Dieta mediterránea y aterosclerosis

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¿Qué sucede dentro de las arterias que van hacia los corazones y cerebros de aquellos que agregan nueces o aceite de oliva extra virgen a su dieta?

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El corazón de una dieta mediterránea tradicional es principalmente vegetariano, mucho más bajo en carne y productos lácteos, y utiliza fruta para el postre. Por lo tanto, no sorprende que quienes comían de esa manera tenían muy baja las tasas de enfermedades del corazón en comparación con los que comen las dietas occidentales estándar. Este estudio histórico, sin embargo, ha sido citado para sugerir que todos los tipos de grasa, animal o vegetal, se asocian con la aparición de nuevas lesiones ateroscleróticas en nuestras arterias coronarias, que alimentan nuestros corazones.

Alrededor de un centenar de hombres realizaron angiografías al comenzar el estudio y nuevamente dos años más tarde, buscando observar el desarrollo de lesiones como ésta, antes y después, mientras se monitoreaban sus dietas cada año. Sólo alrededor de 1 de cada 20 de aquellos que comieron dietas bajas en grasa, presentaron nuevas lesiones, en comparación con 8 de cada 20 en dietas más típicas de los estadounidenses, con alrededor del 33% o más de grasa. Sin embargo, cuando se investigó más a fondo, sólo tres tipos de grasa parecían incrementar significativamente la probabilidad de aparición de nuevas lesiones: lauricas, oleicas y linoleicas. El ácido láurico es una grasa saturada, que se encuentra en el aceite de coco y el aceite de palma, que se encuentra en la comida chatarra, crema batida y golosinas. “Oleico” viene de la palabra latina “oleum” para el aceite de oliva, pero no era de allí de donde estos hombres estaban recibiendo su ácido oleico. Las principales fuentes para los estadounidenses son básicamente pastel, pollo y cerdo, y el linoleico viene principalmente del pollo. Por lo tanto, el estudio realmente demostró que la gente comiendo un montón de basura, pollo y cerdo tendía a cerrar sus arterias coronarias. Para ver si las principales fuentes de grasas vegetales, como el aceite de oliva o frutos secos, ayudan o lastiman, idealmente, haríamos un estudio aleatorio de varios años en el que tomaríamos a miles de personas y tendríamos un tercio comiendo más frutos secos, un tercio comiendo más aceite de oliva y un tercio que no hiciera esencialmente nada, para ver a quiénes les va mejor.

Y eso fue exactamente lo que hicieron. El estudio PREDIMED tomó a miles de personas en alto riesgo de enfermedad cardíaca en España, quienes ya estaban comiendo una dieta bastante mediterránea y las asignó al azar en tres grupos durante un par de años, uno con más aceite de oliva extra virgen, uno con más frutos secos y un tercer grupo al que se le dijo que redujera las grasas, pero no lo hicieron; por lo que, básicamente, terminó como el grupo de control sin cambios en su dieta. ¿Qué pasó con la cantidad de placa en sus arterias con el paso tiempo?

Mientras que hubo un empeoramiento significativo del grosor de la arteria carótida y de la placa en el grupo de control sin cambios en la dieta, los del grupo de más frutos secos mostraron una reversión significativa en el engrosamiento y una detención en la progresión de la placa. No hubo cambios significativos en el grupo de mayor consumo de aceite de oliva.

La riqueza de la dieta mediterránea basada en plantas en alimentos potencialmente beneficiosos, como frutas, verduras, frijoles, frutos secos, granos enteros y aceite de oliva, explica sus efectos cardioprotectores. Sin embargo, estos resultados sugieren que los frutos secos son una fuente preferible de grasa en comparación con el aceite de oliva, y que podrían retrasar la progresión de la aterosclerosis, el precursor de futuros eventos cardiovasculares como el accidente cerebrovascular. La adición de frutos secos pareció reducir el riesgo de accidente cerebrovascular a la mitad.

