La restricción calórica vs. la restricción de proteína animal

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La extensión de la esperanza de vida asociada con la restricción alimentaria puede deberse menos a una reducción en calorías y más a una reducción en la proteína animal (particularmente el aminoácido leucina, el cual puede acelerar el envejecimiento a través de la enzima TOR).

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Aunque se han demostrado claramente los efectos beneficiosos de la restricción calórica sobre la esperanza de vida y la salud, es difícil implementar tales restricciones en nuestras vidas. En el estudio clásico de inanición de Minnesota, muchos de los voluntarios sufrieron una preocupación por la comida, hambre constante, consumo desenfrenado de comida y un montón de problemas emocionales y psicológicos. Incluso los investigadores que estudian la restricción calórica rara vez la practican. Tiene que haber una mejor manera de suprimir el motor del envejecimiento de la enzima TOR.

Es por eso que los investigadores estaban tan entusiasmados con la rapamicina, un medicamento que inhibe la enzima TOR, pensando que podría ser la restricción calórica en una píldora. Pero como cualquier medicamento, también tiene efectos secundarios. Tiene que haber una mejor manera.

El avance se produjo cuando los científicos descubrieron que los beneficios de la restricción alimentaria pueden no venir de la restricción de calorías, sino a partir de la restricción en la ingesta de proteínas. Si nos fijamos en el primer meta-análisis comparativo global de la restricción alimentaria, la proporción de la ingesta de proteínas era más importante para prolongar la esperanza de vida a través de la restricción alimentaria, que el grado de restricción calórica. De hecho, se ha demostrado que solo la reducción de proteínas, sin ningún cambio en el nivel de calorías, tiene efectos similares a la restricción calórica.

Esa es una buena noticia, porque la restricción de proteínas es mucho menos difícil de mantener que la restricción alimentaria y puede ser más poderosa que la restricción alimentaria, ya que suprime tanto TOR como IGF-1, las dos vías consideradas como responsables de la longevidad drástica y los beneficios para la salud de la restricción calórica.

Y algunas proteínas son peores que otras. Un aminoácido en particular, la leucina, parece ejercer un mayor efecto sobre el TOR. De hecho, solo reducir la leucina puede ser casi tan eficaz como la reducción en todas las proteínas. Entonces, ¿dónde se encuentra la leucina? En alimentos predominantemente de origen animal: huevos, lácteos y carne, incluyendo pollo y pescado, mientras que los alimentos vegetales tienen mucho menos: frutas, verduras, granos y legumbres.

En general, los niveles más bajos de leucina solo se alcanzan mediante la restricción de proteínas animales. Para alcanzar la ingesta de leucina proporcionada por los lácteos o la carne, tendríamos que comer cuatro kilos de repollo, es decir, como cuatro grandes, o cien manzanas. Estos cálculos ejemplifican las diferencias extremas en las cantidades de leucina proporcionadas por una alimentación más estándar en comparación con una alimentación a base de plantas. El papel funcional de la leucina en la regulación de la actividad de TOR puede ayudar a explicar los resultados extraordinarios reportados en el Estudio de China Cornell-Oxford, ya que las dietas casi veganas, con contenido moderado de proteínas, tienden a ser relativamente bajas en leucina.

Esto también puede ayudar a explicar la longevidad de poblaciones con larga vida como los japoneses de Okinawa, quienes tienen aproximadamente la mitad de nuestra tasa de mortalidad. La alimentación tradicional de Okinawa era de solo alrededor 10% de proteína y prácticamente nada de colesterol, porque comían casi todas las plantas. Menos del 1% de su dieta era pescado, carne, huevos y lácteos, el equivalente a una porción de carne en un mes, un huevo cada dos meses. Su longevidad es solo superada por los adventistas vegetarianos de California, dándoles tal vez la más alta esperanza de vida de cualquier población descrita formalmente en la historia. Y ahora, podemos estar un poco más cerca de responder al misterio en cuanto a porqué las poblaciones que se alimentan a base de plantas viven más.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Ariel LevitskyLa traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria J. Chudoba y Viviana Garcia.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Great Beyond vía Flickr.

