La soja es puesta a prueba para el tratamiento del cáncer de próstata.
El papel de los alimentos de soja en la prevención y el tratamiento de cáncer de próstata
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
Los resultados de una serie de 13 estudios de observación sobre el consumo de soja y el riesgo de cáncer de próstata apuntan a que este alimento podría ser tener una función “protectora”. ¿Qué son los estudios de observación? A diferencia de los de intervención, en estos estudios los investigadores observan lo que come la gente pero no intervienen para intentar cambiar su dieta. En estos trece estudios se observó que los hombres que ingerían más soja tenían menores tasas de cáncer de próstata, pero el problema de los estudios de observación es que podría haber sesgos. Por ejemplo, “las personas que deciden comer soja suelen tomar decisiones relacionadas con el estilo de vida que reducen el riesgo de cáncer (por ejemplo, consumir menos grasas, comer más fruta y verdura o hacer más ejercicio)”. Quizás estas sean las razones por las que padecen menos cáncer. La mayoría de los estudios intentaron tener en cuenta estos factores relacionados con el estilo de vida, pero no se puede tener en cuenta todo. Por otro lado, la mayoría de los estudios se hicieron en Asia, así que el consumo de tofu podría ser una señal de que se está siguiendo una dieta más tradicional. ¿Es posible que la razón por la que las personas que no consumen tofu tienen más cáncer sea que han abandonado la dieta tradicional? Ojalá hubiera una población occidental que tomase una cantidad elevada de soja… La buena noticia es que sí la hay y podemos estudiarla: se trata de los Adventistas del Séptimo Día.
En la década de 1970, se preguntó a más de 12 000 hombres adventistas sobre su consumo de leche de soja, y luego se les hizo un seguimiento durante 16 años para ver quiénes padecían cáncer y quiénes no. ¿Cuáles fueron los resultados? El consumo frecuente de leche de soja estaba asociado con una reducción del 70% del riesgo de cáncer de próstata, como se puede ver en el minuto 1:33 de mi video. Del mismo modo, un estudio multiétnico con varios grupos reveló que la ingesta de soja era también un factor de prevención en la población latina.
Las células de la próstata tienen receptores de estrógeno beta, que parecen ser antitumorales. Es decir, son una especie de “guardianes […] que inhiben la invasión y la proliferación y que […] evitan” que las células de la próstata se vuelvan cancerosas. En estos receptores actúan los fitoestrógenos de la soja como la genisteína, que inhibe la invasión y la expansión de las células cancerosas de la próstata en una plata de Petri con una concentración que podría obtenerse al tomar raciones de soja. La prevención de las metástasis es crucial, ya que la muerte por cáncer de próstata no está causada por el tumor original, sino por su diseminación por todo el cuerpo. Esto explica por qué “se recomienda que los hombres con cáncer de próstata consuman alimentos como habas de soja, tofu, miso y tempeh”.
Para el carro. Dean Ornish y sus compañeros obtuvieron resultados sorprendentes, ya que aparentemente revirtieron la progresión del cáncer de próstata mediante la combinación de dieta vegana y cambios en el estilo de vida. Ahora bien, ¿los resultados se debieron a la soja? Su estudio no incluía una dieta vegana sin más, sino una que estaba complementada con una ración diaria de tofu y un aislado de proteína de soja en polvo. Hay estudios que muestran que los hombres que toman proteína de soja en polvo desarrollan menos cáncer de próstata que un grupo de control, pero ¿qué recibía este último grupo? Proteína de leche en polvo. Los asignados al grupo de la leche padecieron seis veces más cáncer de próstata que el grupo de la soja, pero ¿fue debido a los efectos beneficiosos de la soja o a los efectos perjudiciales de la leche? Los productos lácteos no solo están asociados con el cáncer de próstata, sino también con la muerte por cáncer de próstata. Los hombres diagnosticados con cáncer de próstata que consumían más lácteos tendían a morir más pronto, y “el consumo de lácteos de alto y bajo contenido graso se asociaba con un mayor riesgo de fallecimiento”.
El mejor estudio que tenemos sobre la ingesta de suplementos de proteína de soja en polvo por parte de pacientes con cáncer de próstata no reveló ningún beneficio significativo, y lo mismo ocurrió con una serie de suplementos dietéticos a base de fitoestrógenos de soja. Tal vez los resultados se debieran a que usaron componentes aislados de soja en lugar de una soja integral. “Los alimentos integrales podrían ser más eficaces”, pero resulta difícil hacer estudios controlados al respecto: se pueden hacer píldoras falsas, pero ¿cómo le das a la gente un tofu que sea un placebo?
