¿Son saludables los aguacates?

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El consumo de aguacates puede mejorar la función arterial, pero ¿qué efecto podría tener el guacamole en el riesgo de padecer cáncer?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

En mi último video sobre los aguacates, Los efectos de los aguacates y el vino tinto sobre la inflamación inducida por la comida, describía sus efectos como antiinflamatorio y como reductor del colesterol y los triglicéridos, pero ¿qué hay del video ¿Son buenos para ti los aguacates? que grabé hace años sobre los efectos perjudiciales para los cromosomas en una placa de Petri? Para eso hay que remontarse a 1975, cuando se descubrió un pesticida que el árbol del aguacate producía de forma natural y que parecía explicar por qué el ganado lactante sufría daños en las glándulas mamarias después de comer las hojas. También se descubrió que la toxina, llamada persina, tenía efectos nocivos en el corazón, así que no deberías darles aguacate a los pájaros que tengas como mascotas.

Pero, si la persina ataca las células mamarias en animales, ¿podría atacar las células del cáncer de mama en humanos? Como se puede ver en el punto temporal 0:52 de mi video, parecía tener el mismo efecto de agrupamiento del citoesqueleto celular in vitro que puede tener la quimioterapia. Esta toxina vegetal demostró ser eficaz para detener el crecimiento de células en varias líneas de células de cáncer de mama en humanos. Así que los investigadores están pensando en cómo quizá un día se podría usar como quimioterapia, aunque yo pienso ¡santos guacamoles! Dime que no tiene efectos tóxicos también en células normales.

Tuvimos una respuesta en 2010 con una evaluación de la genotoxicidad (la toxicidad para nuestros cromosomas) de extractos de aguacate en glóbulos blancos humanos en una placa de Petri. Como se ve en el punto 1:35 de mi video, normalmente, menos de un 10 % de nuestras células tienen alguna abnormalidad cromosómica al dividirse, pero, si les añades unas gotas de extracto de aguacate, hasta un 50 % de ellas acaban con algún defecto. La conclusión de los investigadores fue que hay algo en los aguacates que “potencialmente puede inducir una inestabilidad genómica significativa y algún daño genético en los linfocitos humanos in vitro“, es decir, en glóbulos blancos en una placa de Petri. Si tiene el mismo efecto en gente de verdad podría, por ejemplo, provocar que algunas células se volviesen cancerosas. Aunque ese “si” marca la diferencia. Estamos hablando de células sanguíneas. No administramos guacamole en vena. Para que algo llegue al torrente sanguíneo, primero tiene que sobrevivir a los ácidos del estómago, ser absorbido en los intestinos y luego colarse entre las enzimas de desintoxicación del hígado. Y sí, la persina puede verse afectada, puede sufrir cambios en condiciones ácidas. Así que, teniendo en cuenta las diferencias entre lo que sucede en una placa de Petri y dentro de una persona, es esencial llevar a cabo más estudios “antes de presentar una reflexión final sobre la genotoxicidad”. Suena razonable, pero ¿qué hacemos hasta que se publiquen estos estudios? A mí me preocupó lo suficiente como para mover los aguacates de la categoría “luz verde, no te cortes” a “luz ámbar, de consumo moderado” y pecar de precavido hasta que sepamos más.

Incluso si los ácidos del estómago destrozan totalmente la persina, todavía nos queda la cuestión del cáncer oral. Como se puede ver en el punto 3:01 de mi video, los estractos de aguacate en concentraciones suficientemente elevadas pueden dañar el crecimiento de las células que revisten la boca. Esto fue en una placa de Petri, en la que el aguacate entra en contacto directo con las células, pero eso también pasa en la boca cuando lo comes. Sin embargo, les hace más daño a las células del cáncer oral. En el punto 3:32 de mi video, puedes ver unas cuantas células de cáncer oral. En la primera imagen, las mitocondrias, las centrales energéticas de las células que alimentan al cáncer, se pueden ver en rojo. En la segunda imagen, se puede ver que el extracto de aguacate las ha erradicado: ni rastro de mitocondria colorada. Como les hace esto más a las células cancerosas que a las normales, los investigadores concluyen que los aguacates pueden acabar previniendo el cáncer.

¿Y qué pasa con el esófago, que está entre la boca y el estómago? Los investigadores también descubrieron que el extracto de aguacate parecía inhibir el crecimiento de las células cancerosas más que el de las normales, cuando hablamos de células de cáncer de colon y de esófago, como puedes ver en el punto 3:53 de mi video. Pero, en lugar de comparar los efectos con células normales de colon y esófago, las compararon con una célula sanguínea, que, como decíamos, tiene una relevancia limitada en un estudio en una placa de Petri de algo que puedes comer.

