Infusión de hibisco vs. dieta a base de plantas para la hipertensión

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¿Cómo se comparan los efectos reductores de la presión arterial del té de jamaica con la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension; Enfoques dietéticos para detener la hipertensión), una dieta a base de plantas y el ejercicio de resistencia de larga distancia?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

Recientes estudios científicos probaron el hibisco con la obesidad, dándole hibisco a personas con sobrepeso, y la evidencia mostró una reducción del peso corporal, pero después de 12 semanas tomando hibisco sólo perdieron 1.5 Kg; lo que realmente vendría siendo sólo 0.75 Kgs, comparado con el grupo tomando un placebo. Claramente el hibisco no es ninguna solución mágica.

La supuesta propiedad reductora del colesterol del té de hibisco se veía un poco más prometedora. Algunos estudios más antiguos sugirieron una reducción de hasta el 8% bebiendo dos tazas al día durante un mes, pero cuando toda la información se compiló, los resultados fueron más o menos parejos. Esto puede ser debido a que sólo alrededor del 50% de las personas responden al té cuando beben el equivalente de 2-5 tazas al día, aunque los que sí respondieron, tuvieron una respetable disminución de aproximadamente un 12%… Pero nada como el 30% que se puede obtener en sólo semanas de comer una dieta saludable a base de plantas.

Con la hipertensión es donde el hibisco realmente podría hacer la diferencia. Esta es una enfermedad que afecta a mil millones y mata a millones de personas. Hasta el 2010, no había suficientes estudios de alta calidad para apoyar el uso de té de hibisco para tratarla, pero desde entonces hemos visto ensayos clínicos aleatorizados de doble ciego y controlados con placebos, donde el té de hibisco es comparado con agua artificialmente coloreada y aromatizada que parece y sabe como el té. En éstos el té tuvo un mucho mejor desempeño.

Aún no se sabe completamente por qué funciona, pero el hibisco pareciera aumentar la producción de óxido nítrico, lo que podría ayudar a nuestras arterias a relajarse y a dilatarse mejor. Sea como sea, una reciente revisión de la literatura científica indicó que el consumo diario de té de hibisco puede reducir significativamente la presión sanguínea en las personas con hipertensión. Pero, ¿qué tanto? ¿Y cómo se compara esta disminución con la producida por otras intervenciones?

Cuando se trata de modificaciones del estilo de vida integral para el control de la presión arterial, el estándar dorado de las pruebas clínicas es la prueba clínica PREMIER. Sabiendo que 9 de cada 10 estadounidenses van a desarrollar hipertensión, se seleccionaron aleatoriamente 800 hombres y mujeres con presión arterial alta y se dividieron en tres grupos. Uno de ellos era el grupo control, también denominado grupo de “sólo recomendación”, donde a los participantes sólo se le decía que bajaran de peso, redujeran su consumo de sal, aumentaran su nivel de ejercicio y comieran más saludablemente; básicamente sólo les dieron un folleto. En los otros dos grupos hubo una intervención al estilo de vida más rigurosa. 18 sesiones cara a cara, reuniones, diarios de alimentación, supervisión de la actividad física, ingesta de calorías y sodio. Un grupo de intervención se concentró sólo en el ejercicio y el otro incluyó ejercicio y dieta. El segundo utilizó la dieta DASH, que es alta en frutas y verduras y baja en productos lácteos y carnes. En comparación con el grupo control, en seis meses lograron una caída de 4.3 puntos en la presión arterial sistólica, un resultado ligeramente mejor que el del grupo de intervención sin la dieta. Unos cuantos puntos podrían parecer poco –es como si alguien pasara de una presión sanguínea de 150 sobre 90 a una presión sanguínea de 146 sobre 90- pero a una escala poblacional, una caída de 5 puntos en el número total daría lugar a un 14 % menos de muertes por accidentes cerebrovascular, 9% menos de ataques cardíacos fatales y 7% menos de muertes cada año en general.

Una taza de té de hibisco con cada comida no sólo bajó la presión arterial 3, 4 o 5 puntos, sino 7 puntos, de 129 a 122. Y de hecho, probándolo contra el fármaco líder para disminuir la presión arterial, Captopril, 2 tazas de té de hibisco cargadas cada mañana (utilizando un total de 5 bolsas de té para las 2 tazas) fueron tan eficaces en la reducción de la presión arterial como una dosis inicial de 25 mg de Captopril dos veces al día.

¿Entonces, es tan bueno como los fármacos, sin los efectos secundarios y mejor que la dieta y el ejercicio? Bueno, las intervenciones de al estilo de vida al final fueron bastante débiles. Como señalaron los expertos en salud pública, el estudio PREMIER sólo pedía 30 minutos de ejercicio al día, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda alrededor de 1 hora al día como mínimo.

