Las fresas y el cáncer de esófago

A continuación una aproximación al contenido del audio de este vídeo. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba.

Estudios como estos que muestran que las frutas pueden suprimir el crecimiento del cáncer en una placa de Petri están muy bien, pero necesitamos saber si pueden hacer lo mismo dentro del cuerpo humano. Sin embargo, considera poco ético detener las terapias convencionales contra el cáncer, como cirugía, quimioterapia o radiación para evaluar alguna fruta o verdura. Entonces, ¿qué hacemos?

Una vía que los investigadores han tomado es usar “estrategias combinatorias”, por ejemplo, agregando fitonutrientes de la especia cúrcuma o té verde en combinación con la quimioterapia para ver si funciona mejor que la quimioterapia sola. Pero esto se complica porque la quimioterapia y la radiación a menudo funcionan matando a las células cancerosas con radicales libres y, por lo tanto, aunque los antioxidantes ciertamente pueden reducir la toxicidad del tratamiento, hay una preocupación teórica de que se podría reducir también la eficacia del tratamiento.

Otra forma de estudiar los efectos de las plantas sobre el cáncer es mediante las intervenciones alimentarias en cánceres de crecimiento lento, como el de próstata, que es la forma en que Ornish y sus colegas fueron capaces de mostrar la aparente reversión del crecimiento del cáncer con una dieta a base de plantas. Él sólo pudo salirse con la suya porque estos pacientes estaban en una etapa temprana de observación del cáncer. ¿Hay otros cánceres así?

El cáncer esofágico no es un cáncer para contraer. La supervivencia por cinco años es de sólo el 13%, con la mayoría de las personas muriendo durante el primer año del diagnóstico. Sin embargo, el desarrollo del cáncer esofágico es un proceso de múltiples etapas. Comienza con un esófago normal, el tubo que conecta tu boca con tu estómago. Empieza bien pero luego los cambios precancerosos comienzan a tener lugar y después el cáncer localizado comienza a crecer, eventualmente se propaga y mueres.

Debido a la bien definida progresión escalonada del cáncer esofágico, los investigadores lo tomaron como una forma de probar la capacidad de los frutos rojos, las frutas más saludables, para revertir la progresión del cáncer. ”Un ensayo clínico aleatorio en fase II con fresas en polvo en pacientes con lesiones precancerosas del esófago”. Seis meses comiendo de 30 a 60 gramos de fresas liofilizadas, que es como más de medio kilo de fresas frescas al día; y la progresión de la enfermedad se revirtió en un 80% de aquellos tratados con altas dosis de fresas. Al comienzo del estudio, nadie tenía un esófago normal, tenían ya sea una enfermedad precancerosa leve o moderada. Pero al final del estudio, después de consumir tantas fresas, la mayoría de las lesiones retrocedieron, ya sea de moderadas a leves, o desaparecieron por completo. He aquí algunas imágenes representativas del antes y después. Dándoles algunas fresas, pasaron de enfermedad moderada a leve, o de leve a inexistente. Al final del estudio, la mitad de los que tomaron la dosis alta de fresas se fue libre de la enfermedad.

Una disminución en los marcadores de tumores: antes y después. ¿Algún medicamento nuevo de quimioterapia? No. Todo únicamente gracias a las fresas. Esto mostró por primera vez que ”la ingesta de fresas podría disminuir significativamente el grado de lesiones precancerosas esofágicas de los pacientes”. La proliferación celular antes y después del tratamiento con fresas. ¿Lo ves? Y, ¿cuál es el efecto secundario? Tal vez, ¿que se te incruste una pequeña semilla de fresa en los dientes, o algo así?

Recientes estudios demográficos también sugieren que los alimentos vegetales protegen contra el cáncer de esófago mientras que las dietas ricas en carne y grasa parecen duplicar las probabilidades de cáncer; y un montón de frutas y verduras pueden reducir las probabilidades de cáncer esofágico a la mitad.

”Una dieta rica en alimentos de origen animal y pobre en alimentos que contengan vitaminas y fibra, en otras palabras alimentos vegetales, puede aumentar el riesgo de cáncer esofágico”. Y ahora sabemos que por lo menos una planta puede, inclusive, revertir el curso de la enfermedad si esta se detecta a tiempo.

Los hallazgos fueron anunciados como innovadores en un editorial de la revista de la Asociación Estadounidense de Investigación Oncológica (American Association for Cancer Research). Sin embargo, dado que el editorial fue escrito por un par de profesores de farmacéutica, lógicamente concluyeron “que los componentes activos y objetivos moleculares” responsables de la eficacia de las fresas deben ser identificados; planteando la pregunta: ¿es mejor solo comer fresas? o ¿puede fabricarse un medicamento derivado de las fresas que funcione aún mejor?

Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Ariel Levitsky. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Malamud y Viviana Garcia.

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