimiento. Si son los picos de azúcar, eso explicaría el porqué los diabéticos y prediabéticos también están en mayor riesgo. Aún entre los granos enteros, el sorgo, núcleo de la dieta Mabaan, tiene índice glucémico especialmente bajo por su contenido de almidón resistente y causa casi 25 % menos aumento en azúcar en sangre que el trigo integral.

La alteración de la circulación también explicaría cómo el ruido lesiona el oído interno, pues ruidos fuertes contraen los correspondientes vasos sanguíneos. Esto también aclararía el vínculo entre la obesidad y la pérdida auditiva. El exceso de peso puede solo indicar dietas menos saludables, pero el estado proinflamatorio de obesidad conllevaría a disfunción vascular. Las medidas de la inflamación sistémica parecen correlacionarse directamente con pérdida auditiva por envejecimiento, igual que las medidas de estrés oxidativo.

En mi video sobre inflamación cerebral presenté el activador de defensa antioxidante Nrf2, llamado “guardián de expectativa de vida y de longevidad de la especie”. Los nacidos con variante genética Nrf2, que no codifica tan bien, son notablemente más propensos a la audición deficiente, implicando el rol de los radicales libres en el proceso de la pérdida auditiva. Puedes mirar la parte trasera de los ojos y medir la cantidad de pigmento macular, los antioxidantes luteína y zeaxantina concentrados en las verduras, y relacionarlo con una audición superior.

Pero datos de consumo de antioxidantes y pérdida auditiva son dispares. Por ejemplo, la vitamina C. Estudios muestran que su mayor consumo se asocia a una mejor audición, pero otros no logran encontrar una conexión significativa. La única forma de saber si los antioxidantes ayudan o no, ya sabes, es ponerlos a prueba.

Agregar antioxidantes a dietas de ratas parece que previene pérdida auditiva por envejecimiento, pero lo mismo en ratones no parece ayudar. Los datos preclínicos más increíbles pueden ser del estudio de ratas randomizadas a las que les dieron arándanos azules y pareció revertir los déficits auditivos, de hecho, terminaron mejor que las ratas jóvenes. Pensé que las células capilares no se regeneran.

Nuestra habilidad para oír no es solo con nuestros oídos, sino nuestro cerebro. Al envejecer, nuestra corteza auditiva en el lóbulo temporal de nuestro cerebro pierde parte de su habilidad para discriminar y entender el habla aún en un ambiente silencioso. No solo necesitamos percibir sonidos, sino encontrarles sentido. Ahí es donde los arándanos azules parecen intervenir al revertir déficits cognitivos por envejecimiento en el procesamiento auditivo. ¿Pero qué pasa en la gente?

Hay estudios sin grupos de control documentando mejoras en la pérdida auditiva, con suplementos antioxidantes: vitaminas A, E, C y ácido alfa lipoico. Pero cuando se puso bien a prueba en un ensayo aleatorio doble ciego controlado con placebo de una lista de ellos, los suplementos fracasaron, sin efecto en ningún aspecto de audición medidos. ¿Hay suplementos demostrados para ayudar con la audición de adultos mayores? Sí, el ácido fólico, la forma en suplemento del folato, concentrado en legumbres y verduras.

Algunos estudios observacionales hallaron que los niveles mayores de folato en sangre equivaldrían a mejor audición, pero puede solo indicar mejor alimentación en general. Así, investigadores holandeses crearon un ambicioso ensayo doble ciego controlado con placebo de tres años de más de 700 hombres y mujeres mayores tomando 800 mg de ácido fólico al día o un placebo no identificable. Fue emocionante que quienes tomaban el ácido fólico sufrieran notoriamente menos deterioro de la audición a frecuencias del habla. El tamaño de efecto fue más bien pequeño, como esperar que la proporción de hombres, por ejemplo, que serían candidatos para aparatos auditivos a los 75 años bajaría de 33 % a 22 % con suplementos de ácido fólico. Nota también que el estudio se hizo en los Países Bajos donde, en ese momento, los alimentos no se fortificaban con ácido fólico. En EE. UU., donde hace décadas se exige  la fortificación con ácido fólico de productos de granos refinados, no está claro cuánto beneficio adicional brindarían los suplementos. Aún, las fuentes más saludables son verduras de hoja verde y leguminosas. (Una taza de lentejas cocidas tiene 90 % del requerimiento diario de un adulto).

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Viviana García voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Dietas más saludables se asocian a riesgo bastante menor de pérdida auditiva y en los tres sistemas de calificación que estos investigadores usaron, evitar la carne fue la más fuertemente asociada a un menor riesgo. Los Mabaan, de mi último video, que preservaron su audición en su vejez, comían poca carne y tampoco consumían basura azucarada, lo cual explica la ausencia casi total de caries dental. Una de alto índice glucémico de carbohidratos refinados también se asocia al desarrollo de pérdida auditiva por envejecimiento. Si son los picos de azúcar, eso explicaría el porqué los diabéticos y prediabéticos también están en mayor riesgo. Aún entre los granos enteros, el sorgo, núcleo de la dieta Mabaan, tiene índice glucémico especialmente bajo por su contenido de almidón resistente y causa casi 25 % menos aumento en azúcar en sangre que el trigo integral.