Y en relación a la dieta, cuanta menor fue la ingesta de grasa animal y mayor la ingesta de proteínas de origen vegetal que consumieron los participantes del estudio PREMIER, mejor pareciera funcionar la dieta. Lo que puede explicar por qué las dietas vegetarianas parecieran funcionar aún mejor que la dieta DASH. Mientras más alimentos a base de plantas se ingieran, menor es la prevalencia de la hipertensión.

En la dieta DASH, se les pidió reducir el consumo de carne, pero aún se consumía todos los días, por lo que esta dieta se calificaría como no-vegetariana. En el estudio Adventista 2, que examinó a 89,000 californianos, se encontró que los que consumían carne más bien una vez por semana, tenían un 23% menos de presión arterial alta. Eliminando toda la carne excepto el pescado, la tasa fue de un 38% más bajo. Los vegetarianos, al eliminar de raíz toda la carne, tienen menos de la mitad de la tasa de riesgo y los veganos, eliminando todas las grasas y proteínas animales, lanzaron por la ventana tres cuartas partes del riesgo de morir en manos de este asesino.

Se puede observar este mismo tipo de disminución puntual en las tasas de diabetes con el incremento del porcentaje de la dieta que es a base de plantas y una disminución en el exceso de peso corporal. Curiosamente, sólo aquellos que comían dietas basadas completamente en plantas estuvieron en la categoría de peso ideal. Pero, ¿podría ser sólo esa la razón por la que los que se alimentan a base de plantas tienen una presión arterial tan buena? Tal vez sea sólo porque son muy delgados. Anteriormente, ya he mostrado cómo los que se alimentan a base de plantas sólo tienen una fracción del riesgo de diabetes incluso teniendo el mismo peso, e incluso después de tener en cuenta el IMC, pero ¿qué pasa con la hipertensión?

El estadounidense promedio tiene lo que se conoce como pre-hipertensión, lo que significa que el número máximo de su presión arterial es entre 120 y 139. Sin ser hipertenso, que comienza a los 140, podría estar bien encaminado a la hipertensión.

Comparemos estos números con la presión arterial de aquellos que sólo consumen dietas basadas en plantas. Los últimos no están sólo 3 o 4 puntos más abajo o incluso 7, sino 28 puntos más abajo. Este grupo que consume la dieta americana estándar tuvo, en promedio, sobrepeso con un IMC de más de 26 (que es aún mejor que el de la mayoría de los estadounidenses), mientras que el índice de los veganos fue solamente de 21 -es decir, unos 18 Kgs menos.

Así que quizás la única razón por la que aquellos que consumieron carne, huevos, lácteos y comida chatarra procesada tuvieron una presión arterial tan alta fue porque tenían sobrepeso; tal vez la dieta en sí no tuvo nada que ver.

Para resolver ese enigma, tendríamos que encontrar a un grupo que todavía estuviera consumiendo la dieta americana estándar, pero fuera tan delgado como el grupo vegano. Para encontrar un grupo que se ajustara tuvieron que utilizar atletas de resistencia de larga distancia que comieran la misma dieta americana y que hubieran corrido un promedio de 72 kilómetros por semana durante 21 años. Correr dos maratones a la semana durante 20 años puede hacer a cualquiera tan delgado como un vegano, sin importar lo que coma. Entonces, ¿dónde cayó este grupo en el gráfico? Tanto los veganos como el grupo de dieta convencional eran sedentarios, con menos de una hora de ejercicio por semana.

Los corredores de resistencia se ubicaron aquí. Así que al parecer si se corre un promedio de alrededor de 1600 kilómetros cada año, se podría rivalizar con algunos veganos literalmente flojos. Esto no significa que no se pueden hacer ambas cosas, pero podría ser más fácil sólo comer plantas.

La transcripción original del video estuvo a cargo de Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido han sido realizadas por Tatiana Fernandez W. y Leslie Salas.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de las imágenes: kattebelletje y Pgoyette via Flickr.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

Recientes estudios científicos probaron el hibisco con la obesidad, dándole hibisco a personas con sobrepeso, y la evidencia mostró una reducción del peso corporal, pero después de 12 semanas tomando hibisco sólo perdieron 1.5 Kg; lo que realmente vendría siendo sólo 0.75 Kgs, comparado con el grupo tomando un placebo. Claramente el hibisco no es ninguna solución mágica.