Tengamos en cuenta, sin embargo, que seguían teniendo infartos. La mitad de los que tuvieron anteriormente; por lo tanto, los frutos secos parecían estar ayudando, pero ellos todavía estaban comiendo una dieta propicia a los accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón. Los tres grupos tenían básicamente las mismas tasas de ataque al corazón, las mismas tasas generales de mortalidad. Eso es lo que el Dr. Ornish notó cuando escribió: no hubo una reducción significativa en las tasas de ataque al corazón, muerte por causas cardiovasculares, o muerte por cualquier causa, sólo un beneficio en cuanto al accidente cerebrovascular. Pero bueno, es algo. Una dieta mediterránea es sin duda mejor de lo que la mayoría de la gente está consumiendo, pero aún mejor puede ser una dieta basada en alimentos de plantas sin procesar, que ha demostrado poder revertir a la enfermedad cardíaca, y no empeorarla. —-Los autores del estudio respondieron que no deseaban menoscabar el trabajo de Ornish, señalando que las dietas mediterráneas y vegetarianas tienen realmente un gran número de alimentos en común. Sí, la dieta de Ornish puede revertir la enfermedad cardíaca, pero, los defensores de la dieta mediterránea sostienen que el mayor problema con la dieta de Ornish es que no tiene buen sabor; así que, casi nadie se apega a ella.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Allison Damonte y Alberto Martínez de Santos Claudio.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagenes de Philippe Put via Flickr.

El corazón de una dieta mediterránea tradicional es principalmente vegetariano, mucho más bajo en carne y productos lácteos, y utiliza fruta para el postre. Por lo tanto, no sorprende que quienes comían de esa manera tenían muy baja las tasas de enfermedades del corazón en comparación con los que comen las dietas occidentales estándar. Este estudio histórico, sin embargo, ha sido citado para sugerir que todos los tipos de grasa, animal o vegetal, se asocian con la aparición de nuevas lesiones ateroscleróticas en nuestras arterias coronarias, que alimentan nuestros corazones.

Alrededor de un centenar de hombres realizaron angiografías al comenzar el estudio y nuevamente dos años más tarde, buscando observar el desarrollo de lesiones como ésta, antes y después, mientras se monitoreaban sus dietas cada año. Sólo alrededor de 1 de cada 20 de aquellos que comieron dietas bajas en grasa, presentaron nuevas lesiones, en comparación con 8 de cada 20 en dietas más típicas de los estadounidenses, con alrededor del 33% o más de grasa. Sin embargo, cuando se investigó más a fondo, sólo tres tipos de grasa parecían incrementar significativamente la probabilidad de aparición de nuevas lesiones: lauricas, oleicas y linoleicas. El ácido láurico es una grasa saturada, que se encuentra en el aceite de coco y el aceite de palma, que se encuentra en la comida chatarra, crema batida y golosinas. “Oleico” viene de la palabra latina “oleum” para el aceite de oliva, pero no era de allí de donde estos hombres estaban recibiendo su ácido oleico. Las principales fuentes para los estadounidenses son básicamente pastel, pollo y cerdo, y el linoleico viene principalmente del pollo. Por lo tanto, el estudio realmente demostró que la gente comiendo un montón de basura, pollo y cerdo tendía a cerrar sus arterias coronarias. Para ver si las principales fuentes de grasas vegetales, como el aceite de oliva o frutos secos, ayudan o lastiman, idealmente, haríamos un estudio aleatorio de varios años en el que tomaríamos a miles de personas y tendríamos un tercio comiendo más frutos secos, un tercio comiendo más aceite de oliva y un tercio que no hiciera esencialmente nada, para ver a quiénes les va mejor.

Y eso fue exactamente lo que hicieron. El estudio PREDIMED tomó a miles de personas en alto riesgo de enfermedad cardíaca en España, quienes ya estaban comiendo una dieta bastante mediterránea y las asignó al azar en tres grupos durante un par de años, uno con más aceite de oliva extra virgen, uno con más frutos secos y un tercer grupo al que se le dijo que redujera las grasas, pero no lo hicieron; por lo que, básicamente, terminó como el grupo de control sin cambios en su dieta. ¿Qué pasó con la cantidad de placa en sus arterias con el paso tiempo?