Un grupo de investigadores australianos tuvo una solución creativa: hicieron un pan con sémola de soja para compararlo con un pan normal a modo de placebo, y dieron rebanadas a un grupo de hombres diagnosticados con cáncer de próstata que estaban a la espera de operarse. Como se puede ver en el minuto 4:31 de mi video, la diferencia fue notable tras solo tres semanas. Fue el primer estudio en demostrar que el consumo de soja integral podía afectar favorablemente a los marcadores de cáncer de próstata, pero no era del todo realista: nadie va a encontrar pan con sémola de soja en la tienda de al lado. Otro estudio fue un poco más práctico. A 20 hombres con cáncer de próstata tratados con radiación o cirugía que estaban sufriendo una recaída se les pidió que bebieran tres tazas de leche de soja al día. Los niveles de PSA de los 20 pacientes no dejaban de subir antes de empezar a tomar leche de soja, lo que indica que estaban padeciendo una recaída o una metástasis. Sin embargo, tras beber leche de soja durante un año, 6 de los 20 individuos mejoraron, 2 empeoraron, y los 12 restantes permanecieron sin cambios, como se puede ver a partir del minuto 5:02 de mi video. Por lo tanto, concluyeron que la soja puede ser beneficiosa para subconjunto de pacientes.
A la vista de todos estos estudios, es probable que los resultados que obtuvieron Ornish y sus compañeros se debieran a algo más que la soja. Del mismo modo, las bajas tasas de cáncer de próstata en Asia se deben probablemente a algo más que la soja, ya que también se dan tasas muy bajas en varias partes de África, donde no creo que se consuma mucho tofu. De hecho, en un estudio multiétnico hubo otros tipos de legumbres aparte de la soja que parecieron prevenir las formas más agresivas de cáncer de próstata en el grupo de latinos y en el conjunto de los grupos. Por lo tanto, la protección asociada con las dietas vegetales puede deberse a la ingesta de varios alimentos saludables diferentes.
La traducción de este contenido ha sido realizada por Jesús Melcón.
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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
Los resultados de una serie de 13 estudios de observación sobre el consumo de soja y el riesgo de cáncer de próstata apuntan a que este alimento podría ser tener una función “protectora”. ¿Qué son los estudios de observación? A diferencia de los de intervención, en estos estudios los investigadores observan lo que come la gente pero no intervienen para intentar cambiar su dieta. En estos trece estudios se observó que los hombres que ingerían más soja tenían menores tasas de cáncer de próstata, pero el problema de los estudios de observación es que podría haber sesgos. Por ejemplo, “las personas que deciden comer soja suelen tomar decisiones relacionadas con el estilo de vida que reducen el riesgo de cáncer (por ejemplo, consumir menos grasas, comer más fruta y verdura o hacer más ejercicio)”. Quizás estas sean las razones por las que padecen menos cáncer. La mayoría de los estudios intentaron tener en cuenta estos factores relacionados con el estilo de vida, pero no se puede tener en cuenta todo. Por otro lado, la mayoría de los estudios se hicieron en Asia, así que el consumo de tofu podría ser una señal de que se está siguiendo una dieta más tradicional. ¿Es posible que la razón por la que las personas que no consumen tofu tienen más cáncer sea que han abandonado la dieta tradicional? Ojalá hubiera una población occidental que tomase una cantidad elevada de soja… La buena noticia es que sí la hay y podemos estudiarla: se trata de los Adventistas del Séptimo Día.
En la década de 1970, se preguntó a más de 12 000 hombres adventistas sobre su consumo de leche de soja, y luego se les hizo un seguimiento durante 16 años para ver quiénes padecían cáncer y quiénes no. ¿Cuáles fueron los resultados? El consumo frecuente de leche de soja estaba asociado con una reducción del 70% del riesgo de cáncer de próstata, como se puede ver en el minuto 1:33 de mi video. Del mismo modo, un estudio multiétnico con varios grupos reveló que la ingesta de soja era también un factor de prevención en la población latina.