 

Aunque se han demostrado claramente los efectos beneficiosos de la restricción calórica sobre la esperanza de vida y la salud, es difícil implementar tales restricciones en nuestras vidas. En el estudio clásico de inanición de Minnesota, muchos de los voluntarios sufrieron una preocupación por la comida, hambre constante, consumo desenfrenado de comida y un montón de problemas emocionales y psicológicos. Incluso los investigadores que estudian la restricción calórica rara vez la practican. Tiene que haber una mejor manera de suprimir el motor del envejecimiento de la enzima TOR.

Es por eso que los investigadores estaban tan entusiasmados con la rapamicina, un medicamento que inhibe la enzima TOR, pensando que podría ser la restricción calórica en una píldora. Pero como cualquier medicamento, también tiene efectos secundarios. Tiene que haber una mejor manera.

El avance se produjo cuando los científicos descubrieron que los beneficios de la restricción alimentaria pueden no venir de la restricción de calorías, sino a partir de la restricción en la ingesta de proteínas. Si nos fijamos en el primer meta-análisis comparativo global de la restricción alimentaria, la proporción de la ingesta de proteínas era más importante para prolongar la esperanza de vida a través de la restricción alimentaria, que el grado de restricción calórica. De hecho, se ha demostrado que solo la reducción de proteínas, sin ningún cambio en el nivel de calorías, tiene efectos similares a la restricción calórica.

Esa es una buena noticia, porque la restricción de proteínas es mucho menos difícil de mantener que la restricción alimentaria y puede ser más poderosa que la restricción alimentaria, ya que suprime tanto TOR como IGF-1, las dos vías consideradas como responsables de la longevidad drástica y los beneficios para la salud de la restricción calórica.

Y algunas proteínas son peores que otras. Un aminoácido en particular, la leucina, parece ejercer un mayor efecto sobre el TOR. De hecho, solo reducir la leucina puede ser casi tan eficaz como la reducción en todas las proteínas. Entonces, ¿dónde se encuentra la leucina? En alimentos predominantemente de origen animal: huevos, lácteos y carne, incluyendo pollo y pescado, mientras que los alimentos vegetales tienen mucho menos: frutas, verduras, granos y legumbres.

En general, los niveles más bajos de leucina solo se alcanzan mediante la restricción de proteínas animales. Para alcanzar la ingesta de leucina proporcionada por los lácteos o la carne, tendríamos que comer cuatro kilos de repollo, es decir, como cuatro grandes, o cien manzanas. Estos cálculos ejemplifican las diferencias extremas en las cantidades de leucina proporcionadas por una alimentación más estándar en comparación con una alimentación a base de plantas. El papel funcional de la leucina en la regulación de la actividad de TOR puede ayudar a explicar los resultados extraordinarios reportados en el Estudio de China Cornell-Oxford, ya que las dietas casi veganas, con contenido moderado de proteínas, tienden a ser relativamente bajas en leucina.

Esto también puede ayudar a explicar la longevidad de poblaciones con larga vida como los japoneses de Okinawa, quienes tienen aproximadamente la mitad de nuestra tasa de mortalidad. La alimentación tradicional de Okinawa era de solo alrededor 10% de proteína y prácticamente nada de colesterol, porque comían casi todas las plantas. Menos del 1% de su dieta era pescado, carne, huevos y lácteos, el equivalente a una porción de carne en un mes, un huevo cada dos meses. Su longevidad es solo superada por los adventistas vegetarianos de California, dándoles tal vez la más alta esperanza de vida de cualquier población descrita formalmente en la historia. Y ahora, podemos estar un poco más cerca de responder al misterio en cuanto a porqué las poblaciones que se alimentan a base de plantas viven más.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Ariel LevitskyLa traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria J. Chudoba y Viviana Garcia.

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Nota del Doctor

¿Qué es TOR? Asegúrate de retroceder y ver mi vídeo “previo” ¿Por qué envejecemos?

Esto me recuerda el estudio que describí en Los beneficios de la restricción calórica sin la restricción

La metionina es otro aminoácido que puede estar asociado con el envejecimiento. Ve Restricción de metionina como estrategia para extender la vida para descubrir cuáles alimentos evitar en ese caso. Tanto el contenido de leucina como de metionina podrían ser razones adicionales por las cuales La proteína vegetal es preferible.

Otras razones por las cuales quienes tienen alimentación a base de plantas podrían vivir más:

Todo esto podría explicar los resultados de los Estudios de Harvard sobre la carne y la mortalidad.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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