La supuesta propiedad reductora del colesterol del té de hibisco se veía un poco más prometedora. Algunos estudios más antiguos sugirieron una reducción de hasta el 8% bebiendo dos tazas al día durante un mes, pero cuando toda la información se compiló, los resultados fueron más o menos parejos. Esto puede ser debido a que sólo alrededor del 50% de las personas responden al té cuando beben el equivalente de 2-5 tazas al día, aunque los que sí respondieron, tuvieron una respetable disminución de aproximadamente un 12%… Pero nada como el 30% que se puede obtener en sólo semanas de comer una dieta saludable a base de plantas.

Con la hipertensión es donde el hibisco realmente podría hacer la diferencia. Esta es una enfermedad que afecta a mil millones y mata a millones de personas. Hasta el 2010, no había suficientes estudios de alta calidad para apoyar el uso de té de hibisco para tratarla, pero desde entonces hemos visto ensayos clínicos aleatorizados de doble ciego y controlados con placebos, donde el té de hibisco es comparado con agua artificialmente coloreada y aromatizada que parece y sabe como el té. En éstos el té tuvo un mucho mejor desempeño.

Aún no se sabe completamente por qué funciona, pero el hibisco pareciera aumentar la producción de óxido nítrico, lo que podría ayudar a nuestras arterias a relajarse y a dilatarse mejor. Sea como sea, una reciente revisión de la literatura científica indicó que el consumo diario de té de hibisco puede reducir significativamente la presión sanguínea en las personas con hipertensión. Pero, ¿qué tanto? ¿Y cómo se compara esta disminución con la producida por otras intervenciones?

Cuando se trata de modificaciones del estilo de vida integral para el control de la presión arterial, el estándar dorado de las pruebas clínicas es la prueba clínica PREMIER. Sabiendo que 9 de cada 10 estadounidenses van a desarrollar hipertensión, se seleccionaron aleatoriamente 800 hombres y mujeres con presión arterial alta y se dividieron en tres grupos. Uno de ellos era el grupo control, también denominado grupo de “sólo recomendación”, donde a los participantes sólo se le decía que bajaran de peso, redujeran su consumo de sal, aumentaran su nivel de ejercicio y comieran más saludablemente; básicamente sólo les dieron un folleto. En los otros dos grupos hubo una intervención al estilo de vida más rigurosa. 18 sesiones cara a cara, reuniones, diarios de alimentación, supervisión de la actividad física, ingesta de calorías y sodio. Un grupo de intervención se concentró sólo en el ejercicio y el otro incluyó ejercicio y dieta. El segundo utilizó la dieta DASH, que es alta en frutas y verduras y baja en productos lácteos y carnes. En comparación con el grupo control, en seis meses lograron una caída de 4.3 puntos en la presión arterial sistólica, un resultado ligeramente mejor que el del grupo de intervención sin la dieta. Unos cuantos puntos podrían parecer poco –es como si alguien pasara de una presión sanguínea de 150 sobre 90 a una presión sanguínea de 146 sobre 90- pero a una escala poblacional, una caída de 5 puntos en el número total daría lugar a un 14 % menos de muertes por accidentes cerebrovascular, 9% menos de ataques cardíacos fatales y 7% menos de muertes cada año en general.

Una taza de té de hibisco con cada comida no sólo bajó la presión arterial 3, 4 o 5 puntos, sino 7 puntos, de 129 a 122. Y de hecho, probándolo contra el fármaco líder para disminuir la presión arterial, Captopril, 2 tazas de té de hibisco cargadas cada mañana (utilizando un total de 5 bolsas de té para las 2 tazas) fueron tan eficaces en la reducción de la presión arterial como una dosis inicial de 25 mg de Captopril dos veces al día.

¿Entonces, es tan bueno como los fármacos, sin los efectos secundarios y mejor que la dieta y el ejercicio? Bueno, las intervenciones de al estilo de vida al final fueron bastante débiles. Como señalaron los expertos en salud pública, el estudio PREMIER sólo pedía 30 minutos de ejercicio al día, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda alrededor de 1 hora al día como mínimo.

Y en relación a la dieta, cuanta menor fue la ingesta de grasa animal y mayor la ingesta de proteínas de origen vegetal que consumieron los participantes del estudio PREMIER, mejor pareciera funcionar la dieta. Lo que puede explicar por qué las dietas vegetarianas parecieran funcionar aún mejor que la dieta DASH. Mientras más alimentos a base de plantas se ingieran, menor es la prevalencia de la hipertensión.

