PREDIMED: ¿comer frutos secos previene las apoplejías?

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Un estudio aleatorio controlado encontró que una dieta mediterránea puede reducir de forma dramática el riesgo de ataques cardíacos sucesivos. ¿Cómo se compara con una dieta basada en alimentos vegetales?

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El ensayo experimental sobre la dieta para el corazón de Lyon demostró que una dieta de tipo mediterráneo podría reducir significativamente el riesgo de tener un segundo ataque al corazón, pero ya que muchos primeros ataques al corazón son mortales, es mejor prevenir ataques cardiacos desde un principio. Pero ningún ensayo aleatorio se había realizado hasta el momento para probar esta llamada “prevención primaria” con la dieta mediterránea hasta ahora: el estudio PREDIMED, proveniente del español PREvención con Dieta MEDiterránea, en el cual participaron la gran cantidad de 7.447 pacientes que fueron distribuidos aleatoriamente en tres grupos. Estas personas tenían un alto riesgo de ataque al corazón. Y alrededor de la mitad eran obesos y diabéticos. La mayoría tenían presión arterial y colesterol altos, pero aún no habían tenido su primer ataque al corazón o apoplejía. A un tercio de ellos se les dijo que comieran una dieta mediterránea y se les dio un litro gratis de aceite de oliva extra virgen cada semana. Al segundo grupo se le dijo que comieran una dieta mediterránea y se les dio alrededor de 100 gramos de frutos secos cada semana, y al tercer grupo se le dijo que siguiera las recomendaciones de la Asociación Estadounidense del Corazón y redujeran su consumo de grasa. No se les controló las porciones ni se les aconsejó ejercicio, y su evolución se siguió durante unos cinco años. Los resultados fueron publicados en el prestigioso New England Journal of Medicine

Lo primero que se hace cuando se revisa un ensayo de intervención en dietas es ver lo que los grupos realmente comieron, lo cual es a menudo muy diferente de lo que se les dijo que comieran. Por ejemplo, el llamado grupo bajo en grasa comenzó en el 39% de las calorías provenientes de la grasa, y terminaron con el 37% de sus calorías provenientes de la grasa, lo cual es una dieta alta en grasa, incluso en comparación con la dieta estándar americana, que ronda el 33%, algo que los investigadores reconocieron claramente. De hecho, el grupo de control no cambió su dieta mucho a lo largo de los años, por lo que puede ser pensado como el grupo de “que pasaría si no hiciéramos nada”, el cual es un grupo importante de tener, aunque los otros dos grupos no se volvieron mucho una dieta mediterránea. 

Se les dijo que comieran más frutas y verduras, y por ejemplo, menos carne y productos lácteos, pero no lo hicieron mucho mejor que el grupo control. Los mayores cambios se dieron, como es lógico, en el consumo de los productos gratuitos. El grupo que recibió un litro de aceite de oliva extra virgen enviado a su casa todas las semanas realmente comenzó a aumentar su consumo, en parte, mediante la sustitución de una parte del aceite de oliva refinado que habían estado utilizando, por el que tenían que pagar. Y a aquellos que obtuvieron los 100 gr de frutos secos gratis cada semana durante cuatro años seguidos, comenzó a comer más frutos secos. Es una pena que no se les ofreciera brócoli gratuito también. 

Así que, básicamente, se diseñó un estudio para probar dos dietas mediterráneas diferentes en comparación con una dieta baja en grasas, pero que terminó analizando algo muy diferente. En esencia, lo que sucede cuando miles de personas cambian de consumir aproximadamente tres cucharadas de aceite de oliva al día, medio virgen , a cuatro cucharadas de aceite de oliva extra virgen, frente a miles de personas que han pasado de consumir un cuarto de kilo de frutos secos a comer medio kilo, en comparación con los miles de personas que no hacen cambios en absoluto. Puede que los resultados no fueran los que esperaban, pero estos son temas importantes en investigación en sí mismos. Digamos que usted está en un alto riesgo de enfermedad cardíaca, al comer de esta manera. ¿Qué pasaría si usted comenzara a añadir 100 gr extra de frutos secos a su su dieta diaria, o más aceite de oliva sin refinar? No lo sabíamos hasta ahora. 