Encontré un estudio que me pareció bastante emocionante que se fijaba en el p-cresol, que es una “toxina urémica” y puede ser también tóxica para el hígado. “Se ha descubierto que tiene relación con el autismo” y viene de consumir una dieta alta en proteínas, mientras que si comes una dieta más basada en vegetales (la única fuente de prebióticos como la fibra y el almidón resistente) tus niveles bajan. Y es que la fermentación de carbohidratos en el colon, como la fibra, se considera beneficiosa, mientras que la fermentación de proteína, que se llama putrefacción, se considera perjudicial. Así que si pasas a la gente a una dieta alta en proteínas, en unos días el exceso de proteína que se pudre en el intestino va a hacer que los niveles de amoniaco y de p-cresol aumenten; de hecho, se duplican en una semana. Pero ¿podría una dieta basada en vegetales ricos en fitonutrientes, como manzanas, arándanos, uvas o aguacates, proteger a las células que revisten el colon “de los efectos dañinos del p-cresol… en términos de viabilidad de la célula, función mitocondrial e integridad epitelial”, es decir, protección frente a la permeabilidad intestinal? En el punto 5:12 de mi video, ofrezco datos sobre la integridad de la función de barrera. Se puede ver que está dañada por el p-cresol, pero que vinieron al rescate todos los extractos de arándano, aguacate, uva y manzana. La función de la mitocondria, sin embargo, solo mejoró con los arándanos y los aguacates, que al parecer también fueron los únicos que evitaron los efectos nocivos del p-cresol en la viabilidad celular del colon. En resumen, parece que los aguacates tienen efectos beneficiosos en las células que revisten el colon. Vale, pero ya está bien de estudios in vitro. Sí, un extracto de aguacate puede inhibir el crecimiento de células cancerosas en una placa de Petri, pero, a menos que te pongas a hacerle lo indecible a ese aguacate (como guacamole con derecho a roce), no hay forma de que un aguacate entre en contacto directo con las células de tu próstata. Entonces, ¿qué significa este estudio?

Por eso me entusiasmó ver el primer estudio que buscaba de verdad una relación entre el consumo de aguacate y el cáncer de próstata. ¡Seres humanos de verdad comiendo aguacates! Así que, ¿la gente que come aguacates tiene más o menos riesgo de padecer cáncer? El riesgo de padecer cáncer de próstata se redujo en los hombres que consumían más aguacates (más de un tercio de aguacate al día, aproximadamente) a menos de la mitad de probabilidades de padecerlo. Así que, en vista de los datos de mejora de la función arterial, bajada del colesterol y, en todo caso, una relación con un riesgo más bajo de padecer cáncer, yo sugeriría volver a mover a los aguacates al nivel de alimentos de luz verde.

La traducción de este contenido ha sido realizada por María José.

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Iconos creados por Royal Razka y Gay Khoon Lay del The Noun Project.

 

Image credit: Kristina DeMuth. Image has been modified.

 

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En mi último video sobre los aguacates, Los efectos de los aguacates y el vino tinto sobre la inflamación inducida por la comida, describía sus efectos como antiinflamatorio y como reductor del colesterol y los triglicéridos, pero ¿qué hay del video ¿Son buenos para ti los aguacates? que grabé hace años sobre los efectos perjudiciales para los cromosomas en una placa de Petri? Para eso hay que remontarse a 1975, cuando se descubrió un pesticida que el árbol del aguacate producía de forma natural y que parecía explicar por qué el ganado lactante sufría daños en las glándulas mamarias después de comer las hojas. También se descubrió que la toxina, llamada persina, tenía efectos nocivos en el corazón, así que no deberías darles aguacate a los pájaros que tengas como mascotas.

Pero, si la persina ataca las células mamarias en animales, ¿podría atacar las células del cáncer de mama en humanos? Como se puede ver en el punto temporal 0:52 de mi video, parecía tener el mismo efecto de agrupamiento del citoesqueleto celular in vitro que puede tener la quimioterapia. Esta toxina vegetal demostró ser eficaz para detener el crecimiento de células en varias líneas de células de cáncer de mama en humanos. Así que los investigadores están pensando en cómo quizá un día se podría usar como quimioterapia, aunque yo pienso ¡santos guacamoles! Dime que no tiene efectos tóxicos también en células normales.

Tuvimos una respuesta en 2010 con una evaluación de la genotoxicidad (la toxicidad para nuestros cromosomas) de extractos de aguacate en glóbulos blancos humanos en una placa de Petri. Como se ve en el punto 1:35 de mi video, normalmente, menos de un 10 % de nuestras células tienen alguna abnormalidad cromosómica al dividirse, pero, si les añades unas gotas de extracto de aguacate, hasta un 50 % de ellas acaban con algún defecto. La conclusión de los investigadores fue que hay algo en los aguacates que “potencialmente puede inducir una inestabilidad genómica significativa y algún daño genético en los linfocitos humanos in vitro“, es decir, en glóbulos blancos en una placa de Petri. Si tiene el mismo efecto en gente de verdad podría, por ejemplo, provocar que algunas células se volviesen cancerosas. Aunque ese “si” marca la diferencia. Estamos hablando de células sanguíneas. No administramos guacamole en vena. Para que algo llegue al torrente sanguíneo, primero tiene que sobrevivir a los ácidos del estómago, ser absorbido en los intestinos y luego colarse entre las enzimas de desintoxicación del hígado. Y sí, la persina puede verse afectada, puede sufrir cambios en condiciones ácidas. Así que, teniendo en cuenta las diferencias entre lo que sucede en una placa de Petri y dentro de una persona, es esencial llevar a cabo más estudios “antes de presentar una reflexión final sobre la genotoxicidad”. Suena razonable, pero ¿qué hacemos hasta que se publiquen estos estudios? A mí me preocupó lo suficiente como para mover los aguacates de la categoría “luz verde, no te cortes” a “luz ámbar, de consumo moderado” y pecar de precavido hasta que sepamos más.