Mientras que hubo un empeoramiento significativo del grosor de la arteria carótida y de la placa en el grupo de control sin cambios en la dieta, los del grupo de más frutos secos mostraron una reversión significativa en el engrosamiento y una detención en la progresión de la placa. No hubo cambios significativos en el grupo de mayor consumo de aceite de oliva.

La riqueza de la dieta mediterránea basada en plantas en alimentos potencialmente beneficiosos, como frutas, verduras, frijoles, frutos secos, granos enteros y aceite de oliva, explica sus efectos cardioprotectores. Sin embargo, estos resultados sugieren que los frutos secos son una fuente preferible de grasa en comparación con el aceite de oliva, y que podrían retrasar la progresión de la aterosclerosis, el precursor de futuros eventos cardiovasculares como el accidente cerebrovascular. La adición de frutos secos pareció reducir el riesgo de accidente cerebrovascular a la mitad.

Tengamos en cuenta, sin embargo, que seguían teniendo infartos. La mitad de los que tuvieron anteriormente; por lo tanto, los frutos secos parecían estar ayudando, pero ellos todavía estaban comiendo una dieta propicia a los accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón. Los tres grupos tenían básicamente las mismas tasas de ataque al corazón, las mismas tasas generales de mortalidad. Eso es lo que el Dr. Ornish notó cuando escribió: no hubo una reducción significativa en las tasas de ataque al corazón, muerte por causas cardiovasculares, o muerte por cualquier causa, sólo un beneficio en cuanto al accidente cerebrovascular. Pero bueno, es algo. Una dieta mediterránea es sin duda mejor de lo que la mayoría de la gente está consumiendo, pero aún mejor puede ser una dieta basada en alimentos de plantas sin procesar, que ha demostrado poder revertir a la enfermedad cardíaca, y no empeorarla. —-Los autores del estudio respondieron que no deseaban menoscabar el trabajo de Ornish, señalando que las dietas mediterráneas y vegetarianas tienen realmente un gran número de alimentos en común. Sí, la dieta de Ornish puede revertir la enfermedad cardíaca, pero, los defensores de la dieta mediterránea sostienen que el mayor problema con la dieta de Ornish es que no tiene buen sabor; así que, casi nadie se apega a ella.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Allison Damonte y Alberto Martínez de Santos Claudio.

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Imagenes de Philippe Put via Flickr.

Nota del Doctor

Menciono el Ornish de ida y vuelta en mi revisión anual en vivo del 2015, El alimento como medicina: prevenir y tratar nutras màs temidas enfermedades con dieta, y abordo directamente la acusación de que las dietas basadas en plantas están marcadas por el incumplimiento de la prevención y la reversión de la enfermedad.

Para más información sobre el famoso ensayo PREDIMED y el cuerpo de evidencia que rodea las dietas mediterráneas, tengo un montón de buenos videos para ti:

Lo que podría suceder en las arterias de alguien que lleva una dieta baja en carbohidratos. No quieres saberlo. (Pero si te da curiosidad, mira: Dietas bajas en carbohidratos y el flujo sanguineo coronario.)

Lo que comemos no sólo tiene un impacto en la estructura de nuestras arterias a largo plazo (es decir, el engrosamiento y estrechamiento descrito en el video), sino en la función de nuestras arterias a las pocas horas del consumo. Para ver lo que tu desayuno puede haberle hecho a tus arterias, echa un vistazo a:

Ten en cuenta, sin embargo, que los beneficios de la nutrición basada en plantas pueden verse socavados por la deficiencia de vitamina B12 si no incluyes una fuente regular de esta en tu dieta. Mira: Vitamina B12 necesaria para la salud arterial.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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