En la dieta DASH, se les pidió reducir el consumo de carne, pero aún se consumía todos los días, por lo que esta dieta se calificaría como no-vegetariana. En el estudio Adventista 2, que examinó a 89,000 californianos, se encontró que los que consumían carne más bien una vez por semana, tenían un 23% menos de presión arterial alta. Eliminando toda la carne excepto el pescado, la tasa fue de un 38% más bajo. Los vegetarianos, al eliminar de raíz toda la carne, tienen menos de la mitad de la tasa de riesgo y los veganos, eliminando todas las grasas y proteínas animales, lanzaron por la ventana tres cuartas partes del riesgo de morir en manos de este asesino.

Se puede observar este mismo tipo de disminución puntual en las tasas de diabetes con el incremento del porcentaje de la dieta que es a base de plantas y una disminución en el exceso de peso corporal. Curiosamente, sólo aquellos que comían dietas basadas completamente en plantas estuvieron en la categoría de peso ideal. Pero, ¿podría ser sólo esa la razón por la que los que se alimentan a base de plantas tienen una presión arterial tan buena? Tal vez sea sólo porque son muy delgados. Anteriormente, ya he mostrado cómo los que se alimentan a base de plantas sólo tienen una fracción del riesgo de diabetes incluso teniendo el mismo peso, e incluso después de tener en cuenta el IMC, pero ¿qué pasa con la hipertensión?

El estadounidense promedio tiene lo que se conoce como pre-hipertensión, lo que significa que el número máximo de su presión arterial es entre 120 y 139. Sin ser hipertenso, que comienza a los 140, podría estar bien encaminado a la hipertensión.

Comparemos estos números con la presión arterial de aquellos que sólo consumen dietas basadas en plantas. Los últimos no están sólo 3 o 4 puntos más abajo o incluso 7, sino 28 puntos más abajo. Este grupo que consume la dieta americana estándar tuvo, en promedio, sobrepeso con un IMC de más de 26 (que es aún mejor que el de la mayoría de los estadounidenses), mientras que el índice de los veganos fue solamente de 21 -es decir, unos 18 Kgs menos.

Así que quizás la única razón por la que aquellos que consumieron carne, huevos, lácteos y comida chatarra procesada tuvieron una presión arterial tan alta fue porque tenían sobrepeso; tal vez la dieta en sí no tuvo nada que ver.

Para resolver ese enigma, tendríamos que encontrar a un grupo que todavía estuviera consumiendo la dieta americana estándar, pero fuera tan delgado como el grupo vegano. Para encontrar un grupo que se ajustara tuvieron que utilizar atletas de resistencia de larga distancia que comieran la misma dieta americana y que hubieran corrido un promedio de 72 kilómetros por semana durante 21 años. Correr dos maratones a la semana durante 20 años puede hacer a cualquiera tan delgado como un vegano, sin importar lo que coma. Entonces, ¿dónde cayó este grupo en el gráfico? Tanto los veganos como el grupo de dieta convencional eran sedentarios, con menos de una hora de ejercicio por semana.

Los corredores de resistencia se ubicaron aquí. Así que al parecer si se corre un promedio de alrededor de 1600 kilómetros cada año, se podría rivalizar con algunos veganos literalmente flojos. Esto no significa que no se pueden hacer ambas cosas, pero podría ser más fácil sólo comer plantas.

La transcripción original del video estuvo a cargo de Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido han sido realizadas por Tatiana Fernandez W. y Leslie Salas.

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Créditos de las imágenes: kattebelletje y Pgoyette via Flickr.

Nota del Doctor

Aquellos que han estado siguiendo mi trabajo durante años han visto cómo mis videos han ido evolucionando. En el pasado, el resultado del té de hibisco podría haber abarcado el video completo, pero gracias al apoyo de todos ustedes, he sido capaz de delegar la logística al equipo de trabajo y concentrarme más en la creación de contenido. Esto me permite indagar más profundamente en la literatura para poner los nuevos hallazgos en un mejor contexto. Los videos son un poco más largos, pero espero que sean más útiles, ¡díganme que les parecen!

Siendo un asesino tan importante, la hipertensión no ha tenido la cobertura que merece en NutritionFacts.org. Aquí hay algunos videos de lo que está por venir:

¿Deberíamos estar bebiendo té de hibisco todos los días? Esta es la primera de una serie de cuatro partes cubre lo más reciente sobre el hibisco. Estén atentos a las próximas tres:

También puedes ver Lo último en tés herbales: hibisco y ¿Mejor que el té verde?

Para ver otra comparación entre aquellos que corren maratones y aquellos que comen dietas a base de plantas, mira: Las arterias de los veganos frente a las de los corredores.

Tengo un video reciente sobre el hibisco, Lo beneficios de la infusión de hibisco bloqueantes de grasa

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