Sin diferencias significativas en el consumo de lácteos y el de carne, no hubo diferencias significativas en el consumo de grasa saturada o el consumo de colesterol. Así que no es de extrañar que no hubo diferencias significativas en sus niveles de colesterol en sangre, y por lo tanto, en el consecuente número de ataques al corazón. En los cinco años más o menos que duró el estudio, hubo 37 ataques al corazón en el grupo de aceite de oliva, 31 en el grupo de los frutos secos, y 38 en el grupo de control. No hubo diferencias significativas. Lo mismo con la muerte por ataque al corazón, derrame cerebral, o muerte por cualquier causa. Pero en el grupo del aceite de oliva, y especialmente el grupo de los frutos secos, si que se redujo significativamente el número de apoplejías. Los tres grupos estaban comiendo dietas que promovían el derrame cerebral. Es decir, todos ellos tuvieron derrames después de comer esta dieta durante años, por lo que idealmente, eligiríamos dietas que pudiesen detener o revertir el proceso de la enfermedad, pero la dieta con aceite de oliva extra virgen añadido causó alrededor de un tercio menos de derrames, y añadir frutos secos parecía reducir el riesgo de apoplejía casi a la mitad. Si esto funcionara tan bien en la población general, sólo en los EE.UU. significaría prevenir 89.000 accidentes cerebrovasculares al año. Eso es sería como prevenir diez derrames por hora, por la simple acción de añadir semanalmente 100 gr de frutos secos a la dieta diaria.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Verónica Núñez Romero y Elizabeth Romo.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Chris Coleman via Flickr.

El ensayo experimental sobre la dieta para el corazón de Lyon demostró que una dieta de tipo mediterráneo podría reducir significativamente el riesgo de tener un segundo ataque al corazón, pero ya que muchos primeros ataques al corazón son mortales, es mejor prevenir ataques cardiacos desde un principio. Pero ningún ensayo aleatorio se había realizado hasta el momento para probar esta llamada “prevención primaria” con la dieta mediterránea hasta ahora: el estudio PREDIMED, proveniente del español PREvención con Dieta MEDiterránea, en el cual participaron la gran cantidad de 7.447 pacientes que fueron distribuidos aleatoriamente en tres grupos. Estas personas tenían un alto riesgo de ataque al corazón. Y alrededor de la mitad eran obesos y diabéticos. La mayoría tenían presión arterial y colesterol altos, pero aún no habían tenido su primer ataque al corazón o apoplejía. A un tercio de ellos se les dijo que comieran una dieta mediterránea y se les dio un litro gratis de aceite de oliva extra virgen cada semana. Al segundo grupo se le dijo que comieran una dieta mediterránea y se les dio alrededor de 100 gramos de frutos secos cada semana, y al tercer grupo se le dijo que siguiera las recomendaciones de la Asociación Estadounidense del Corazón y redujeran su consumo de grasa. No se les controló las porciones ni se les aconsejó ejercicio, y su evolución se siguió durante unos cinco años. Los resultados fueron publicados en el prestigioso New England Journal of Medicine

Lo primero que se hace cuando se revisa un ensayo de intervención en dietas es ver lo que los grupos realmente comieron, lo cual es a menudo muy diferente de lo que se les dijo que comieran. Por ejemplo, el llamado grupo bajo en grasa comenzó en el 39% de las calorías provenientes de la grasa, y terminaron con el 37% de sus calorías provenientes de la grasa, lo cual es una dieta alta en grasa, incluso en comparación con la dieta estándar americana, que ronda el 33%, algo que los investigadores reconocieron claramente. De hecho, el grupo de control no cambió su dieta mucho a lo largo de los años, por lo que puede ser pensado como el grupo de “que pasaría si no hiciéramos nada”, el cual es un grupo importante de tener, aunque los otros dos grupos no se volvieron mucho una dieta mediterránea. 