Incluso si los ácidos del estómago destrozan totalmente la persina, todavía nos queda la cuestión del cáncer oral. Como se puede ver en el punto 3:01 de mi video, los estractos de aguacate en concentraciones suficientemente elevadas pueden dañar el crecimiento de las células que revisten la boca. Esto fue en una placa de Petri, en la que el aguacate entra en contacto directo con las células, pero eso también pasa en la boca cuando lo comes. Sin embargo, les hace más daño a las células del cáncer oral. En el punto 3:32 de mi video, puedes ver unas cuantas células de cáncer oral. En la primera imagen, las mitocondrias, las centrales energéticas de las células que alimentan al cáncer, se pueden ver en rojo. En la segunda imagen, se puede ver que el extracto de aguacate las ha erradicado: ni rastro de mitocondria colorada. Como les hace esto más a las células cancerosas que a las normales, los investigadores concluyen que los aguacates pueden acabar previniendo el cáncer.

¿Y qué pasa con el esófago, que está entre la boca y el estómago? Los investigadores también descubrieron que el extracto de aguacate parecía inhibir el crecimiento de las células cancerosas más que el de las normales, cuando hablamos de células de cáncer de colon y de esófago, como puedes ver en el punto 3:53 de mi video. Pero, en lugar de comparar los efectos con células normales de colon y esófago, las compararon con una célula sanguínea, que, como decíamos, tiene una relevancia limitada en un estudio en una placa de Petri de algo que puedes comer.

Encontré un estudio que me pareció bastante emocionante que se fijaba en el p-cresol, que es una “toxina urémica” y puede ser también tóxica para el hígado. “Se ha descubierto que tiene relación con el autismo” y viene de consumir una dieta alta en proteínas, mientras que si comes una dieta más basada en vegetales (la única fuente de prebióticos como la fibra y el almidón resistente) tus niveles bajan. Y es que la fermentación de carbohidratos en el colon, como la fibra, se considera beneficiosa, mientras que la fermentación de proteína, que se llama putrefacción, se considera perjudicial. Así que si pasas a la gente a una dieta alta en proteínas, en unos días el exceso de proteína que se pudre en el intestino va a hacer que los niveles de amoniaco y de p-cresol aumenten; de hecho, se duplican en una semana. Pero ¿podría una dieta basada en vegetales ricos en fitonutrientes, como manzanas, arándanos, uvas o aguacates, proteger a las células que revisten el colon “de los efectos dañinos del p-cresol… en términos de viabilidad de la célula, función mitocondrial e integridad epitelial”, es decir, protección frente a la permeabilidad intestinal? En el punto 5:12 de mi video, ofrezco datos sobre la integridad de la función de barrera. Se puede ver que está dañada por el p-cresol, pero que vinieron al rescate todos los extractos de arándano, aguacate, uva y manzana. La función de la mitocondria, sin embargo, solo mejoró con los arándanos y los aguacates, que al parecer también fueron los únicos que evitaron los efectos nocivos del p-cresol en la viabilidad celular del colon. En resumen, parece que los aguacates tienen efectos beneficiosos en las células que revisten el colon. Vale, pero ya está bien de estudios in vitro. Sí, un extracto de aguacate puede inhibir el crecimiento de células cancerosas en una placa de Petri, pero, a menos que te pongas a hacerle lo indecible a ese aguacate (como guacamole con derecho a roce), no hay forma de que un aguacate entre en contacto directo con las células de tu próstata. Entonces, ¿qué significa este estudio?

Por eso me entusiasmó ver el primer estudio que buscaba de verdad una relación entre el consumo de aguacate y el cáncer de próstata. ¡Seres humanos de verdad comiendo aguacates! Así que, ¿la gente que come aguacates tiene más o menos riesgo de padecer cáncer? El riesgo de padecer cáncer de próstata se redujo en los hombres que consumían más aguacates (más de un tercio de aguacate al día, aproximadamente) a menos de la mitad de probabilidades de padecerlo. Así que, en vista de los datos de mejora de la función arterial, bajada del colesterol y, en todo caso, una relación con un riesgo más bajo de padecer cáncer, yo sugeriría volver a mover a los aguacates al nivel de alimentos de luz verde.

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