La alteración de la circulación también explicaría cómo el ruido lesiona el oído interno, pues ruidos fuertes contraen los correspondientes vasos sanguíneos. Esto también aclararía el vínculo entre la obesidad y la pérdida auditiva. El exceso de peso puede solo indicar dietas menos saludables, pero el estado proinflamatorio de obesidad conllevaría a disfunción vascular. Las medidas de la inflamación sistémica parecen correlacionarse directamente con pérdida auditiva por envejecimiento, igual que las medidas de estrés oxidativo.

En mi video sobre inflamación cerebral presenté el activador de defensa antioxidante Nrf2, llamado “guardián de expectativa de vida y de longevidad de la especie”. Los nacidos con variante genética Nrf2, que no codifica tan bien, son notablemente más propensos a la audición deficiente, implicando el rol de los radicales libres en el proceso de la pérdida auditiva. Puedes mirar la parte trasera de los ojos y medir la cantidad de pigmento macular, los antioxidantes luteína y zeaxantina concentrados en las verduras, y relacionarlo con una audición superior.

Pero datos de consumo de antioxidantes y pérdida auditiva son dispares. Por ejemplo, la vitamina C. Estudios muestran que su mayor consumo se asocia a una mejor audición, pero otros no logran encontrar una conexión significativa. La única forma de saber si los antioxidantes ayudan o no, ya sabes, es ponerlos a prueba.

Agregar antioxidantes a dietas de ratas parece que previene pérdida auditiva por envejecimiento, pero lo mismo en ratones no parece ayudar. Los datos preclínicos más increíbles pueden ser del estudio de ratas randomizadas a las que les dieron arándanos azules y pareció revertir los déficits auditivos, de hecho, terminaron mejor que las ratas jóvenes. Pensé que las células capilares no se regeneran.

Nuestra habilidad para oír no es solo con nuestros oídos, sino nuestro cerebro. Al envejecer, nuestra corteza auditiva en el lóbulo temporal de nuestro cerebro pierde parte de su habilidad para discriminar y entender el habla aún en un ambiente silencioso. No solo necesitamos percibir sonidos, sino encontrarles sentido. Ahí es donde los arándanos azules parecen intervenir al revertir déficits cognitivos por envejecimiento en el procesamiento auditivo. ¿Pero qué pasa en la gente?

Hay estudios sin grupos de control documentando mejoras en la pérdida auditiva, con suplementos antioxidantes: vitaminas A, E, C y ácido alfa lipoico. Pero cuando se puso bien a prueba en un ensayo aleatorio doble ciego controlado con placebo de una lista de ellos, los suplementos fracasaron, sin efecto en ningún aspecto de audición medidos. ¿Hay suplementos demostrados para ayudar con la audición de adultos mayores? Sí, el ácido fólico, la forma en suplemento del folato, concentrado en legumbres y verduras.

Algunos estudios observacionales hallaron que los niveles mayores de folato en sangre equivaldrían a mejor audición, pero puede solo indicar mejor alimentación en general. Así, investigadores holandeses crearon un ambicioso ensayo doble ciego controlado con placebo de tres años de más de 700 hombres y mujeres mayores tomando 800 mg de ácido fólico al día o un placebo no identificable. Fue emocionante que quienes tomaban el ácido fólico sufrieran notoriamente menos deterioro de la audición a frecuencias del habla. El tamaño de efecto fue más bien pequeño, como esperar que la proporción de hombres, por ejemplo, que serían candidatos para aparatos auditivos a los 75 años bajaría de 33 % a 22 % con suplementos de ácido fólico. Nota también que el estudio se hizo en los Países Bajos donde, en ese momento, los alimentos no se fortificaban con ácido fólico. En EE. UU., donde hace décadas se exige  la fortificación con ácido fólico de productos de granos refinados, no está claro cuánto beneficio adicional brindarían los suplementos. Aún, las fuentes más saludables son verduras de hoja verde y leguminosas. (Una taza de lentejas cocidas tiene 90 % del requerimiento diario de un adulto).

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Si te perdiste el primer video de esta serie de tres, no te pierdas La pérdida de audición por envejecimiento es evitable. ¿Qué la causa? Y el siguiente y último video de la serie será La dieta que puede ralentizar la pérdida auditiva por envejecimiento.

Si no sabes nada sobre el sorgo ve mis videos ¿Es sano el sorgo?Los beneficios del sorgo para la salud.

El video del que hablo sobre la inflamación cerebral es Combatir la inflamación cerebral por autismo con alimentos.

 

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