Se les dijo que comieran más frutas y verduras, y por ejemplo, menos carne y productos lácteos, pero no lo hicieron mucho mejor que el grupo control. Los mayores cambios se dieron, como es lógico, en el consumo de los productos gratuitos. El grupo que recibió un litro de aceite de oliva extra virgen enviado a su casa todas las semanas realmente comenzó a aumentar su consumo, en parte, mediante la sustitución de una parte del aceite de oliva refinado que habían estado utilizando, por el que tenían que pagar. Y a aquellos que obtuvieron los 100 gr de frutos secos gratis cada semana durante cuatro años seguidos, comenzó a comer más frutos secos. Es una pena que no se les ofreciera brócoli gratuito también. 

Así que, básicamente, se diseñó un estudio para probar dos dietas mediterráneas diferentes en comparación con una dieta baja en grasas, pero que terminó analizando algo muy diferente. En esencia, lo que sucede cuando miles de personas cambian de consumir aproximadamente tres cucharadas de aceite de oliva al día, medio virgen , a cuatro cucharadas de aceite de oliva extra virgen, frente a miles de personas que han pasado de consumir un cuarto de kilo de frutos secos a comer medio kilo, en comparación con los miles de personas que no hacen cambios en absoluto. Puede que los resultados no fueran los que esperaban, pero estos son temas importantes en investigación en sí mismos. Digamos que usted está en un alto riesgo de enfermedad cardíaca, al comer de esta manera. ¿Qué pasaría si usted comenzara a añadir 100 gr extra de frutos secos a su su dieta diaria, o más aceite de oliva sin refinar? No lo sabíamos hasta ahora. 

Sin diferencias significativas en el consumo de lácteos y el de carne, no hubo diferencias significativas en el consumo de grasa saturada o el consumo de colesterol. Así que no es de extrañar que no hubo diferencias significativas en sus niveles de colesterol en sangre, y por lo tanto, en el consecuente número de ataques al corazón. En los cinco años más o menos que duró el estudio, hubo 37 ataques al corazón en el grupo de aceite de oliva, 31 en el grupo de los frutos secos, y 38 en el grupo de control. No hubo diferencias significativas. Lo mismo con la muerte por ataque al corazón, derrame cerebral, o muerte por cualquier causa. Pero en el grupo del aceite de oliva, y especialmente el grupo de los frutos secos, si que se redujo significativamente el número de apoplejías. Los tres grupos estaban comiendo dietas que promovían el derrame cerebral. Es decir, todos ellos tuvieron derrames después de comer esta dieta durante años, por lo que idealmente, eligiríamos dietas que pudiesen detener o revertir el proceso de la enfermedad, pero la dieta con aceite de oliva extra virgen añadido causó alrededor de un tercio menos de derrames, y añadir frutos secos parecía reducir el riesgo de apoplejía casi a la mitad. Si esto funcionara tan bien en la población general, sólo en los EE.UU. significaría prevenir 89.000 accidentes cerebrovasculares al año. Eso es sería como prevenir diez derrames por hora, por la simple acción de añadir semanalmente 100 gr de frutos secos a la dieta diaria.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Verónica Núñez Romero y Elizabeth Romo.

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Imágenes gracias a Chris Coleman via Flickr.

Nota del Doctor

Esta es la tercera parte de una serie de videos de 6 partes sobre la Dieta Mediterránea. Para ver el contexto histórico, échale un vistazo a los dos primeros vídeos Por qué la enfermedad cardiaca era poco común en el mediterráneo y ¿Dieta mediterránea o a base de plantas? Aquí están los otros tres por venir:

  1. ¿Qué parte de la dieta mediterránea prolonga la vida?
  2. ¿Los flexitarianos viven más?
  3. Mejorar con la dieta mediterránea

El estudio PREDIMED tuvo una mala reputación por el modo en el que fue presentado, pero es un ensayo extraordinario que continúa agitando resultados útiles.

Más sobre los frutos secos en:

Pero, ¿Qué hay sobre los frutos secos y el aumento de peso? Vea Frutos secos y obesidad: el peso de la evidencia

Tengo mucho más por venir sobre el aceite de oliva, pero ya hice uno sobre este tema: 

Aceite de oliva extra virgen versus frutos secos

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