Las células de la próstata tienen receptores de estrógeno beta, que parecen ser antitumorales. Es decir, son una especie de “guardianes […] que inhiben la invasión y la proliferación y que […] evitan” que las células de la próstata se vuelvan cancerosas. En estos receptores actúan los fitoestrógenos de la soja como la genisteína, que inhibe la invasión y la expansión de las células cancerosas de la próstata en una plata de Petri con una concentración que podría obtenerse al tomar raciones de soja. La prevención de las metástasis es crucial, ya que la muerte por cáncer de próstata no está causada por el tumor original, sino por su diseminación por todo el cuerpo. Esto explica por qué “se recomienda que los hombres con cáncer de próstata consuman alimentos como habas de soja, tofu, miso y tempeh”.
Para el carro. Dean Ornish y sus compañeros obtuvieron resultados sorprendentes, ya que aparentemente revirtieron la progresión del cáncer de próstata mediante la combinación de dieta vegana y cambios en el estilo de vida. Ahora bien, ¿los resultados se debieron a la soja? Su estudio no incluía una dieta vegana sin más, sino una que estaba complementada con una ración diaria de tofu y un aislado de proteína de soja en polvo. Hay estudios que muestran que los hombres que toman proteína de soja en polvo desarrollan menos cáncer de próstata que un grupo de control, pero ¿qué recibía este último grupo? Proteína de leche en polvo. Los asignados al grupo de la leche padecieron seis veces más cáncer de próstata que el grupo de la soja, pero ¿fue debido a los efectos beneficiosos de la soja o a los efectos perjudiciales de la leche? Los productos lácteos no solo están asociados con el cáncer de próstata, sino también con la muerte por cáncer de próstata. Los hombres diagnosticados con cáncer de próstata que consumían más lácteos tendían a morir más pronto, y “el consumo de lácteos de alto y bajo contenido graso se asociaba con un mayor riesgo de fallecimiento”.
El mejor estudio que tenemos sobre la ingesta de suplementos de proteína de soja en polvo por parte de pacientes con cáncer de próstata no reveló ningún beneficio significativo, y lo mismo ocurrió con una serie de suplementos dietéticos a base de fitoestrógenos de soja. Tal vez los resultados se debieran a que usaron componentes aislados de soja en lugar de una soja integral. “Los alimentos integrales podrían ser más eficaces”, pero resulta difícil hacer estudios controlados al respecto: se pueden hacer píldoras falsas, pero ¿cómo le das a la gente un tofu que sea un placebo?
Un grupo de investigadores australianos tuvo una solución creativa: hicieron un pan con sémola de soja para compararlo con un pan normal a modo de placebo, y dieron rebanadas a un grupo de hombres diagnosticados con cáncer de próstata que estaban a la espera de operarse. Como se puede ver en el minuto 4:31 de mi video, la diferencia fue notable tras solo tres semanas. Fue el primer estudio en demostrar que el consumo de soja integral podía afectar favorablemente a los marcadores de cáncer de próstata, pero no era del todo realista: nadie va a encontrar pan con sémola de soja en la tienda de al lado. Otro estudio fue un poco más práctico. A 20 hombres con cáncer de próstata tratados con radiación o cirugía que estaban sufriendo una recaída se les pidió que bebieran tres tazas de leche de soja al día. Los niveles de PSA de los 20 pacientes no dejaban de subir antes de empezar a tomar leche de soja, lo que indica que estaban padeciendo una recaída o una metástasis. Sin embargo, tras beber leche de soja durante un año, 6 de los 20 individuos mejoraron, 2 empeoraron, y los 12 restantes permanecieron sin cambios, como se puede ver a partir del minuto 5:02 de mi video. Por lo tanto, concluyeron que la soja puede ser beneficiosa para subconjunto de pacientes.
A la vista de todos estos estudios, es probable que los resultados que obtuvieron Ornish y sus compañeros se debieran a algo más que la soja. Del mismo modo, las bajas tasas de cáncer de próstata en Asia se deben probablemente a algo más que la soja, ya que también se dan tasas muy bajas en varias partes de África, donde no creo que se consuma mucho tofu. De hecho, en un estudio multiétnico hubo otros tipos de legumbres aparte de la soja que parecieron prevenir las formas más agresivas de cáncer de próstata en el grupo de latinos y en el conjunto de los grupos. Por lo tanto, la protección asociada con las dietas vegetales puede deberse a la ingesta de varios alimentos saludables diferentes.
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El papel de los alimentos de soja en la prevención y el tratamiento de cáncer de próstata
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